Por Elena Arias y Julián Cristia
Considerando todo lo que la tecnología ha hecho posible –desde la comunicación global instantánea hasta los viajes espaciales–, aprovecharla para mejorar el aprendizaje y revolucionar la educación parece un objetivo al alcance de la mano.
En efecto, el BID está analizando la manera en que la tecnología puede mejorar el aprendizaje en América Latina y el Caribe, donde existe una necesidad urgente de potenciar el desempeño de los estudiantes en asignaturas tan críticas como las matemáticas.
En 2012, los alumnos de ocho países de la región participaron en la prueba PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos) una prueba que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) realiza cada tres años con medio millón de estudiantes de 15 años en 65 países de todo el mundo. Los países de América Latina y el Caribe se encontraban entre los 14 países con peor puntaje.
Esto crea problemas para una región que pretende aumentar la productividad y reducir la pobreza y la desigualdad, y por ello el BID ha intentado definir cuál es la mejor manera de usar la tecnología para mejorar la enseñanza y el aprendizaje.
Con ese fin, el BID emprendió un metaanálisis: un estudio exhaustivo y sistemático de 15 evaluaciones de impacto en todo el mundo que se centraban en el uso –guiado y no guiado– de la tecnología en el aula.
¿Qué podemos aprender de estas experiencias en todo el mundo?
¿Cómo pueden estos hallazgos ayudar a mejorar el diseño de intervenciones similares en nuestra región?
A continuación se ofrecen unas cuantas lecciones del metaanálisis que podrían mejorar la enseñanza y el aprendizaje a través de la introducción efectiva de tecnologías en las aulas de América Latina y el Caribe.
- El solo hecho de introducir tecnologías no es la solución. Perú implementó una tecnología ambiciosa en un programa educativo a través del cual se distribuyeron 900.000 computadores portátiles y se impartió capacitación a los maestros. Sin embargo, la orientación sobre cómo utilizar la tecnología para mejorar el aprendizaje era escasa, y una evaluación de este programa en las escuelas primarias rurales no encontró un impacto medible en el aprendizaje de matemáticas y lenguaje.
- Los programas en los que el uso de tecnologías es guiado mejoran el desempeño académico en matemáticas y en lenguaje más de cuatro veces más que los que proporcionan escasa o ninguna orientación. Los programas mejor guiados son aquellos que definen la asignatura, el software y el horario. Un programa implementado en las escuelas primarias en India siguió este enfoque. Ofreció a los alumnos dos horas semanales en el uso del computador (horario), se centró en las matemáticas (asignatura) y utilizó un software que permitía adaptar el nivel de dificultad de los ejercicios a cada alumno individualmente. El programa produjo efectos positivos notorios en el aprendizaje de matemáticas.
- Los programas exitosos en que el uso de la tecnología es guiado comparten diversas características importantes. Estas características incluyen: los computadores se usan en la escuela y no en la casa; los estudiantes compartan los computadores y los equipos; se centran solo en un tema como las matemáticas o el lenguaje; se coordina cuidadosamente la infraestructura, el contenido y los recursos de capacitación de los maestros; se insiste en que los ejercicios coincidan con el contenido del curso, y se proporciona apoyo técnico para ayudar a los alumnos a utilizar adecuadamente el software.
- El diseño y despliegue de programas de aprendizaje asistidos por tecnología es crítico. El uso de esa tecnología produce los mejores resultados de aprendizaje cuando los programas comienzan con pequeñas iniciativas piloto que se pueden evaluar y luego llevar a escala, si se observa que son efectivas.
- Los programas en que el uso de la tecnología es guiado tampoco son la panacea. Para lograr resultados positivos, estos programas deberían ser cuidadosamente diseñados, implementados y monitoreados. En cierto sentido, los programas guiados son similares a los sistemas de posicionamiento global (GPS). En general, un GPS puede ser un instrumento efectivo, pero si lo utilizamos sin mapas actualizados, nos puede llevar por rutas equivocadas y hacernos perder tiempo. De la misma manera, los programas guiados de aprendizaje con tecnología pueden ser efectivos, aunque si están mal diseñados también pueden ser perjudiciales para el aprendizaje de los estudiantes.
En resumen, en el metaanálisis se muestra que si bien es cierto que el uso de la tecnología no soluciona todos los problemas en educación, sí puede mejorar el aprendizaje de los estudiantes cuando se implementa con una visión clara y se usa efectivamente.
Al emplear este enfoque, los gobiernos, el sector privado, las organizaciones no gubernamentales, el BID y otros bancos de desarrollo pueden diseñar y llevar a cabo programas en América Latina y el Caribe que ayuden a los alumnos a aprender.
Esto fortalecerá las habilidades de la generación actual de estudiantes para que estén preparados para afrontar los desafíos profesionales del siglo XXI.
Esta historia forma parte de las evaluaciones de impacto del Panorama de la Efectividad en el Desarrollo, una publicación anual que resalta las lecciones y experiencias de los proyectos y evaluaciones del BID.
Descargue aquí el estudio completo “El BID y la tecnología para mejorar el aprendizaje: ¿Cómo promover programas efectivos?“.
Acerca de los autores:
Elena Arias es asociada senior en la División de Educación del Banco Interamericano de Desarrollo.
Julián Cristia es especialista líder en el Departamento de Investigación del Banco Interamericano de Desarrollo.
Iris Dice
El exito de los estudios a distancia depende de la riqueza de bibliografia que el estudiante reciba, asi como de su enfoque en determinar la materia de estudio el intercambio de información y criterios diferentes.
Nelson Dice
Excelente artículo. Sumamente interesante y muy completo 🙂 Muchas gracias por compartir!