Una visión compartida de ciudad
Las calles son el escenario natural en el cual se presentan y reflejan las características, procesos e interacciones de la sociedad. Son espacios vivos en movimiento y transformación que tejen distintas visiones que van desde la arquitectura, movilidad, servicios, salud y seguridad, hasta el conjunto de actividades humanas que se desarrollan en esos sitios. Al ser ámbitos complejos y dinámicos en constante (re)definición es evidente que no existe una sola solución para sus desafíos actuales. Por eso, para pensarlas y diseñarlas, se vuelve necesario un acercamiento integral que considere los diferentes aspectos de la vida urbana y que valore el conjunto de sus interacciones e interdependencias. Un enfoque que vaya más allá de la infraestructura, edificios y materiales y que sepa complementar las mejorías de los elementos físicos del espacio con sus dimensiones sociales y culturales.
En este sentido, estimular e incluir una perspectiva cultural se vuelve esencial para el diseño de cómo se experimenta la vida en la ciudad. Incitar la creatividad, la herencia cultural y las características identitarias de cada lugar no sólo refuerza de manera eficaz el sentido de pertenencia de sus pobladores sino que promueve su participación y sentido de responsabilidad cívica. El diseño urbano reforzado y en diálogo con una estrategia cultural, aceleran la incorporación de significados comunitarios y colectivos a espacios públicos, mismos que fortalecen el tejido social.
Así, la Nueva Agenda Urbana el informe que la ONU aprobó en 2016 en Quito durante la reunión Habitat III reconoce que “la cultura y la diversidad cultural son fuentes de enriquecimiento para la humanidad y hacen una aportación importante al desarrollo sostenible de las ciudades, los asentamientos humanos y los ciudadanos empoderándolos para que desempeñen una función activa y singular en las iniciativas de desarrollo.” Pensar en mecanismos para introducir elementos que fomenten la diversidad cultural y creativa en los procesos de planificación urbana cataliza la generación de una visión compartida de nuestras calles. Nos lleva a imaginar juntos cómo queremos vivir la ciudad.
La Central
Durante décadas las ciudades fueron pensadas y diseñadas de forma segregada, dando prioridad a los automóviles y, muchas veces, limitando el acceso a los espacios públicos. Lo que afecta directamente la calidad de vida de sus habitantes. En nuestros tiempos, y considerando el acelerado crecimiento de nuestras ciudades en América Latina y el Caribe, se hace urgente e impostergable repensar colaborativamente nuestras urbes para darle prioridad a la vida pública: es decir la forma en la que queremos vivir y experimentar nuestras calles, barrios y ciudades.
En este contexto, la ciudad de Panamá tiene importantes desafíos. La grave congestión vehicular, su limitada oferta de transporte público y sus escasos espacios peatonales representan diariamente una amenaza para la productividad, la convivencia y la calidad de vida de los panameños, haciéndose realmente necesario un cambio de paradigma: promover una ciudad más amable, caminable y que comparta sus espacios públicos a través de la participación y el compromiso de todos.
Uno de los principales desafíos urbanos de la ciudad es repensar lo que sucede en el corazón del corregimiento de Santa Ana, específicamente en el punto de encuentro entre la Avenida Central y la Avenida B en los alrededores de la rehabilitada Plaza 5 de mayo. En esta intersección, los vehículos particulares, el transporte público y los peatones compiten diariamente por el uso de la calle y del espacio, convirtiéndola en una zona de conflicto para la movilidad.
Sin embargo, esta zona tiene un gran potencial de ser la conexión de la ciudad con su centro histórico, de transformarse en un polo comercial y cultural de encuentro ciudadano, aprovechando su cercanía con importantes atractivos tales como la Peatonal, la Zona Paga de Metrobús, el Metro de Panamá, la Plaza de los Mil Días, la Plaza José Ramón Cantera, el Museo Afroantillano, el Museo de Arte Contemporáneo, la puesta en valor del Museo Antropológico Reina Torres de Araúz (MARTA) y el nuevo mercado de artesanos.
Tomando en cuenta el valor estratégico de este sector —y en el marco de los 500 años de la fundación de la ciudad— el Lab Ciudades, la División de Transporte y la Gerencia de Conocimiento, Innovación y Comunicaciones del BID, de la mano con el Municipio de Panamá, la firma Ciudad Emergente, la organización cultural Via Plural, la asesoría de Gehl Architects, buscan desarrollar una visión sostenible e innovadora para la zona. Para ello, llevarán a cabo un experimento urbano de carácter temporal llamado“Panamá Camina: comparte la Central” que tendrá lugar entre el sábado 17 de noviembre y el domingo 16 de diciembre de 2018.
Esta intervención de corto plazo utilizará el mobiliario urbano, la colaboración ciudadana y la creatividad para promover el uso peatonal en el sector y crear un espacio de encuentro para todos –peatones, ciclistas, vehículos particulares y transporte público. Antes, durante y después de la intervención, se medirá el impacto sobre problemáticas urbanas y sociales del sector, las percepciones ciudadanas y la afluencia de usuarios, permitiendo a las autoridades locales evaluar sus resultados y planificar acciones a largo plazo.
Creatividad para imaginar un mejor espacio urbano
Esta intervención, desde su concepción, busca a través de un componente cultural y creativo, involucrar activamente ala ciudadanía en el proceso de imaginación del espacio urbano. Del 17 de noviembre al 16 de diciembre 2018, La Central se convertirá en el escenario de un abanico de más 250 artistas que mostrarán el talento creativo y diverso que existe en Panamá. Se vivirá una diálogo multicultural sensorial compuesto de arte, diseño, literatura y una variedad de expresiones musicales y danzas.
La articulación de la programación cultural y comunitaria dinámica, inclusiva y flexible, con las actividades urbanas planteadas, activará el territorio y vinculará lo social, lo espacial y lo cultural. Se pretende mostrar las múltiples posibilidades que este espacio público ofrece como lugar de confluencia para la creación y difusión artística, así como para la libre expresión, inclusión, vinculación comunitaria y reflexión. Esta confluencia al aire libre de creatividad y talento pondrá en evidencia cómo La Central es un punto donde se encuentran la historia, la diversidad y la riqueza cultural de Panamá.
A partir de este 17 de noviembre de 2018 te invitamos a ser parte de esta extraordinaria experiencia urbana y vivir una Ciudad de Panamá creativa.¡Súmate! #PanamáCamina #ComparteLaCentral
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Autores
Juan Pablo López Gross es venezolano, arquitecto y consultor en temas de planificación urbana e innovación con más de 10 años de experiencia. Actualmente es miembro del equipo de innovación urbana LAB Ciudades de la División de Vivienda y Desarrollo Urbano del BID. Síguelo en sus redes sociales: @JuanPabloLopezG.
Andrea Ruy Sánchez forma parte del equipo de la unidad de cultura y creatividad del BID. Es maestra en Estudios Culturales y Creativos por la universidad King’s College London e Internacionalista del ITAM, México. Síguelo en sus redes sociales: @AndreaRuy.
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