Hace algunas semanas el mundo conoció a Graham, el único hombre que sería capaz de sobrevivir a siniestros de tránsito. Dentro de sus características se incluyen el no tener nariz ni orejas, tener un rostro cubierto de excesivo tejido adiposo, unas rodillas que pueden moverse hacia cualquier dirección, entre otras singularidades. El caso es que nuestro curioso amigo no es real sino más bien un proyecto artístico-científico desarrollado en Australia como parte de una campaña de seguridad vial.
Como evidentemente no somos Graham (y probablemente no queramos ni vayamos a serlo), debemos actuar en función de lograr carreteras más seguras e inclusivas. En América Latina y el Caribe se presentan más de 100.000 muertes y 5.000.000 de víctimas relacionadas con siniestros de tránsito. Estas alarmantes cifras representan un gran desafío para los gobiernos de la región y son precisamente retos que requieren ser abordados con medidas cada vez más estratégicas e innovadoras.
¡La buena noticia es que sí tenemos experiencias exitosas por destacar! El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Asociación Española de la Carretera (AEC) realizaron una serie de publicaciones denominadas “Diagnóstico de seguridad vial en América Latina y el Caribe” en las que se presentan las experiencias de éxito que se han puesto en marcha para la reducción de la siniestralidad o para la mejora de determinados aspectos relacionados con la seguridad vial. El estudio se enfocó en el análisis de los cuatro factores principales que inciden en la atención de la seguridad vial: infraestructura, humano, vehículo, y marco institucional, legal y de control.
En estas publicaciones encontramos iniciativas como la profesionalización de conductores de taxi en Argentina, manuales para el tratamiento de puntos negros en Chile o una campaña de inteligencia vial en Colombia. En definitiva, es primordial dar a conocer todas las prácticas exitosas implementadas en la región con el fin de que estas puedan ser replicadas por otros países y abordar la problemática desde el aprendizaje colaborativo entre los gobiernos latinoamericanos y caribeños.
En ese sentido, otro esfuerzo regional destacable es el de “Gobernarte 2016: Premio Eduardo Campos”, un concurso sobre innovación pública para gobiernos subnacionales (estados y municipios) que en su cuarta edición ha abierto una categoría sobre seguridad vial y movilidad. Los gobiernos interesados en postular tienen tiempo hasta el próximo 5 de setiembre de 2016 y pueden hacerlo en alianza con otros gobiernos subnacionales, instituciones públicas, la academia, el sector privado o la sociedad civil.
Toda la información sobre el premio, los requisitos y el formulario de postulación se encuentra en el sitio web www.iadb.org/gobernarte. Cualquier consulta puede ser dirigida al correo electrónico: gobernarte@iadb.org.
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* Por Jean Pierre Mora Casasola y Marisela Ponce de León
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