* Este artículo fue publicado en The Guardian.
La eficiencia energética ofrece la solución más rápida, barata y limpia para atender la demanda de energía mundial. Escenarios energéticos de largo plazo desarrollados por la Agencia Internacional de Energía enfatizan que la eficiencia energética será el elemento más importante en la reducción de las emisiones de carbono para mitigar el cambio climático. La eficiencia supera en importancia al efecto agregado de todos los demás medios, incluidos las energías renovables, los biocombustibles, la energía nuclear y la captura y almacenamiento de carbono.
La eficiencia energética a menudo se pasa por alto a nivel mundial, y es marginada respecto de opciones más caras porque no es fácil de vender políticamente; ni es popular en los medios de comunicación. Esto es porque el ahorro de energía es invisible, mientras que los grandes proyectos de infraestructura energética crean oportunidades para ceremonias de inauguración, empleos evidentes, cobertura de medios de comunicación y todo tipo de actividades que reditúan en capital político.
La iniciativa Energía Sostenible para Todos (SE4All) de la ONU promueve los objetivos mundiales de energía sostenible, y ha hecho un esfuerzo por elevar el perfil de la eficiencia energética. La organización informó recientemente que la inversión anual en mejora de la eficiencia energética debería aumentar cuatro veces a fines de alcanzar el objetivo SE4All de duplicar la tasa de mejora de la eficiencia energética para el año 2030, mientras que la inversión anual en energía renovable debe duplicarse.
Es cierto que la eficiencia energética se enfrenta a una serie de barreras legales, regulatorias, institucionales y técnicas que se exacerban en América Latina y el Caribe. Como resultado, la región está mejorando la eficiencia energética a un ritmo tres veces más lento que el resto del mundo.
Sin embargo, hay varios ejemplos buenos y replicables de mejoras en la eficiencia energética en la región que se puede utilizar como modelo para futuros programas. São Paulo, Brasil y Managua, Nicaragua están implementando programas para reemplazar luces de la calle con sistemas de iluminación LED de alta eficiencia. La mayoría de los países de la región ha prohibido o está por prohibir las bombillas incandescentes, incluyendo grandes mercados como Brasil, México y Argentina. Varios países están en el proceso de aprobación y/o ampliación de las leyes de eficiencia energética e información al consumidor y normas obligatorias.
La eficiencia energética también ha sido un producto de la adversidad. En 2001, Brasil se vio afectado por graves sequías que paralizaron las instalaciones hidroeléctricas que suministran el 87% de su electricidad. Ante la perspectiva de apagones masivos, el gobierno implementó un innovador plan de eficiencia energética de emergencia que ofreció recompensas financieras a los consumidores que recortaran el consumo de electricidad – y sanciones costosas para los que no lo hicieran.
Brasil redujo su consumo de electricidad en un 25% en poco más de dos meses, y lo hizo sin causar apagones. Una sorpresa aún mayor aguardaba los políticos en 2002, una vez que terminó la sequía y el gobierno suspendió el sistema de incentivos y sanciones. Contrariamente a lo esperado, el consumo de electricidad no volvió a los niveles anteriores. De hecho, el consumo de electricidad de Brasil tardó casi cuatro años en alcanzar los niveles del año 2000. Esta experiencia demuestra que las reducciones de consumo de electricidad de hasta el 25% son posibles cuando la población se moviliza y participa adecuadamente.
Los países como Brasil ahora tendrán mayor apoyo financiero e institucional para implementar programas de eficiencia energética porque las metas de SE4ALL para el 2030 ahora forman parte del objetivo de desarrollo sostenible número siete, aprobada por las Naciones Unidas. Con ello, se espera dar un nuevo impulso a la inversión en eficiencia energética y programas de energía renovable. El resultado final, teniendo en cuenta el compromiso asumido por 193 países en la agenda de desarrollo post-2015, será proporcionar energía sostenible a las poblaciones marginadas.
América Latina y el Caribe, una región con un gran potencial de ahorro por eficiencia, ahora cuenta con el apoyo de SE4All y de la agenda de desarrollo de la ONU post-2015 para lograr duplicar las tasas de eficiencia energética en el año 2030. Para alcanzar este objetivo, los gobiernos y el sector privado deberán aprender de experiencias exitosas y llevar adelante agendas de eficiencia energética más ambiciosas. Con la combinación adecuada de medidas con miradas de largo plazo, económicamente efectivas, la región podría convertirse en un ejemplo para otras regiones en desarrollo.
Louis Greenyellow says
“eficiencia energética” y “cambio climático” son dos conceptos cada día más importantes para quienes ignoraban su importancia. Especialmente en latinoamérica donde hablar de energías renovables era irrelevante; empresas, multinacionales, movimientos gubernamentales y las comunidades ya entienden que migrar a una iluminación eficiente, sumado a la educación ambiental y el promover el ahorro energético es importante para crecer a futuro y cuidar al planeta.