¿Cuánto puede haber cambiado la realidad de las ciudades de más de 10 millones de habitantes en 10 años?
A través de nuestra más reciente investigación y publicación, buscamos responder esta pregunta en las cinco megaciudades de la región: Bogotá, Buenos Aires, Lima, Ciudad de México y São Paulo. Realizamos una encuesta que pregunta a los ciudadanos por sus preocupaciones más apremiantes, así como por la calidad y asequibilidad de los servicios de agua, electricidad y transporte, y comparamos los resultados con los obtenidos en una encuesta similar realizada hace 10 años. El resultado es Voces urbanas: percepciones de los servicios de infraestructura en las megaciudades de América Latina, que presenta resultados útiles para identificar tendencias clave y los retos que enfrentan los habitantes de estas ciudades.
Las megaciudades han evolucionado, y, junto con ellas, las expectativas ciudadanas. Factores como la adopción masiva de Internet y plataformas digitales han revolucionado la prestación de servicios públicos, acercando a usuarios y proveedores. Al mismo tiempo, la pandemia de COVID-19 también ha generado cambios en el uso de servicios públicos, planteando la incógnita sobre si estos cambios son temporales o estructurales.
Prioridades ciudadanas
El estudio comienza preguntando a los ciudadanos por los problemas que son más relevantes y afectan su calidad de vida en mayor medida. La inseguridad ha emergido como la principal preocupación en las megaciudades, seguida por ingresos y empleo inadecuados, un cambio notable en comparación con el estudio de hace una década. La desaceleración económica inducida por la pandemia de COVID-19, unida a las presiones inflacionarias de los últimos años, ha tenido un impacto pronunciado en la calidad de vida de los ciudadanos. Adicionalmente, la falta de transparencia de las autoridades también figura entre las principales preocupaciones.
Acceso a servicios de infraestructura
Aunque las megaciudades están cerca de lograr el acceso universal a los servicios de infraestructura, el crecimiento urbano sigue obstaculizándolo. La cobertura eléctrica en estas megaciudades es casi universal, pero el acceso a los servicios de agua y saneamiento presenta una brecha persistente. En el transporte, los avances tecnológicos y la pandemia han reducido el uso del transporte público, aumentando la preferencia por modos privados, el uso de taxis y la bicicleta, y caminar.
Calidad percibida de los servicios
La percepción ciudadana de la calidad del agua es relativamente estable, pero la calidad percibida de la electricidad ha mejorado. A pesar de un menor uso, la insatisfacción con el transporte público se mantiene constante, con 27% de los usuarios encuestados calificándolo como malo. De hecho, las personas con desplazamientos laborales de más de 90 minutos identificaron el transporte público como la tercera prioridad urbana.
Asequibilidad de servicios
Aunque el transporte público se percibe como el servicio más asequible, la percepción general es que los servicios son ahora más costosos que hace una década. Asimismo, más de la mitad de los ciudadanos creen que no reciben subsidios en los servicios de agua, electricidad y transporte, lo cual muchas veces contrasta con la realidad, como se desarrolla en la publicación.
¿Cree usted que recibe un subsidio?: Respuestas en megaciudades de América Latina

Fuente: Balza et al (2023). “Voces urbanas: percepciones de los servicios de infraestructura en las megaciudades de América Latina”
La complejidad de satisfacer las demandas cambiantes de los habitantes de megaciudades latinoamericanas en términos de servicios de infraestructura presenta un gran desafío para la región. La necesidad de garantizar el acceso, mejorar la calidad de los servicios y promover su asequibilidad se presentan como necesidades imperativas para avanzar hacia una mejora sostenible en la calidad de vida de los ciudadanos.
El detalle de los resultados de esta publicación puede revisarse aquí.
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