La desigualdad en América Latina creció durante la pandemia. Así concluimos en un estudio de próxima publicación en el que destacamos cómo —en el año 2020— se revirtió la tendencia de reducción de pobreza y mayor igualdad iniciada hace 20 años.
En el estudio nos basamos en datos generados a partir de encuestas de empleo y hogares de las últimas tres décadas. Para el año 2020 se cuenta ya con información para 10 países -que incluyen a alrededor del 75 por ciento de la población de la región- y de ellos se derivan las tendencias más recientes.
Hasta donde sabemos, se trata del primer estudio en producir resultados con base en fuentes primarias de datos levantadas por los institutos de estadística nacionales en plena pandemia.
Una mirada histórica: 30 años de desigualdad
El panel A de la Gráfica 1 presenta la evolución del índice de Gini promedio calculado para los 16 países de América Latina que disponen de una serie consistente de encuestas de hogares para el período 1992-2019 (denominado Grupo 1).
Esta serie es probablemente la más larga y actualizada disponible en la región, cubriendo casi 30 años.
Gráfica 1. Evolución de la desigualdad en América Latina de 1992 a 2020
Notas: Grupo 1 de 16 países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay a partir de 1994 y Paraguay a partir de 1995. Grupo 2 de 10 países con datos para 2020: Brasil, Chile, Bolivia, Colombia, Perú, Costa Rica, Argentina, y México, Ecuador a partir de 1994 y Paraguay a partir de 1995. Fuente: Elaboración propia con base en Encuestas de Hogares. |
Según nuestros cálculos, entre 1992 y 2002, el índice de Gini aumentó casi un 10%, reflejando el aumento de desigualdad en la región. A partir de 2002 hay un punto de quiebre, y a partir de ahí la desigualdad decrece por casi dos décadas.
2019 es el año en el cual la región experimentó el menor nivel de desigualdad en los últimos 30 años.
El panel B muestra la evolución del ingreso del 10% más pobre y el panel C el del 10% más rico. Los gráficos ponen en evidencia que la desigualdad promedio se redujo entre 2002 y 2019 gracias al incremento del ingreso relativo de la población de menores recursos y a la menor proporción del ingreso total del decil más rico.
2020 rompe esta dinámica de reducción de la desigualdad, iniciada en 2002, con un incremento de 2% en el valor del índice de Gini.
Colombia, Perú, Bolivia y Chile encabezan los aumentos en la desigualdad
La Gráfica 2 presenta los cambios para cada uno de los 10 países del Grupo 2 para los cuales disponemos de datos.
En términos porcentuales Colombia, Perú, Bolivia, y Chile experimentan los mayores aumentos, con cambios entre 8 y 5% en el índice de Gini entre 2019 y 2020. Le siguen Ecuador, Brasil y Costa Rica con un incremento entre 2.6 y 1%.
En Argentina no se observa modificación. México y Paraguay registran tendencia contraria con el índice de Gini que cae respectivamente en 2.5 y 5.2 por ciento.
Gráfica 2. Coeficiente de Gini en América Latina, 2019-2020 (países seleccionados)
Fuente: Elaboración propia con base en Encuestas de Hogares. Para Chile, el dato es de 2017, para
México el dato es de 2018. Para el resto de los países el dato previo a la pandemia para el que hay
información es de 2019. |
¿Qué hay detrás de la desigualdad?
Al explorar el aumento de la desigualdad por género, edad, sector de ocupación u otras características, encontramos un panorama mixto.
En Paraguay, Ecuador, Chile y Colombia, los hogares con jefatura masculina vieron incrementada entre 2 y 10 puntos su prima de ingresos con respecto a los con jefatura femenina. En Bolivia el diferencial por género se ensanchó considerablemente en casi 8 por ciento (panel A de la Gráfica 3). En Costa Rica, México, Argentina, Brasil y Perú, las brechas permanecieron casi constantes. Estos resultados son netos de los cambios en los diferenciales por edad, lugar de residencia y nivel educativo.
Gráfica 3. Cambio en el valor de la prima de ingreso per cápita por características del jefe del hogar entre 2019 y 2020
Con excepción de Ecuador los diferenciales de ingreso entre zonas urbanas y rurales se redujeron (panel B de la Gráfica 3) y, en la mitad de países analizados, los hogares con jefe en el grupo de edad de 45 a 59 años sufrieron más que los hogares con jefe de menor edad (panel C de la Gráfica 3).
Se observan resultados mixtos a nivel del sector de ocupación (panel D de la Gráfica 3).
Los diferenciales de ingreso por nivel educativo cayeron considerablemente entre circa 2019 y 2020 en todos los casos menos en Chile (Gráfica 4), pero los más educados sufrieron en menor medida.
Gráfica 4. Cambio en el valor de la prima de ingreso per cápita por educación del jefe del hogar entre 2019 y 2020
En conclusión, se observa un aumento promedio en la desigualdad, aunque hay diferencias por país, y resultados mixtos según el género o edad del o la jefe/a de hogar, la ubicación urbana o rural y el sector de actividad económica. Los diferenciales de ingreso por nivel educativo se redujeron en la mayoría de los casos.
Si bien una investigación más profunda podría ahondar en el rol que las políticas públicas y/o las remesas tuvieron en mitigar los impactos negativos de la pandemia sobre los más vulnerables, el análisis de las encuestas de hogares confirma las estimaciones de varios estudios anteriores realizados con base en proyecciones sobre los posibles efectos del confinamiento en la distribución del ingreso.
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