La energía es un componente clave del desarrollo social y económico de un país. Basta con examinar los países con alta dependencia en combustibles fósiles para darse cuenta de esto. Por ejemplo, en América Central y el Caribe donde se utilizan los productos derivados del petróleo para generar energía eléctrica, los países tienen que lidiar con precios de generación de electricidad altos cuándo los precios del petróleo suben. Esto puede tener un impacto directo en el desarrollo de estos paises.
2013 Precios de electricidad en LAC (Climascopio, 2014)
Ningún país busca convertirse en dependiente de los combustibles caros, pero debido a muchos factores, como la rápida instalación de plantas de generación y los bajos costos iniciales de las plantas térmicas, estas opciones son a veces atractivas. Se trata de una solución rápida para naciones insulares y países con sistemas de finanzas públicas precarias, y era una buena opción de bajo costo. Sin embargo, al aumentar el precio del petróleo en la ultima década, el público en general tuvo que hacer frente a los elevados precios de electricidad, y a caídas de voltaje y apagones. Esta situación se convirtió también en un problema de balanza comercial y de seguridad energética. Incluso se vió un impacto directo y negativo en los negocios locales. En definitiva, los altos precios de la energía se vieron asociados con bajas tasas de crecimiento económico, como se ha visto en Haití, Guyana y Jamaica.
Para los países en esta situación, la caída en los precios del petróleo trae alivio. También presenta una importante oportunidad para enmendar la política energética de un país. Un artículo publicado en The Economist en 2015 sostuvo que la caída en los precios del petróleo, junto con las mejoras en la conservación de energía limpia, permite a los responsables políticos “la oportunidad de racionalizar la política energética” mediante la eliminación de subsidios a la energía. El artículo concluye que, “un futuro más verde con energía más barata y más confiable podría estar al alcance” con el uso de este tipo de políticas, hecho económicamente viable debido a la caída en los precios del petróleo. Mi pregunta es: ¿cómo puede un país tomar ventaja de esta situación para invertir en energías renovables y generar retornos económicos?
Aquí debajo señalo tres cosas que un gobierno puede hacer, mientras los precios del petróleo son bajos:
- Estructurar incentivos fiscales a la producción, como excepciones del IVA para los componentes de proyectos de energía renovable o políticas de depreciación acelerada de activos. Estos incentivos permiten modificar la matriz de generacion electrica de forma barata y rápida, de forma resiliente a cambios en los precios del petróleo. Esto ayudaría a apoyar la inversión en nuevas plantas con costos a largo plazo más bajos, como la eólica y algunas tecnologías solares.
- Proporcionar nuevas opciones de transporte, como la infraestructura para los automóviles flex-fuel o eléctricos y nuevas opciones de transporte masivo como sistemas Bus Rapid Transit (BRT) para que la gente tenga opciones de transporte más eficientes y reducir el tráfico en las carreteras.
- Para los que tienen el capital político, utilizar el cambio en los precios de mercado para crear fondos contracíclicos. Se pueden introducir impuestos que compensen la caida de los precios y utilizar esos ingresos para apoyar inversiones en opciones de energía sostenible a largo plazo.
En julio de 2013, el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, argumentó que si bien, “América Latina usa más energía renovable que cualquier otra región del mundo, se enfrenta a decisiones difíciles en su intento de generar la electricidad que necesita para crecer sin dañar el medio ambiente”, y nos recordó que “las energías renovables se están convirtiendo en una opción viable y atractiva que se debe explorar”. La iniciativa Energía Sostenible para Todos (SE4All) forma parte de este cambio para invertir en energías renovables de forma sostenible. La iniciativa opera a nivel mundial para promover el logro de los tres objetivos al año 2030: 1) Proporcionar acceso universal a servicios energéticos modernos 2) Duplicar la tasa global de mejora de la eficiencia energética 3) Duplicar la cuota de las energías renovables en el matriz energético global. El BID, a través de SE4All Américas, promueve estos objetivos en América Latina y el Caribe.
La caída en los precios del petróleo es una oportunidad para cambiar la forma de hacer inversiones, infraestructura y regulaciones en el sector energético y promover opciones de energía sostenible. ¿Se le ocurre una política específica que debería ser considerada en su país? Si es así, puede compartir sus pensamientos sobre la energía sostenible aquí, y dejarnos saber cómo cree que se va a dar forma al futuro energético de la región.
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