Por Carlos Pérez Brito*
Los proyectos de transporte urbano continúan siendo uno de los principales componentes del total de las inversiones en ciudades medianas y grandes de América Latina. Los Sistemas de Buses Rápidos con líneas dedicadas, mejor conocidos como BRT (Bus Rapid Transit) y los metros continúan expandiéndose como alternativa para reducir la dependencia de los automóviles y para resolver en parte, el tráfico que agobia a muchas de nuestras ciudades.
Sin embargo, el concepto de desarrollo basado en transporte aún se encuentra un tanto limitado, particularmente en lo que respecta al análisis y entendimiento de los impactos sociales, positivos y negativos, que las inversiones en transporte pueden generar. De la misma forma que ciertos impactos ambientales, los impactos sociales del transporte se manifiestan de diferentes formas y momentos. Algunos impactos sociales positivos tienden a manifestarse rápidamente. Entre ellos tenemos la reducción del tiempo que tomamos en los viajes, el aumento de la productividad, la reducción del número de accidentes de tránsito y mejoras en la calidad del aire. Pero existen otros impactos que por su naturaleza tienden a ser de carácter acumulativo e indirecto y toman más tiempo en manifestarse.
Existen pocos casos en la región en los que los impactos sociales relacionados con el uso de la tierra, la inclusión social, la regeneración urbana, la gentrificación y los impactos en la salud hayan sido bien estudiados y documentados. Tres temas son vitales en esta discusión: la gentrificación, el acceso y la equidad, y la asequibilidad. Por ejemplo, el tema de la gentrificación urbana, entendida como el proceso de cambio residencial en el que los vecinos son desplazados como resultado del cambio del uso de la tierra o la regeneración de zonas urbanas y las estrategias para incrementar la densidad de población a través del desarrollo urbano mixto en zonas cercanas al transporte, aún es un tema pendiente de ser evaluado en buena parte de la región.
Asimismo, en términos de acceso y equidad se conoce muy poco sobre cómo diferentes grupos de población se benefician y si los medios de transporte mejoran el acceso a áreas estratégicas de las ciudades, como centros financieros, lugares de recreación y servicios básicos como salud y educación.
De la misma forma, el desarrollo basado en transporte debe incluir acciones que minimicen los costos de transporte para los más pobres y para la población con algún tipo de desventaja mejorando la asequibilidad del transporte en los presupuestos familiares.
Mientras en otras regiones del mundo estos temas han sido y continúan siendo estudiados, en América Latina aún forman parte de la agenda pendiente de desarrollar. Sin embargo, esto representa un reto y una gran oportunidad para el BID.
* Carlos Pérez Brito es especialista social de la División de Salvaguardias Ambientales del BID y sociólogo graduado por las universidades San Carlos de Guatemala, Loyola y Tulane de Estados Unidos.
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Ana Falu dice
Estimado Carlos Perez Brito, felicitaciones por este enfoque, hace casi tres decadas que venimos aportando en America Latina acerca de los temas criticos urbanos desde la perspectiva de las mujeres, sus derechos y necesidades especificas. El de la accesibilidad y el transporte es muy caro a sus vidas. Coincidimos en la importancia del transporte integrado para ofrecer mejor servicio a la complejidad de la vida y traslados de quienes se hacen cargo de las tareas de cuidado, por lo cual trasladan niños, adultos mayores, cuidan de enfermos, hacen gestiones de todo tipo y aun asi, cuentan con trabajos que implican ingresos, o sea trabajo remunerado, la mas de las veces flexibilizado y sin seguridad social.
Felicitaciones por esta nota. Ana Falu. Experta ONU Habitat, Directora INVIHAB UNC Argentina. Presidenta CISCSA
Jose Guzman dice
Otro de los puntos importantes es tambien evaluar cual es la finalidad del proyecto de transporte. Creo que no solamente con transporte masivo se soluciona el problema. Existen muchos factores que intervienen en la necesidad de invertir en transporte: como la estructura urbana, la mezcla (o no) de usos y la caminabilidad.
Creo que este ultimo punto es importante porque influye mucho la forma como estan hechas las calles y como estas calles junto con los usos permiten a los ciudadanos reducir la necesidad de movilizarse grandes distancias.
Por ultimo, en Latinoamerica deberian empezar a trabajar en leyes que externalicen el costo real de tener un carro y dejar de subsidiar el uso del vehiculo en la ciudad.
Carlos Perez-Brito dice
Estimada Ana Falu.
Muchas gracias por tus comentarios y agradezco que te hayas tomado el tiempo de leer la nota. El tema de género es vital. En el BID tenemos una política activa de género y desarrollo y estamos comprometidos por lograr que el desarrollo basado en transporte integre la perspectiva de las mujeres. Gracias por la sugerencia y muchas felicitaciones por esos 3 años de aportar al desarrollo de América Latina.
Carlos Pérez-Brito
Petrona Pèrez Brito dice
Carlos: Interesante artìculo. Pero, por lo menos aqui en Guatemala, los proyectos son politizados, sin enfoque de servicio real a la comunidad. Hasta hoy, los pocos cambios que han habido en el transporte han traido màs problemas que soluciones. Claro que vale la pena invertir en transporte, pero ùnicamente deberìan partipar en el mismo, personas con experiencia comprobada en el tema, de manera que el gasto ejecutado valga la pena y traiga beneficios a largo plazo.
Marcelo Manuzzi dice
Estimado Carlos
Me permito molestarte, para solicitarte autorización para reproducir tu nota en la revista El AutoColectivo, publicación de la Cámara Empresaria de Autotransporte de Pasajeros.
Gracias por tu atención.
Olga dice
Hola Marcelo, gracias por tu interés; por supuesto autorizamos a que publiques este post, siempre y cuando hagas mención (y pongas hiperlink) a la fuente. Agradeceríamos compartieras el link una vez publicado. Saludos!