Foto: Una escuela en Santa Rosa, Panamá que por primera vez tiene luz gracias al programa de electrificación rural del BID. Alice Driver.
Panamá ha logrado en la última década incrementar significativamente sus índices de cobertura eléctrica. Tan solo, en la última década, el nivel de cobertura de electrificación rural pasó del 57,6% que representaban cerca de 115.000 viviendas sin servicio de electricidad en 2005 al 91% en 2015. Estos avances se debieron principalmente a los esfuerzos del Gobierno de la República de Panamá que, con el apoyo del BID, se comprometió a promover la electrificación en las áreas rurales no servidas, no rentables y no concesionadas. Para ver estos avances en acción, vea el vídeo “Mejorando vidas con energía sostenible en Panamá”.
Con relación a lo anterior, El Banco ha aprobado una serie de operaciones de préstamo y de cooperaciones técnicas no reembolsables, entre las cuales se destacan el programa de “Apoyo a la Electrificación Rural Sostenible I y II”, de US$30.000.000 y US$20.000.000 respectivamente. El primero de estos préstamos fue aprobado en 2005 con el objetivo de aumentar el acceso de la población rural a servicios de electricidad, a fin de reducir la pobreza y mejorar las condiciones de vida de la población, incrementando la eficiencia de los recursos públicos utilizados en el subsector de electrificación rural. Como resultados se logró beneficiar un total de 7,544 viviendas con proyectos de extensión de redes, 4,849 viviendas con proyectos de sistemas aislados y 48 centros públicos con proyectos de sistemas aislados. De igual manera, se capacitó un total de 21 funcionarios de la OER y se formuló un total de 17 estudios de proyectos de sistemas aislados.
Como mecanismo para el logro de los objetivos anteriores se establece el Programa de Electrificación Rural (PER), el cual es financiado por el BID en un 86% (30 millones de dólares) y por el aporte del Gobierno de Panamá (GdP), el restante 14% (5 millones de dólares), que en forma similar a la OER, tiene como misión desarrollar las áreas rurales, en este caso mediante la implementación del servicio eléctrico, con el objetivo prioritario de incrementar en un 10% la cobertura del mismo de las áreas rurales, para los cinco (5) años de existencia del proyecto (2007-2011) respecto a la línea básica rural, que es de 56% de la población rural.
Algunas de las lecciones aprendidas de esta y otras intervenciones del Banco en Panamá en termas de electrificación rural son:
- resulta crucial incentivar la inversión privada en lugar de financiar al Estado para la construcción de obras de electrificación rural. Este enfoque permite simplificar y aumentar la eficiencia del proceso de desarrollo de los proyectos y los diseños finales y construcción de las instalaciones eléctricas quedan a cargo de las empresas distribuidoras responsables de operarlas y mantenerlas en el futuro;
- la importancia de incorporar perfeccionamientos a los procedimientos y metodologías empleados en todas las etapas de desarrollo de los proyectos, en particular buscando acotar los subsidios estatales a los montos mínimos requeridos; y
- la necesidad de seleccionar e implantar un adecuado esquema de administración para garantizar la sostenibilidad de los proyectos de sistemas aislados basados en energías renovables, por ejemplo, mediante micro empresas proveedoras del servicio bajo contrato que definen sus responsabilidades en la operación y mantenimiento de los sistemas, con amplia participación comunitaria.
Julio Eisman says
Interesantes lecciones aprendidas que dan algunas pistas sobre la metodología empleada. Especialmente importante la experiencia con microempresas de servicio con amplia participación comunitaria.
Sería muy interesante poder conocer el modelo de gestión usado para la explotación de los sistemas fotovoltaicos domiciliarios.¿Hay alguna forma de conocer más detalles del proyecto en este aspecto?
Saludos cordiales