En los países en desarrollo, empoderar a las mujeres y reforzar el desarrollo en la primera infancia se consideran a menudo como dos metas separadas contenidas en políticas diferenciadas. Esto se debe en parte a la percepción de que el empoderamiento de la mujer y el desarrollo infantil se excluyen mutuamente, ya que algunos creen que una mayor participación de las mujeres en la fuerza laboral es un obstáculo al desarrollo infantil porque los niños tienen menos tiempo con sus madres.
En un nuevo estudio del que soy co-autora con Victor Lavy y Zizhong Yan, nos centramos en una iniciativa que busca alcanzar ambos objetivos a la vez, es decir empoderar a las madres y enseñar habilidades parentales que promueven el desarrollo de sus hijos/hijas al mismo tiempo. Descubrimos no solo que estos objetivos no son incompatibles, sino que ambos se pueden lograr a la vez.
PelCa (Preescolar en la Casa) es un programa preescolar para la casa que opera en Ecuador desde 2005 y está diseñado para promover tanto el empoderamiento de la mujer como el desarrollo en la primera infancia.
Un asesor de familia entrena a grupos de seis a ocho madres que acuden, con su hijo/hija, a sesiones en grupo en la sede de la ONG. Reciben un entrenamiento estructurado enfocado en fortalecer su autoestima y autoconsciencia, mientras refuerzan su papel dentro de la familia. Participan en conversaciones sobre la importancia del autocuidado, del crecimiento personal, de cómo tomar consciencia de sus propios talentos y servirse de ellos, mientras aprenden técnicas de crianza que refuerzan el desarrollo de su hijo/a en la primera infancia.
A la vez, hijos/as socializan a través de juegos educativos y materiales didácticos. Hacia el final de cada sesión, los asesores les enseñan actividades educativas que madre e hijo/a pueden repetir en casa para mejorar la calidad de sus interacciones y promover la participación de la madre en actividades de desarrollo infantil.
La evaluación del programa muestra que empodera a las mujeres de múltiples maneras. Las participantes tienen más probabilidades de tener un trabajo, de estar empleadas a tiempo completo en el sector formal, de estar mejor remuneradas, de gestionar sus propios ingresos, de tomar decisiones de manera independiente y de volver a los estudios. Al graduarse del programa, las mujeres también juegan un mayor papel en la toma de decisiones dentro del hogar sobre todo en cuanto a la educación y disciplina de los hijos/as. Y pasan más tiempo con sus hijos/as, practicando sus habilidades cognitivas y sociales.
Los niños y las niñas también se benefician del programa ya que éste reduce la tasa de abandono escolar, la probabilidad que repitan un grado o que interrumpan temporalmente los estudios, a la vez que refuerza las habilidades no cognitivas y mejora los resultados en evaluaciones cognitivas.
La intensidad del tratamiento también juega un papel importante. Las madres que permanecen más tiempo en el programa son más empoderadas dentro del hogar. Y las madres que llegan menos empoderadas al programa son las que más progresan en su poder de decisión entorno al hogar y a la repartición de recursos.
Asimismo, los resultados se diferencian entre niños y niñas. Las niñas del programa obtienen mejores resultados en sus exámenes, aunque no se observa el mismo resultado en los niños. Y los niños y niñas de madres con menos estudios ven mejoradas sus habilidades cognitivas mucho más que los niños/as de madres con un mayor nivel de educación.
Otro resultado interesante es el efecto en las habilidades no cognitivas de los niños y niñas. Después de participar en el programa PelCa, el nivel de asistencia y la actitud en la escuela mejora y los varones en particular parecen tener una mejor disposición hacia su escolarización.
En general, el programa preescolar en casa que estudiamos apoyó a las madres en la crianza de sus hijos/as en un ambiente más propicio al aprendizaje. Tuvo efectos positivos en el desarrollo de sus hijos e hijas mientras que, a la vez, las madres también se veían empoderadas en su hogar y en la misma comunidad. La noticia es buena para la familia entera.
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