El escritor e ilustre ex primer ministro francés Édouard Herriot decía que el valor de una civilización se mide no por lo que sabe crear, sino por lo que sabe conservar. Las carreteras proporcionan la capilaridad necesaria para acceder a servicios tan básicos como la sanidad, educación, centros de trabajo, cultura, especialmente en el medio suburbano. En este sentido, invertir en preservar el patrimonio vial es una necesidad obvia. El mantenimiento vial preventivo es conveniente desde el punto de vista económico y social, ya que hace sostenibles nuestras inversiones públicas reduciendo costes futuros que la sociedad tendría que asumir, previniendo además accidentes y aumentando la confiabilidad al servicio.
Pero, ¿qué tal si pudiésemos implementar un sistema de conservación competitivo y eficiente, que además contribuyese a la reducción de la pobreza, a la inclusión laboral de sectores desfavorecidos de la población, a luchar contra la desigualdad de género y a evitar la despoblación del medio rural? No, esto no es ciencia ficción, ni reflejo de un complicado paper económico basado en una utopía. El FOMAV o Fondo de Mantenimiento Vial de Nicaragua es un ente autónomo del estado creado para garantizar la conservación del patrimonio vial. El FOMAV cuenta con 57 empleados, que con unos reducidos costos operativos del 3,5% gestionan un presupuesto medio anual de US$36 millones* provenientes de un impuesto sobre el combustible, para mantener 3.600 km de vías mediante contratos con empresas en Nicaragua.
Algunos de los aspectos más destacados son que el 42% del personal del FOMAV son mujeres y superan el 50% en los puestos técnicos y gerenciales. Cuando le preguntamos a la Ingeniera Karen Molina, Directora Ejecutiva sobre las medidas adoptadas para lograr estas cuotas de género, en un sector donde la participación de la mujer difícilmente supera el 15%, respondió contundentemente: aplicar absoluta imparcialidad en los procesos de selección.
El asunto más innovador y socialmente responsable se refiere a la contratación de los servicios de mantenimiento rutinario como la limpieza de cunetas, drenajes y señalización vial, labores de emergencia, que son adjudicadas a microempresas asociativas, creadas hace 14 años bajo el amparo del Ministerio de Transporte e Infraestructura, para paliar los altos índices de desempleo en zonas rurales. En 2010, cumpliendo con su compromiso de desarrollo social, el FOMAV adoptó los servicios de dichas microempresas implementando una serie de reformas en su constitución y funcionamiento para mejorar la eficiencia del servicio y amplificar sus impactos sociales. Estas son algunas de las medidas adoptadas:
Las microempresas tienen un máximo de 12 personas, mayores de edad, con un mínimo de dos mujeres – aunque lo habitual es que sean tres o más – y con no más de dos miembros por familia, incentivando así la participación y diversidad. Generalmente son campesinos que practican agricultura de subsistencia con oportunidades laborales reducidas y no pueden ser profesionales. Tienen que vivir cerca de las vías, asegurando así su disponibilidad inmediata en caso de emergencia y fácil acceso a la vez que se incentiva la permanencia en los lugares donde siempre habitaron.
La contratación se hace por niveles de servicio, no se paga por horas o actividades sino por el cumplimiento de servicios como limpieza de obstáculos, altura de la vegetación y estado de los drenajes. Promueven así la eficiencia, la responsabilidad colectiva, y proporcionan flexibilidad para organizar las labores de manera que puedan compaginar sus tareas tradicionales con las de mantenimiento. Son microempresas autogestionadas, para ello se ofrece un programa anual de capacitación en administración, seguridad y salud, medio ambiente, género, etc. Reciben un salario mensual competitivo que les ayuda a mejorar su nivel de vida y poder planificar su economía, lo que difícilmente logran con las actividades previas cuyos ingresos son difíciles de prever .
Los resultados son tangibles. Los niveles de servicio contratados con las microempresas se están cumpliendo y los costos son significativamente inferiores. Hay empresas privadas que están empezando a contratar las microempresas que han pasado de 32 en 2010 a 54 en 2012. Dos, están integradas exclusivamente por mujeres como la de Yacihualt Mujeres Guerreras. Las microempresas contribuyen a la inclusión económica de sus miembros, empoderándoles, dándoles confianza y capacitación para superarse y mejorar en sus actividades de siempre o buscar otras nuevas. Muchos han concluido sus estudios (algunos universitarios), ayudándoles a insertarse en el mercado laboral y posibilitando el acceso a nuevos microempresarios. Se genera un círculo virtuoso para superar la pobreza.
Cuando se lanzó la nueva imagen corporativa del BID participé en la realización de un video promocional donde me preguntaron cómo creía que nuestro trabajo podía contribuir a mejorar vidas. Pues bien, un magnífico ejemplo es ayudando a mejorar vías. El BID apoya tanto técnica como financieramente** al FOMAV en su excelente labor.
* El presupuesto medio anual de FOMAV es de US$45 millones, de los cuales por ley deben transferir el 20% a las municipalidades para que ellas mantengan directamente sus vías urbanas.

** Programa de Apoyo al Sector Transporte I, II y III (préstamos 2427/BL-NI; 2840/BL-NI y 2979/BL-NI, respectivamente).
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Excelente mensaje…grato.
Es cierto que las microempresas son una solución para todos los problemas que se comentan en el artículo, pero ahora puedo observar que las mismas requieren mas apoyo, tanto técnico como en provisión de equipos para incentivar el crecimiento y dar mayor valor al trabajo que realizan. Por ejemplo en Bolivia, por iniciativa propia, algunas microempresas compraron equipos pequeños con los cuales mejoraron sus rendimientos o incrementaron algunas actividades a sus tareas habituales, como el pintado de señalización horizontal, o el bacheo superficial de emergencia, que en mas de una ocasión salvaron de apuros a la Administradora Boliviana de Carreteras. Creo yo que es tiempo que en lugares donde ya se tiene consolidadas las microempresas, se de un segundo paso, brindando apoyo técnico tanto con formación a los obreros como con créditos para la compra de equipos, para que estas microempresas sigan creciendo.
Gracias por tu excelente comentario. Coincido contigo en que se puede ir un paso más allá y apoyar a aquellas microempresas que lo deseen a prepararse para adoptar tareas más complejas como las de mantenimiento periódico. Sin embargo las que realizan labores simples de mantenimiento rutinario, que no require especialización, cumplen un objetivo que a mi juicio habría que preservar. Los microempresarios encuentran en el programa el primer paso para ganar la confianza y los conocimientos mínimos que les permiten habrirse nuevos horizontes que no tienen porque estar relacionados con el mantenimiento, posibilitando el acceso nuevas personas a este círculo virtuoso.
Interesante artículo. Ojalá se llevara a cabo este tipo de proyecto en muchos países de América Latina.
Me agradaría que en la República Dominicana implementáramos un fondo como el FOMAV, pues aquí muchas carreteras se deterioran en dos a tres años, en muchos trayectos, porque el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones no hace el bacheo por ejemplo.
Excelente articulo. Respecto a las estrategias administrativas que tienen un impacto en el desarrollo económico de la población vulnerable considero que esta es una estrategia ejemplar. Sin embargo, creo que todos debemos contribuir para hacer que los funcionarios públicos dimensionen de manera correcta el impacto que sus acciones y sus omisiones tienen en la vida de todas las personas, ya que muchas veces la falta de un puente en optimo estado, una vía deteriorada, etc, pueden causar la muerte de personas frágiles e inocentes, como si la vida de los demás no valiera nada. Al respecto los invito a leer la siguiente reflexión basada en un caso de la vida real. Si les gusta lo pueden compartir con sus familiares y amigos: “La ciudad que olvidó llorar sus muertos” En: http://blog.fundacionbogotamia.org/2014/04/la-ciudad-que-olvido-llorar-sus-muertos.html
Gracias Raul, mejor no pudo ser.Extraordinario!!!. Humildemente estamos dispuestos a ofrecer ayuda en este aspecto, para que otros colegas repliquen la experiencia. Una vez mas, gracias.
Excelente articulo asi como mejoran las vías estan generando mas empleo que buen articulo, estas nuevas vías nos servirán mucho nuestros carros no se deterioraran y serán los viajes mas rápidos por ejemplo donde prestan servicios de transporte las encominedas y demas servicios prezstados por esta empresa llegaran a corto tiempo. un saludo
Sobre esto tengo un ejemplo muy claro, pues yo hace seis años tomaba autobuses públicos cada 30 minutos más que en la actualidad para viajar desde la ciudad de Burgas, en la costa del Mar Negro en Bulgaria, una pequeña población, el sur de Malko Tarnovo.
El tiempo de viaje se ha reducido a lo largo de esta ruta de 62 kilometros gracias a las mejoras a lo largo de la carretera principal – ofreciendo a todos los residentes un mejor acceso a los servicios, especialmente la asistencia sanitaria. La nueva carretera también ha mejorado el acceso a la ciudad, estimulando la actividad económica con la duplicación de turismo en la zona.
Cabe señalar que cuando Bulgaria se convirtió en miembro de la Unión Europea en 2007, también se convirtió en elegible para recurrir a subvenciones de la UE para construir y modernizar su infraestructura, incluyendo carreteras.