Conducir no es un juego de niños. Nos enseñan a hacerlo con precaución desde el principio cuando nos preparamos para obtener el carnet de conducir: respetar las señales de tránsito, mirar los semáforos, las prioridades en las intersecciones, y mucha concentración, entre otras. Las lecciones son muy didácticas: cuando te subes al auto, lo primero es ponerte el cinturón, ajustar el asiento y los retrovisores y comprobar que los pasajeros lleven también puesto el cinturón. Y si hay niños asegurar que estén debidamente protegidos con el Sistema de Retención Infantil (SRI) apropiado a su peso y edad… un momento, ¿es necesario cambiarle de asiento según su edad y peso? ¿Nos han enseñado bien cómo proteger a los más pequeños?
Los datos hablan por sí solos: en América Latina y el Caribe, la accidentalidad vial es la primera causa de muerte prematura para el grupo de 5 a 14 años y la segunda para el grupo de 15 a 29 años. En la región, cada día mueren 23 niños menores de 14 años por accidentes de tránsito. Si se aplicaran las mismas acciones de seguridad vial que en los países más desarrollados, se podría reducir hasta en un 75% el número de fallecimientos de niños. Se podrían salvar las vidas de más de 5.000 niños cada año.
Existen acciones relativamente fáciles de implementar que pueden tener un alto impacto en poco tiempo, como por ejemplo establecer la obligatoriedad del uso de los SRI. Sin embargo, todavía hoy ningún país de la región dispone de un marco normativo completo que establezca esta obligatoriedad a nivel nacional. Los escasos avances en la adopción y fiscalización de políticas que reglamenten el uso de sistemas de seguridad, una escasa divulgación y discontinuidad de las campañas de concientización son varias de las razones que expliquen esta situación.
Promover la seguridad vial infantil con los Sistemas de Retención Infantil (SRI)
En colaboración con la Fundación MAPFRE, la Fundación Gonzalo Rodríguez y el BID presentamos la publicación de Seguridad vial infantil: Uso de los sistemas de retención. Un análisis de la situación en América Latina y el Caribe para 17 países de la región donde se exploran los aspectos más relevantes que ayudarían a garantizar una mayor seguridad infantil.
Parte de las conclusiones del estudio establecen que el uso correcto de los SRI puede reducir las lesiones en más de un 90% en el caso de los sistemas que miran hacia atrás y en un 60%, en los que miran hacia adelante. También, se ha demostrado que mantener a los niños mirando hacia atrás incrementa su protección y que los de cuatro a ocho años corren un menor riesgo de sufrir lesiones al utilizar asientos elevadores comparados con el uso de cinturones de seguridad para adultos.
Dependiendo de la edad y el peso del niño hay diferentes tipos de SRI que pueden prevenir lesiones y muertes en los siniestros viales. Igual que se hizo en su día, y se sigue haciendo campaña por el uso del cinturón de seguridad, es hora de extender el mensaje a la protección de los más pequeños. Los gobiernos, las escuelas, los padres y la sociedad en general tenemos esta obligación. Los niños primero, porque protegerlos es responsabilidad de todos.
Descarga aquí el estudio, y cambiemos entre todos los datos.
* Claudia Bustamante ha sido Consultora de la División de Transporte del Banco Interamericano de Desarrollo, con más de 9 años de experiencia en el sector. Claudia tiene un grado de Ingeniería Civil, es Especialista en Vías de la Universidad del Cauca (Colombia) y Auditora en Seguridad Vial. Su experiencia incluye su trabajo con el Gobierno de Colombia como especialista de vías para el Instituto Nacional de Vías (INVIAS), en la Red Nacional de Carreteras y en la Agencia Nacional de Concesiones/Agencia Nacional de Infraestructura (INCO/ANI), entre otros puntos.
Jorge dice
Buenos tips