“Cuando el remedio es peor que la enfermedad”, quizás todos hemos escuchado ese viejo dicho alguna vez. Pues ¿qué tal que ese remedio sea falso? Imagina que tu madre tiene un padecimiento delicado y toma disciplinadamente sus medicamentos comprados en la farmacia de la esquina, pero un día simplemente tiene una crisis inesperada. Van al médico y les dice que tú mamá ha estado tomando pastillitas de azúcar. Suena como algo totalmente inaceptable, ¿cierto? Pues en Colombia aproximadamente el 40% de los medicamentos son falsificados. En 2014, 747.000 unidades de medicamentos falsos fueron incautadas, se estima que en Colombia existen al menos 1.000 muertes relacionadas a esta causa.
Existen herramientas tecnológicas que pueden prevenir esta situación. La trazabilidad de los medicamentos desde los laboratorios hasta el paciente, a lo largo de la cadena de suministro, puede ofrecer la certeza que el medicamento recibido no es falsificado y cuenta con las certificaciones de calidad nacionales. En agosto de 2019, la División de Transporte del BID en coordinación con LOGYCA / INVESTIGACION realizó un piloto en Medellín en el que el uso de tecnología permitió evidenciar los beneficios potenciales de dar trazabilidad completa y transparente a los medicamentos.
El piloto consistió en el uso tecnologías relacionadas con el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), específicamente el uso de dispositivos de Identificadores por Radio Frecuencia (RFID, por sus siglas en inglés) en la cadena de suministro de dos medicamentos particulares. Para esto, participaron Laboratorios Laproff, fabricantes; la Cooperativa de Hospitales de Antioquia (Cohan), como distribuidora; y el Hospital La Estrella y Hospital de Caldas, como dispensarios al paciente.
Una plataforma digital llamada Genius Pharma, permitió mantener toda esa información registrada en tiempo real y sincronizada, de forma que cada actor podría consultar la base de datos para conocer las condiciones del inventario según sus respectivos intereses.
Para asegurar el éxito del piloto, se llevaron a cabo capacitaciones al personal de cada una de las entidades participantes, con el propósito de explicarles el funcionamiento e importancia de la tecnología y así, estuvieran preparados e identificados con el piloto.
Los participantes del piloto coincidieron con perspectivas muy positivas de la tecnología. Les pareció muy beneficiosa, tanto del punto de vista de salud pública como empresarial. Además, quienes estuvieron usando los equipos, concluyeron que eran fáciles de usar y que les permitiría usar su tiempo en otras tareas que generasen mayor valor a la empresa para la que trabajan.
Desde el punto de vista de la logística, se demostró que se podría tener un aumento del 36% en la fracción promedio de las órdenes que son recibidas a tiempo y completas (On Time – In full, OTIF) de hospitales y distribuidores del sector salud. Asimismo, alcanzar reducciones de un 80% en el tiempo de registro de los pedidos en distribuidores y hospitales, y la reducción en un 90% el tiempo promedio para actualizar el inventario en los actores de la cadena, asegurando que la información no cuenta con errores de fuente humana. Para la implementación de esta metodología a mayor escala es necesaria una coordinación constante entre los actores de la cadena de suministro.
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