Tradicionalmente, el financiamiento de transporte público en las ciudades latinoamericanas estaba poco regulado y era prestado por pequeños empresarios independientes que operan sus propios buses. Sin embargo, en las últimas décadas muchas grandes ciudades latinoamericanas emprendieron un proceso de reorganización de sus sistemas de transporte público, partiendo de la base de que se trata de un servicio público de primera necesidad.
A partir de ese punto surgieron dos modelos de gestión. Algunas ciudades como Quito y Medellín (las menos) cuentan con servicios estructurados operados mayoritariamente por empresas públicas. Otras, como Bogotá, Santiago de Chile o México (la mayoría) optaron por un modelo mixto de colaboración público-privada, en el que existe una agencia o ente gestor de carácter público que centraliza las labores de planeación y gestión de los sistemas, mientras que la operación de los servicios es encargada a empresas profesionales que actúan bajo contratos de concesión por zonas o corredores.
En este segundo modelo, estas empresas en muchas ocasiones están conformadas por pequeños empresarios provenientes del sistema tradicional que se enfrentan al siguiente problema: en muchos casos no cuentan con canales de financiamiento adecuado para hacer las inversiones que los nuevos sistemas de transporte requieren.
En muchos casos, esta carencia de financiamiento de transporte público provoca problemas muy conocidos entre los ciudadanos, como el uso de flotas obsoletas que necesitarían ser renovadas, el incumplimiento de los estándares acordados en los contratos de operación y el deterioro de la calidad del servicio al usuario.
Además, y por si fuera poco, al tratarse de sistemas parcial o totalmente integrados, la crisis de una empresa afecta a todo el sistema de transporte de la ciudad, tanto en sus aspectos financieros como operacionales y de imagen.
Para analizar los mecanismos de financiamiento existentes y las necesidades no cubiertas de estos operadores privados de transporte público, el BID realizó un estudio analizando la situación en tres grandes ciudades de América Latina: Bogotá, Ciudad de México y Santiago de Chile. El estudio evaluó los riesgos financieros existentes, estableciendo las condiciones técnicas, económicas, comerciales, organizacionales y políticas necesarias para la generación de nuevas oportunidades de financiamiento.
El análisis muestra que la solución para generar estas oportunidades de financiamiento pasa por la adopción de esquemas de riesgo compartido entre Estado y operadores, el establecimiento de gobiernos corporativos sólidos y técnicamente asesorados, la definición de reglas claras y transparentes de operación y el establecimiento de políticas tarifarias rigurosas y confiables en el largo plazo.
El estudio también contiene recomendaciones para las instituciones financieras y las entidades públicas a cargo de la gestión de los sistemas, como privilegiar el apoyo a empresas que operen en estructuras de servicio público de transporte con fuerte regulación y control por parte de un ente gestor estatal, financiar aquellos servicios cuya operación esté debidamente delimitada en los contratos de concesión y exigir a los operadores políticas tarifarias claras y transparentes, que cuenten con mecanismos rigurosos para la fijación de las tarifas.
Para aprender más, descarga la publicación Oportunidades de financiamiento para operadores privados de transporte público: https://publications.iadb.org/handle/11319/7748
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Fabian Rocha dice
Buen día.
Solo soy un habitante de Bogotá, trabajador y estudiante. Para satisfacer mis necesidades de movilidad he optado felizmente por el uso de la bici, aún cuando llueve y a pesar de que las ciclo-rutas algunas están en mal estado y otras mal diseñadas. También hay que mencionar que la oferta de ciclo-rutas está muy sectorizada con mayor oferta para las localidades con los estratos mas altos (Norte de la ciudad).
En cuanto al sistema de transporte solo puedo decir que me causa gran impotencia ver como capítulos del programa “el chapulin colorado” hacen burla de ir en Metro hasta Jupiter y mientras tanto en Bogotá ese sueño de tener un sistema metro cada día se ve truncado por intereses de algunas corporaciones, lo cual muchos bogotanos conocemos muy bien. En cambio tenemos que hacer uso de un sistema de buses articulados que no es malo per sé, pero bajo el diseño actual donde es la principal alternativa de movilidad, se vislumbran todas las falencias de este modelo para una ciudad con casi 9 millones de habitantes, una ciudad que no ha sido planificada ya que toda su industria está al nor-occidente y su mano de obra al sur y sur-oriente, sometiendo así a la población a una baja productividad en nuestras vidas y perdidas de tiempo que, aunque no es mi caso, muchos sacrifican a cambio de estar junto a sus hijos y brindarles su compañía y colaboración.
A demás el modelo de alianza publico-privada (app) en Bogotá y en Colombia es un modelo injusto de ganancias desmesuradas para el operador privado, mientras que las ganancias de la parte pública son irrisorias. El plan que actualmente se planea para Bogotá en buses articulados (sistema transmilenio como se llama aquí) supera los 20 billones de pesos, así que aquí en Bogotá no creo cierto que hallan falencias en oportunidades de financiamiento para los operadores, ni tampoco es cierto que los operadores sean pequeños empresarios del sistema tradicional. En Bogotá nuestra mala situación de movilidad es por corrupción y un mal modelo de transporte, donde su eje principal es el de buses articulados, cuando deberíamos tener un metro (Subterraneo, no aéreo). Aquí, en Bogotá, se repite la historia del sistema férreo de Colombia, donde se inverte sin planificar en el largo tiempo, se enriquecen unos cuantos empresarios, pero el sistema cada vez colapsa mas y mas, haciendo necesario mas financiamiento para reparar lo irreparable en vez de invertir en mejoras reales. 🙁
Andres dice
Muy buen articulo! Miy informativo y muy profecional!!
Yolanda dice
Me gustaría saber como se puede acceder al financiamiento para hacer una propuesta en mi municipio, ya que soy candidata a Alcaldesa acá en Guatemala, debemos ser visionarios y no seguir con transporte obsoleto, que perjudica a la mayor parte de la población. Gracias,
Luis dice
Asunción está atrasado varias ciudades desde el año 2005 empezaron en esos sistemas de transporte y ahora están viendo otras alternativas la noticia no lo menciona pero en Ciudad de Guatemala el sistema Transmetro están bien desarrollado están por poner en marcha el metro y Aerometro