La reducción de pérdidas eléctricas en América Latina y el Caribe (ALC) es una tarea compleja, que exige un enfoque holístico para su abordaje eficaz. Este blog desglosa algunos elementos clave de las estrategias que han demostrado ser exitosas en la región, tal como se muestra en el libro Economía de las pérdidas de electricidad en América Latina y el Caribe. En el estudio, se exponen las prácticas comunes y principios fundamentales que pueden servir de guía a los países en su esfuerzo por combatir las pérdidas eléctricas. Mediante un análisis riguroso, enfatizamos las áreas críticas de acción, la correcta alineación de políticas y sistemas de incentivos, así como la importancia de adoptar innovaciones tecnológicas para progresar hacia un sector eléctrico más eficiente y sostenible.
La necesidad de un enfoque integral
Los esfuerzos encaminados a reducir las pérdidas eléctricas en ALC no se limitan a una única solución o estrategia. La diversidad de contextos nacionales y las variadas causas subyacentes de las pérdidas exigen un enfoque integral. Las experiencias exitosas en la región muestran que el abordaje de este desafío requiere de un compromiso político sólido, un marco regulatorio estable, transparente y con incentivos adecuados, y una visión a largo plazo que respalde las reformas y las inversiones en el sector. Entre los aspectos destacados se encuentran:
- Las reformas necesarias para reducir las pérdidas eléctricas dependen, en gran medida, de un entorno político estable que respalde las inversiones a largo plazo y garanticen la continuidad de las políticas, más allá de los ciclos electorales. Este compromiso debe estar institucionalizado para asegurar que se mantenga a lo largo del tiempo.
- La comunicación efectiva de los beneficios de la reducción de pérdidas es fundamental para generar apoyo político y social. Es importante destacar no solo los aspectos económicos y financieros, sino también los beneficios sociales, ambientales y de mejora en la calidad del servicio.
- Otro aspecto fundamental es la alineación de incentivos. Para que las empresas del sector eléctrico se comprometan con la reducción de pérdidas, es necesario establecer un sistema de incentivos que permita recuperar los costos de proveer servicios eléctricos e incrementar la eficiencia. Esto implica generar mecanismos de formación de precios adecuados y metas realistas que estén alineadas con las capacidades del sector.
- La planificación a largo plazo y la definición de objetivos claros son esenciales para el éxito de las estrategias de reducción de pérdidas.
- La incorporación de nuevas tecnologías tiene un papel crucial en las estrategias de reducción de pérdidas eléctricas. Los avances tecnológicos ofrecen oportunidades para mejorar la eficiencia del sector y reducir los costos de estas estrategias de reducción. El uso de medidores inteligentes, sistemas de pago anticipado y la aplicación de inteligencia artificial para detectar irregularidades son ejemplos de cómo la tecnología puede contribuir a este objetivo.
La inversión en el sector es fundamental
En ALC el sector eléctrico enfrenta el desafío significativo de aumentar la inversión, especialmente dada la reducción en la inversión en infraestructura como porcentaje del PIB en la última década. Aunque recientemente se observan indicios de recuperación, la inversión aún no alcanza la escala para garantizar servicios estables y se ha reducido notablemente en áreas críticas como la infraestructura de distribución y transmisión. En este contexto, surge una necesidad urgente de invertir para modernizar y expandir la infraestructura eléctrica, así como para mejorar los sistemas de comercialización de electricidad en la región.
La precaria situación financiera de varias empresas eléctricas en la región, combinada con altos niveles de pérdidas eléctricas y la limitada capacidad fiscal de los gobiernos, subraya la necesidad crítica de mejorar la sostenibilidad financiera de las empresas. Esto se puede lograr mediante la reducción de pérdidas y la movilización de recursos financieros, tanto públicos como privados, para atender efectivamente este desafío.
La estrategia para movilizar la inversión necesaria en el sector eléctrico de ALC implica una combinación de fortalecimiento de marcos institucionales y regulatorios, reformas políticas, y la implementación de mecanismos de mitigación de riesgos para atraer inversión privada. Este enfoque integral busca no solo aliviar la carga fiscal y subsanar las insuficiencias en inversión, sino también alinear las crecientes necesidades energéticas con los objetivos ambientales globales, como los del Acuerdo de París.
Una política efectiva de reducción de pérdidas proporcionaría beneficios netos sustanciales para todos los mercados eléctricos. Implementar una estrategia regional destinada a reducir las pérdidas al 10% en un horizonte de dos décadas costaría alrededor de US$8.5 mil millones, sin embargo, conllevaría beneficios financieros, económicos y ambientales.
Si quieres conocer más, consulta nuestra publicación: Economía de las pérdidas de electricidad en América Latina y el Caribe
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