El espectáculo de Madonna en Río de Janeiro el pasado 4 de mayo desencadenó un impacto económico sin precedentes al atraer a aproximadamente 150.000 visitantes extranjeros para el concierto gratuito en Copacabana.
Festivales musicales de esta magnitud no solo son una experiencia cultural, sino que también impulsan la economía local en todas las etapas de la cadena de valor de la industria creativa. “Este evento sin duda será uno de los mayores acontecimientos internacionales que Río haya presenciado. No solo impulsará nuestra economía, sino que también atraerá turistas de Brasil, América Latina y de todo el mundo”, declaró la secretaria de Turismo de la ciudad, Daniela Maia.
Los festivales son mucho más que simples eventos culturales; son motores económicos que impulsan el desarrollo local y regional. Desde la activación del turismo nacional e internacional, hasta la gastronomía y la industria hotelera, estos eventos multitudinarias no solo ofrecen entretenimiento, sino que también generan ingresos significativos para las ciudades anfitrionas.
¿Cuáles son los beneficios de los festivales?
Inyección directa de capital
Uno de los impactos más evidentes de los festivales en la economía local es la inyección directa de capital que traen consigo. Los asistentes gastan en boletos de entrada, alojamiento, alimentos y bebidas, transporte, souvenirs y otras actividades relacionadas con el evento. Este flujo de ingresos no solo beneficia a los organizadores del festival, sino a toda la cadena de valor del ecosistema creativo local.
Un ejemplo son los principales festivales de música en España en 2023. El Primavera Sound, celebrado en Barcelona y en Madrid, tuvo un impacto económico estimado de €150 millones en cada una de estas ciudades en su edición de 2023, convirtiéndose así en la cita que más dinero generó durante el año referido. Le siguieron el Mad Cool y el Sónar Barcelona. Se estima que los carnavales y festivales en ALC producen ingresos anuales por más de US$124.000 millones. (BID, 2022)
La inversión estatal en este tipo de eventos ha sido objeto de debate en varios países. Sin embargo, en el caso particular del concierto de Madonna, la colaboración público-privada ha demostrado ser fructífera al inyectar la impresionante suma de US$57 millones en la economía de Río con un ROI de 363%. Esto subraya el impacto tangible de las industrias creativas, que van más allá de lo meramente simbólico y actúan como motor de desarrollo económico para las ciudades.
En el Carnaval de Barranquilla, en enero de 2020, la inversión de US$4,6 millones se tradujo en US$108 millones en ganancias, una multiplicación de 23 veces la inversión inicial (BID,2022), un ROI de 2,247%.
Estímulo del sector turístico
Se estima que 150.000 turistas llegaron a causa de este recital. Los festivales a menudo atraen a visitantes de fuera de la ciudad, lo que proporciona un impulso adicional al sector turístico local. Las personas que viajan para asistir a un festival tienden a quedarse más tiempo y a explorar la ciudad y sus alrededores, lo que aumenta la demanda de servicios turísticos y contribuye a la diversificación de la economía local. Además, algunos asistentes pueden regresar en el futuro para visitar la ciudad nuevamente o recomendarla a otros, lo que establece un flujo constante de turismo a largo plazo.
Fomento del comercio local
Los festivales ofrecen una plataforma única para que los comerciantes locales muestren y vendan sus productos y servicios. Los mercados de artesanías, puestos de comida y stands de productos locales son elementos comunes en muchos festivales, lo que brinda a los negocios la oportunidad de llegar a una audiencia más amplia y aumentar sus ventas. Además, los festivales pueden ayudar a promover la identidad cultural de una comunidad, lo que puede ser un punto de venta importante para productos y servicios autóctonos. Según reporta el Semanario Perfil, Madonna llegó a Río el lunes 29 de abril y se hospedó en Copacabana Palace. Desde ese día la zona se llenó de fans lo cual benefició a los negocios de los alrededores.
Generación de empleo temporal
La organización y ejecución de un festival requiere una gran cantidad de mano de obra, desde la preparación del sitio y la seguridad hasta la venta de entradas y la prestación de servicios al cliente. Como resultado, los festivales crean empleo temporal para trabajadores locales y proveedores de servicios. Esta creación de empleo no solo proporciona ingresos adicionales para los residentes de la zona, sino que también impulsa la economía en sectores como la hotelería, la restauración y el entretenimiento.
Algunos medios de comunicación han estimado que, en el caso de Madonna, se invirtieron US$9 millones en servicios conexos para que la ciudad pudiera estar preparada para recibir la cantidad de personas que recibió. Esa inversión genera empleo temporal que incluye todos los sectores operativos que hicieron posible el éxito de este emprendimiento público – privado.
Un buen ejemplo de esto son las actividades del Teatro Manaos que, gracias al Festival Amazonas Opera, generó la apertura de hoteles, restaurantes y tiendas de instrumentos, y ahora la ciudad es puerto de parada de cruceros internacionales que hacen coincidir su visita con el Festival, el cual reúne hasta 10.000 espectadores por año. Con los US$100.000 con los que se organiza el evento (de los cuales 76% provienen de recursos gubernamentales y 24% de patrocinios privados), se generan 578 puestos de trabajo, mientras que la industria del juguete, que en Manaos recibió en 2019 un apoyo gubernamental de 4.5 millones de dólares, sólo empleó a 201 personas. (BID, 2022)
Una situación similar sucede durante el Carnaval de Barranquilla en Colombia, un evento que recibe más de 2 millones de visitantes (89% son nacionales y 11% extranjeros) y que genera 55.000 puestos de trabajo. Otro ejemplo es un evento emblemático en México, la Feria de San Marcos, en Aguascalientes, que en 2018 generó US$ 390 millones congregando a cerca de 8 millones de asistentes y creando más de 9.000 empleos. (BID, 2022)
Promoción de la marca país
Los festivales tienen un impacto duradero en la percepción de una ciudad como destino turístico y lugar para hacer negocios. Los eventos exitosos aumentan la visibilidad de una ciudad a nivel nacional e internacional, atrayendo a medios de comunicación, turistas y potenciales inversores. Esta exposición positiva puede ayudar a mejorar la imagen de la ciudad y atraer inversiones a largo plazo en sectores clave como el turismo, la tecnología y las industrias creativas.
Desde el BID trabajamos para fomentar el binomio Cultura + Ciudad, ya que estamos convencidos de que una ciudad que incorpora a las industrias creativas desde la génesis de la planificación urbana con un enfoque intersectorial tiene mayor impacto en el desarrollo sostenible y la inclusión social, y sirve como vehículo de innovación y experimentación cultural para los entornos urbanos.
Conoce más sobre las nuevas tendencias en festivales y marca país, en los siguientes links:
https://publications.iadb.org/es/carnavales-y-festivales-tendencias-y-estrategias-digitales-arte-cultura-y-nuevas-tecnologias-enTurismo y marca país: tendencias y estrategias digitales: arte, cultura y nuevas tecnologías en América Latina y el Caribe (iadb.org)
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