¿Sabías que la mayoría de los problemas en materia de financiamiento tienen que ver con la forma en que se formulan los programas?
El desarrollo de nuevas fuentes de energía es uno de los grandes desafíos mundiales de estos tiempos. Sin embargo, muchos países de la región de América Latina y el Caribe (ALC) enfrentan obstáculos legítimos en lo que a programas de financiamiento se refiere.
Los problemas pueden resumirse en los siguientes: no existe una estructura instaurada, no disponen de financiamiento suficiente ni cuentan con capital humano capacitado, carecen de marco legal sobre eficiencia energética, falta compromiso político y en muchos casos se observa la ausencia de un posible administrador del programa. Sumado a esto, la región aún no posee información accesible sobre temas relativos a la eficiencia energética.
Es el momento de capitalizar experiencias para poder replicar soluciones eficientes.
A fin de subsanar este vacío, la División de Energía del BID desarrolló una Serie de Guías de Eficiencia Energética. La Guía A –Programas de Financiamiento de Eficiencia Energética– está dirigida a profesionales del sector de instituciones públicas y privadas de la región (gobiernos, reguladores, empresas prestadoras, clientes o desarrolladores de proyectos). La guía fue editada por Arnaldo Vieira de Carvalho, y Laura Rojas. de la División de Energía del Banco Interamericano de Desarrollo. Sus autores son Vincent Dufresne, Pierre Langlois, Marie Couture-Roy, Sébastien Flamand, y Stéphanie Nour de la Econoler Incorporated, Canadá.
Este trabajo es el resultado del aprendizaje de las mejores prácticas relacionadas con la eficiencia energética en distintos países de América, Europa y Asia, con diferentes marcos políticos, económicos, institucionales y culturales.
La eficiencia energética cobra relevancia en el mundo en la medida en que cada vez resulta más dificultoso acceder a fuentes de energía con mínimo impacto ambiental y a bajo costo. Esta prioridad es todavía más apremiante en aquellos países que importan la mayoría de sus recursos energéticos.
Hacia una transformación del mercado
Además de contribuir al financiamiento de proyectos de eficiencia energética, los programas de financiamiento buscan aumentar el conocimiento de los profesionales e instituciones del sector financiero, a fin de que logren transformar la percepción de riesgo actual en un verdadero interés por las genuinas oportunidades de negocio que ofrecen las energías del futuro.
En el largo plazo el objetivo es más ambicioso: conseguir un ahorro de energía sostenible.
Como en cualquier acción relacionada con la eficiencia energética, los beneficios abarcan desde la mitigación del cambio climático, pasando por la reducción de gastos de energía hasta la creación de nuevos empleos y la capacitación de los profesionales vinculados al sector.
Resulta entonces fundamental que los gobiernos y la ciudadanía en general tomen consciencia de la importancia de apostar política y económicamente al mercado de la ciencia energética.
Hay seis opciones a la hora de financiar un proyecto de eficiencia energética:
- Financiamiento de participaciones de capital.
- Préstamo.
- Donación de un tercero (por ejemplo, desde un programa de incentivos o subsidios).
- Financiamiento mezzanine.
- Contratos de servicios energéticos por desempeño (esta alternativa no es independiente de las otras cinco, ya que puede contener una o más de estas fuentes de financiamiento).
A diferencia de las estrategias de incentivos o subsidios, los programas de financiamiento permiten el reembolso, parcial o completo, de los costos totales del proyecto, por lo que puede convertirse en dinero disponible para financiar más inversiones.
Mediante la combinación de estrategias que mejor se adecue a cada caso particular, los programas de financiamiento buscan brindar soluciones a los promotores de proyectos, a las entidades financieras locales y otros actores involucrados, como los recursos profesionales, a fin de alentar el desarrollo futuro de proyectos similares.
Paso a paso: el ciclo de vida de un programa de financiamiento
- Evaluación. Se trata de un análisis minucioso de las características del mercado que permitirá detectar una necesidad específica de programa. Este análisis incluirá la descripción del segmento elegido, las partes eventualmente interesadas en su desarrollo y el detalle de los obstáculos ordenados por su nivel de importancia.
- Diseño del programa. Es el momento de presentar la idea a la superitendencia. Para elaborarla, los diseñadores habrán tenido que responder estas preguntas: ¿Por qué el mercado requiere de una intervención estratégica? ¿Qué objetivos se esperan para el corto, mediano y largo plazo? ¿Cómo serán alcanzados dichos objetivos? ¿Cuál es la organización más apropiada para administrar el programa? ¿Cuáles son los socios más relevantes?
- Determinación de prioridades. Este paso definirá la legitimidad del programa y se fijará en función de la rentabilidad económica, el presupuesto asignado y la decisión política de llevarlo adelante.
- Desarrollo del programa. Es el momento de estipular la totalidad detallada de las actividades y procesos de operación.
- Monitoreo y plan de evaluación. Se trata de definir las tareas de monitoreo y evaluación que deberán realizarse durante la ejecución.
- Ejecución. Es el administrador del programa quien suele llevar adelante esta etapa crucial, ya que debe ser la figura más apta para impartirlo de la manera más rentable.
- Se realiza conforme a lo acordado en el paso 5, en paralelo con la ejecución del programa.
- Evaluación. En esta instancia se intenta validar la teoría del programa, al tiempo que se juzga el proceso, se estiman los ahorros netos y se analiza la transformación del mercado con el fin último de realizar las adaptaciones y mejoras necesarias.
- Adaptación. Aquí la flexibilidad juega un rol fundamental, ya que se trata de implementar, a la luz de una evaluación permanente, todos los ajustes que sean necesarios para mantener el programa constantemente vigente en un mercado en continuo movimiento.
En un ejercicio de aprendizaje y ajuste permanente, los programas de financiamiento de eficiencia energética buscan brindar soluciones y no convertirse en nuevos obstáculos. Esta flexibilidad podrá incluir la aplicación de una estrategia de salida una vez que el mercado no necesite intervención, aunque no tendría necesariamente que desmantelarse, ya que sus actividades pueden ser modificadas para reflejar de una mejor manera la evolución del mercado.
Leave a Reply