Hablar de infraestructura ambientalmente sostenible[1]toma cada vez mayor relevancia, dado el reciente incremento de eventos climatológicos extremos alrededor del mundo. En América Latina y el Caribe (ALC), estos cambios se han visto reflejados en temporadas de huracanes intensas y sequías prolongadas, por mencionar algunos. La infraestructura ambientalmente sostenible implica planificar, diseñar y localizar proyectos de infraestructura de tal manera que estos incrementen su resiliencia ante los efectos del cambio climático.
La planificación de nuevas infraestructuras debe incorporar escenarios climatológicos
Gestionar los riesgos asociados al cambio climático no es una tarea sencilla. Si bien los registros históricos pueden ser de utilidad, se presenta un mayor grado de incertidumbre dados los nuevos patrones climatológicos que afectarán a la infraestructura. Por ello, es fundamental que en el proceso de planificación se planteen distintos escenarios meteorológicos y se distinga entre eventos de corta duración de los cambios climatológicos graduales.
Las medidas de gestión de las contingencias deben considerar que los eventos climatológicos extremos incrementarán su frecuencia según el último informe de IPCC.[1] Por ejemplo, ante la frecuencia de huracanes, las ciudades localizadas en los litorales deberán incluir la gestión de riesgos asociados a los impactos de inundaciones y fuertes vientos. En el Caribe y Centroamérica, los huracanes serán cada vez más frecuentes y deteriorarán la infraestructura, lo que implica grandes costos de reparación de daños. En este estudio del BID[2] se identifican acciones preventivas como la elección de los materiales y métodos de construcción para incrementar la resiliencia de la infraestructura. Estas acciones generarían amplios beneficios económicos, sobre todo porque alrededor del 30% del total de viviendas construidas en el Caribe están hechas a base de madera, y el 77% de las viviendas en esta subregión tienen techos de láminas de metal. Materiales débiles y poco resilientes ante la fuerza de un huracán.
La planificación de la infraestructura debe incluir estrategias y prácticas de adaptación a la nueva realidad climática. Esto hará que la infraestructura sea resiliente ante cambios graduales en las condiciones climatológicas incluyendo variaciones en la temperatura, patrones de precipitación, niveles del mar, entre otros. En cuanto a la infraestructura actual, ésta deberá modernizarse y adaptarse a las nuevas condiciones climatológicas, ya que en el futuro podría operar en condiciones diferentes a las contempladas en su diseño original. Tomemos por ejemplo las centrales hidroeléctricas[3], este tipo de centrales deberán modernizarse para garantizar la operabilidad y los niveles de eficiencia existentes ante cambios en los patrones de precipitación y las condiciones hídricas. Gracias al planteamiento de escenarios climáticos se pueden anticipar y reducir los impactos del cambio climático en la operación de las centrales hidroeléctricas.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) está apoyando en el desarrollo de lineamientos y metodologías que incorporen los riesgos asociados al cambio climático en los procesos de planificación y diseño de proyectos de infraestructura. Un claro ejemplo es el reporte Caja de herramientas para resiliencia climática en Colombia.[4] En este estudio se señala que los daños directos en infraestructura ocasionados por eventos climáticos en Colombia rondarían el 0.49% del PIB. El objetivo de este tipo de guías es servir de insumo para diseñar un análisis de mitigación de riesgos climáticos y de adaptación en la planificación de la infraestructura. Otra herramienta para mejorar las medidas de gestión y adaptación son los análisis costo-beneficio. Por un lado, la ventaja de estos análisis es que incluyen desde dimensiones financieras hasta elementos técnicos, económicos, medioambientales y sociales. Por otro lado, permiten estimar los costos y los posibles efectos que tendrá el cambio climático en el desempeño operativo, financiero y social en la infraestructura
Es necesario hacer un balance y evaluar los beneficios que generaría incrementar la resiliencia de la infraestructura frente a los costos económicos asociados a los impactos del cambio climático. Desde el Sector de Infraestructura y Energía del BID estamos apoyando a los países a través del desarrollo metodologías y mecanismos innovadores de financiamiento que permitan a los gobiernos invertir en infraestructura ambientalmente sostenible. Consideramos que este apoyo es crítico para acompañar los esfuerzos de los países en hacer infraestructura más resiliente, y adaptarse de la mejor manera posible a esta nueva realidad climática.
Recursos adicionales
Attributes and Framework for Sustainable Infrastructure
What is Sustainable Infrastructure? A Framework to Guide Sustainability Across the Project Cycle:
Riesgo climático y estrategias financieras para su mitigación en el sector agua y saneamiento en ALC:
Building a More Resilient and Low-Carbon Caribbean – Report 2: Analysis of the Benefits from Resilient Building Materials and Construction Methods in the Caribbean
Modernización de centrales hidroeléctricas: identificación de beneficios, barreras y recomendaciones:
Una guía de DMDU para la planificación del transporte en un escenario de cambio climático:
Metodología de evaluación del riesgo de desastres y cambio climático para proyectos del BID. Documento técnico de referencia para equipos a cargo de proyectos del BID:
Blog Hablemos de Sostenibilidad y Cambio Climático
[1] https://www.ipcc.ch/report/ar6/wg1/chapter/technical-summary/
[2] Building a more Resilient and Low-Carbon Caribbean – Report 1: Climate Resiliency and Building Materials in the Caribbean
[3] Modernización de centrales hidroeléctricas: identificación de beneficios, barreras y recomendaciones
[4] https://publications.iadb.org/es/caja-de-herramientas-para-resiliencia-climatica-las-asociaciones-publico-privadas-de-transporte-en
[1] What is Sustainable Infrastructure? A Framework to Guide Sustainability Across the Project Cycle
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