Escrito por Juan Pablo Brichetti, Tomás Serebrisky, Ben Solís
Los servicios de infraestructura —agua, saneamiento, energía, telecomunicaciones y transporte— son vitales para el desarrollo de las personas y la competitividad de las empresas. Dadas las características de estas industrias (barreras a la entrada, economías de escala, efectos de red), las tarifas suelen estar reguladas y, a menudo, incluyen subsidios que garantizan un acceso asequible a los usuarios más vulnerables.
Son diversas las razones por las cuales las tarifas reales de los servicios públicos pueden variar. Por ejemplo, pueden incrementarse por incluir mayores costos de inversión y operación —que se traducen en mejoras en la cobertura y calidad de los servicios— o por la focalización de subsidios, es decir, que los usuarios de mejor condición socioeconómica paguen una mayor tarifa.
Por otro lado, mecanismos de reajuste tarifario por efecto de la inflación pueden contribuir a mantener el nivel real de las tarifas; mientras que estas pueden reducirse, entre otros motivos, por efecto de ganancias en productividad que se trasladan a los usuarios finales en cada fijación tarifaria.
Especial atención debe prestarse a los dos últimos años donde convergieron la pandemia del COVID-19 (que vino acompañada por congelamientos en las tarifas para evitar una mayor afectación de la población) y un incremento significativo en la inflación en la mayoría de los países a causa del contexto internacional. En muchos casos, la confluencia de ambos factores ha ocasionado una reducción de valor real de las tarifas de servicios públicos.
Tarifas de servicio: ¿Cuánto han cambiado?
Para analizar la evolución de los precios residenciales de los servicios públicos en la última década utilizamos la información de los Índices de Precios al Consumidor (IPC) de siete países de la región: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y República Dominicana.
Resulta importante señalar que presentamos la variación del precio de cada servicio en términos reales, con respecto a julio 2012. Expresar la variación de precios en términos reales permite analizar si el precio del servicio subió (bajó) más que el resto de los bienes y servicios de la economía en cada país.
Agua y Saneamiento
Los precios se mantuvieron relativamente estables al inicio del periodo analizado, con un encarecimiento en términos reales desde 2017 en la mayoría de los países. Estos servicios resultaron en 2022 más costosos en términos reales respecto del período base en Perú (14,5%), Colombia (13,3%), Brasil (10,2%) y Chile (8,1%). En República Dominicana no existió variación significativa en términos reales entre el nivel de precios observado en 2012 y 2022.
Electricidad y Gas Natural
Dos grupos de países pueden diferenciarse:
- Chile y República Dominicana, donde los precios no sufrieron variaciones significativas.
- Los otros países de la muestra, donde el precio se incrementó en términos reales.
En el caso de la electricidad, el precio se incrementó en un rango entre 7,8% en Colombia y 39% en Perú; mientras que, en gas natural, los incrementos reales de precios en Colombia y Brasil alcanzaron el 41% y 52%, respectivamente.
Transporte Urbano
En este rubro no existe un patrón homogéneo en la variación de los precios en la muestra de países seleccionados; sin embargo, existe una tendencia a la reducción del valor real de las tarifas, particularmente acentuado en los dos últimos años.
Así, tanto Brasil (-12%) como Chile (-19%) experimentaron caídas significativas en términos reales respecto de la base de comparación de julio de 2012.
Telecomunicaciones
Los precios reales de los servicios de telefonía fija, telefonía móvil e internet domiciliario han tenido una tendencia fuertemente decreciente en todos los países de la muestra analizada. Las caídas de los precios en términos reales se encuentran en un rango comprendido entre -24% en Colombia hasta -38% en Brasil.
Entender la evolución de precios
El análisis presentado sobre la evolución de los precios de servicios de infraestructura en distintos países de la región resulta de interés pues permite identificar patrones tanto a nivel de sectores como de países.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que los resultados presentados no permiten analizar el nivel absoluto de los precios (es decir, analizar el nivel de eficiencia o recuperación de costos ni hacer comparaciones tarifarias entre países). No podemos, con la información disponible, concluir que los precios iniciales o finales de los servicios eran “altos” o “bajos”.
Asimismo, las explicaciones puntuales de las variaciones de los precios deben ser analizadas caso por caso en cada sector y país (e inclusive a nivel de cada proveedor).
Lea nuestra publicación
El análisis completo, incluyendo la metodología y las fuentes de información, puede revisarse en el documento de discusión La evolución de los precios de los servicios de infraestructura en América Latina y el Caribe entre 2012 y 2022 |
Autor invitado
Ben Solís. consultor del Sector de Infraestructura y Energía del BID. Es economista por la Pontificia Universidad Católica del Perú y tiene una maestría en Competencia y Regulación de Mercados por la Barcelona Graduate School of Economics. Ha trabajado previamente en las áreas de regulación tarifaria y estudios económicos de los organismos reguladores de agua potable, saneamiento y energía en Perú.
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