Reducir los tiempos de viaje es uno de los grandes objetivos de política pública de cualquier agencia de movilidad. Algunas alternativas para agilizar los viajes en transporte público incluyen, por ejemplo, confinamiento de carriles exclusivos para buses, incorporación de flota adicional para disminuir tiempos de espera en estaciones y terminales, sistemas de localización GPS para gestión de flota, así como estaciones y acceso a buses al mismo nivel para evitar pérdida de tiempo en subir y bajar escalones.
Sin embargo, otra opción de menor costo que poco se emplea en nuestra región en el transporte público es el sistema electrónico de pago de pasajes (SEPP).
Aunque los modos masivos ya lo utilizan, como Transmilenio en Bogotá, Transantiago en Santiago de Chile, y Metrobús en Ciudad de México, en el transporte público tradicional, en el que nos movemos la mayoría de los latinos, predomina el pago en efectivo.
Utilizar billetes y monedas aumenta el tiempo de viaje porque los conductores tienen que cobrar y entregar cambio, y en algunas ocasiones entregar boletos impresos, además de que genera otros problemas, como la evasión tarifaria, mayor consumo de combustible, y mayores emisiones contaminantes y de gases de efecto invernadero. Una solución que se planteó en el pasado fue el uso de alcancías para que el pasajero introdujera el monto exacto de su pasaje. Sin embargo, los conductores deben verificar que el pasajero paga el monto total, y en algunos sistemas aún deben entregarles un boleto impreso, con lo que los beneficios en ahorros de tiempo de viaje se vuelven marginales.
Un SEPP consiste en utilizar un medio electrónico -como una tarjeta de banda magnética, una tarjeta inteligente sin contacto, o un dispositivo móvil- para el cobro de tarifas en el transporte público. Los SEPP integran aplicaciones de software y hardware para controlar y gestionar el recaudo del pasaje, reemplazando el uso de dinero en efectivo o de billetes / boletos de papel. El cobro puede hacerse a bordo de las unidades o en las estaciones de transporte público, utilizando dispositivos de validación, barrera de control de acceso y máquinas expendedoras automáticas. La automatización permite abordajes ágiles y la incorporación de distintos esquemas tarifarios e integración tarifaria entre diferentes sistemas de transporte público.
Los objetivos de un SEPP son los siguientes:
- Agilizar y facilitar el acceso de usuarios a los servicios de transporte
- Permitir la integración tarifaria entre distintos modos y operadores
- Mejorar el control y gestión del servicio con base en la información generada
- Dotar de mayor seguridad al proceso de recaudo
- Facilitar la focalización de subsidios o implementar reducciones de tarifa para ciertos grupos de población
Existen diversos modelos institucionales para la implementación de un SEPP. En la región de ALC se han detectado principalmente tres, que varíandependiendo si es la autoridad o los operadores -públicos y/o privados- quienes lideran el diseño del sistema y tienen la responsabilidad de la operación, mantenimiento, recaudo y reparto de los ingresos. Es recomendable que sea la autoridad quien las características tecnológicas y de seguridad del sistema, garantizando que el mapping sea propiedad del estado, con lo cual se asegura la interoperabilidad, la integración tarifaria y la futura expansión del sistema.
Te invitamos a descargar esta guía, que brinda bases generales sobre los aspectos tecnológicos, técnicos e institucionales que deben ser considerados al momento de implementar un SEPP. Debido a la multiplicidad de actores involucrados en el diseño, implementación y uso de un SEPP, la guía también aborda los principales roles y beneficios que obtiene cada uno y brinda ejemplos de experiencias internacionales. Con ella el BID busca brindar apoyo técnico a los gobiernos y tomadores de decisión de la región, diseminando conocimiento y fortaleciendo capacidades.
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