Los últimos resultados de las pruebas de seguridad en choques realizadas por Latin NCAP demuestran que la industria automovilística debe reforzar los niveles de seguridad de los vehículos que se comercializan en Latinoamérica y el Caribe
Aunque muchos consumidores no lo saben, una gran parte de los automóviles que se comercializan en Latinoamérica y el Caribe no cuentan con estándares de seguridad homologables a los de Estados Unidos o Europa.
Esta semana, Latin NCAP presentó en Washington, D.C, los resultados de sus últimas pruebas de choque de los vehículos que se comercializan en la región para evaluar sus medidas de seguridad. Estas pruebas dan una puntuación entre 0 y 5 estrellas (la máxima puntuación de seguridad) a los vehículos evaluados. La idea es que esta puntuación sirva para informar a los consumidores sobre el nivel de seguridad de los vehículos disponibles en el mercado de forma que puedan tomar decisiones de compra más informadas para proteger su propia seguridad. Este año las pruebas incluyen un sistema mucho más exhaustivo que evalúa los niveles de seguridad tanto para los conductores como para el resto de los ocupantes del automóvil, incluidos los niños.
En esta ocasión se estudiaron dos modelos: la Pick Up Ford Ranger y el Chevrolet Sail. El primer modelo obtuvo 3 estrellas en protección para ocupantes adultos y 4 estrellas en protección de niños. El automóvil incluye anclajes ISOFIX, cinturones de 3 puntos en todos los asientos y la posibilidad de desactivar el airbag cuando se instala un Sistema de Retención Infantil (SRI) mirando hacia atrás en el asiento del acompañante. Sin embargo, el estudio señala que no ofrece Control Electrónico de Estabilidad (ESC) como equipamiento estándar.
El otro modelo estudiado, el Chevrolet Sail (un modelo muy popular en la región) obtuvo solamente dos estrellas en protección de ocupante infantil y no logró ninguna estrella en protección de ocupante adulto. Según Latin NCAP, este vehículo posee una “estructura inestable” y podría entrañar riesgo de lesiones fatales en la cabeza y en el pecho para el conductor. Aunque este modelo incluye anclajes ISOFIX para el sistema de retención infantil los fallos en la instalación de este sistema y la ausencia de cinturones de tres puntas en todos los asientos hicieron que el Sail reciba la calificación más baja posible para ocupantes adultos, según la organización (la foto que abre este post corresponde a esta prueba).
Estos resultados demuestran que aún queda un gran trecho para lograr el objetivo de la campaña “No más automóviles cero estrellas” que busca evitar la comercialización en Latinoamérica de vehículos con la mínima puntuación en estos test de choque. Esta campaña, lanzada por Latin NCAP, Global NCAP y la organización El poder del consumidor cuenta con el apoyo del BID y tiene como objetivo mejorar la seguridad vial de la región para cumplir uno de los cinco pilares de la Década de Acción de Seguridad Vial de Naciones Unidas, el de regulación vehicular, que recomienda fomentar la producción de automóviles más seguros y alentar la evaluación de automóviles nuevos.
La seguridad de los automóviles es una asignatura pendiente para Latinoamérica y el Caribe.
De hecho, los accidentes de tránsito son una de las principales causas de fallecimiento prematuro en nuestros países, ocupando el primer lugar en el grupo formado por las personas entre 5 y 14 años y el segundo para el grupo de entre 15 y 29 años. Cada año fallecen 17 personas por cada 100.000 habitantes en América y el Caribe, lo que significa que más de 100.000 personas pierden la vida cada año en nuestras carreteras. Por eso todos, sectores público y privado, estamos llamados a seguir trabajando para combatir la inseguridad vial y reducir esta cifra de muertes.
Buen articulo, muy útil para nuestro proyecto. Lo invitamos a conocer más del Observatorio Vial Inteligente (OVI) en http://www.ovi.org.ve