“Los drones son una herramienta fantástica para la construcción y la ingeniería. Nos permiten hacer cosas que antes no eran posibles, como tomar imágenes aéreas de alta resolución y crear mapas 3D precisos en tiempo real. Esto significa que podemos tomar decisiones más informadas y precisas sobre cómo planificar y ejecutar proyectos de construcción.” – Andrew Cameron, gerente de proyectos de construcción en la empresa de ingeniería y construcción AECOM[1].
Esta afirmación cada vez se escucha con mayor frecuencia sobre nuevas aplicaciones de drones que están transformando la ejecución de diversas tareas, que consideran desde la fotografía y el cine hasta la entrega de paquetes, pasando por el control de incendios forestales, operaciones de búsqueda y rescate, seguridad y vigilancia, cartografía y apoyo a la agricultura de precisión, inspección de infraestructuras, monitoreo ambiental y mapeo aéreo, entre muchas otras.
En la región se observa una tendencia de uso creciente de drones para diferentes aplicaciones; según el informe de la consultora MarketsandMarkets[2], el mercado latinoamericano de drones podría alcanzar los 4.400 millones de dólares para el año 2022, con una tasa de crecimiento anual compuesta del 24,6% entre 2016 y 2022. Otros estudios indican que el mercado de drones en América Latina podría alcanzar los 7.000 millones de dólares para el año 2025. Brasil, México, Argentina, Colombia y Perú lideran su uso, principalmente en temas relacionados con agricultura.
Específicamente para la industria de la construcción y la infraestructura, el mercado de drones en la región alcanzaría los 250 millones de dólares para el 2025, impulsado principalmente por la demanda en sectores como la construcción, energía y minería, considerando el apoyo que estos ofrecen al: (i) poder inspeccionar lugares de difícil acceso o peligrosos de una infraestructura terminada o de una obra en proceso, (ii) mejorar el proceso de inspección y detectar problemas o retrasos para una rápida corrección, (iii) pueden crear mapas detallados de la obra, lo que ayuda en la planificación y prevención de problemas; y (iv) pueden realizar inspecciones detalladas y en tiempo real de los materiales de construcción y el equipo, mejorando la calidad del trabajo y reduciendo costos asociados a errores. Existen también otros dos retos donde el uso de los drones tiene un impacto moderado, que corresponden a: (v) la sostenibilidad, al minimizar las interferencias con el medio ambiente y disminuir la contaminación; y (vi) los litigios, al suministrar información fidedigna y exacta que apoye los procesos. Lo anterior, tiene un impacto directo en la reducción en los costos de planificación y ejecución con la identificación de las condiciones del terreno y sus riesgos asociados. Igualmente, se tienen incrementos en la precisión de las mediciones, identificación de deficiencias en la infraestructura frente al cumplimiento de los contratos y se espera que a futuro, mediante su integración con modelos como CAD o BIM, pueda hacer seguimiento automático del alcance y cumplimiento en la ejecución de las obras, teniendo documentación fotorrealista de cada paso del proceso constructivo.
A pesar de los beneficios, la adopción de esta tecnología en ALC ha sido lenta. Según una encuesta realizada en 2022 por la unidad de ‘Drone Powered Solution’ de PWC, solo 4 de cada 10 grandes empresas de construcción han incorporado tecnología BIM y drones. Entre las causas principales se encuentran la falta de conocimientos en el manejo de drones o el posterior tratamiento de la información; poca voluntad del contratante de pagar por los costos asociados a la implementación de la tecnología en el proyecto, especialmente en proyectos pequeños; la ausencia o la inadecuada regulación respecto de los permisos de operación principalmente sobre ciudades; y la falta de incentivos por parte de todos los actores que intervienen en el proceso, ya que muchas veces el cliente no valora, ni esta presto a pagar por su aplicación.
Algunos proyectos destacados en la región donde se ha hecho uso de drones con diferentes propósitos son:
- En República Dominicana se realizaron vuelos fotogramétricos para el tramo de 100 km Navarrete-Montecristi y se hizo un levantamiento de caminos vecinales en 200 km;
- La construcción de una planta de celulosa en Uruguay donde se emplean para la certificación de los avances en las obras, fortalecer las comunicaciones con la ciudadanía e identificar aspectos a mejorar en seguridad o limpieza;
- La nueva infraestructura de las vías del Ferrocarril General Roca en Argentina, donde los drones se emplearon para el control de materiales difíciles de cuantificar y de su ejecución;
- La ejecución de la fotogrametría para el diseño del corredor logístico vinculado a los corredores B y Sur en Argentina;
- El paseo del Bajo Tramo B Semi trinchera, en Argentina, donde se emplearon para supervisar el avance de las obras e identificar situaciones relacionadas con el manejo de tráfico;
- Apoyo en la construcción de las torres de más difícil acceso de las líneas de transmisión de la red de energía de Colombia, velando por la conservación de las zonas protegidas y la biodiversidad de la zona;
- El control de avance y gestión remota de la obra de la Autopista La Paz – El Alto en Bolivia y;
- El Recuento de predios afectados por la construcción del metro de Lima en Perú.
Según lo expuesto por el Ingeniero Canahuate[3], en el desarrollo de las obras ejecutadas con apoyo de drones en República Dominicana, para el caso del levantamiento fotogramétrico del tramo Navarrete-Montecristi con una extensión de 100 km, se logró una reducción de 28% en costos y una disminución en tiempo de 92% en comparación con metodologías tradicionales; en el caso del levantamiento de caminos vecinales realizado para un tramo de 200 km, se obtuvo una reducción de 45% en costos y del 64% en tiempo de ejecución en comparación con metodologías tradicionales.
Como se infiere de estos ejemplos, el sector construcción ya viene incorporando los beneficios de esta tecnología como una aliada para fortalecer, agilizar y realizar con mayor precisión ciertas actividades como las de supervisión, donde se utilizan drones para el seguimiento a la ejecución de obras lineales, en la implantación de infraestructura energética y en la construcción de edificaciones puntuales. Los desafíos a superar para una mayor implementación de la tecnología se relacionan principalmente con el establecimiento de una regulación clara para todos los actores, programas de formación que permitan construir redes de proveedores de servicios que puedan ser subcontratados, y la sensibilización de los contratantes respecto de los beneficios que ofrece la tecnología, entre otros.
Una presentación detallada y completa de estos temas se encuentra en un estudio reciente elaborado por el BID Lab y la División de Transporte del BID con el apoyo de PwC, “Drones en la construcción: el valor que las tecnologías de drones aportan al sector de la construcción en América Latina” que recoge datos, declaraciones, estadísticas e información sobre el uso de drones, disponible para su consulta.
[1] “5 Ways Drones Are Disrupting the Construction Industry” Disponible en https://constructionexec.com/article/5-ways-drones-are-disrupting-the-construction-industry
[2] “UAV Market by Point of sale, systems, platform (Civil & commercial, and defense & government), function, end use, application, type (fixed wing, rotary wing, hybrid), mode of operation, Mtow, rang & region – Global Forecast to 2027”. Disponible en https://www.marketsandmarkets.com/Market-Reports/unmanned-aerial-vehicles-uav-market-662.html
[3] Canahuate, Alberto. C&L Ingeniería. Implementación de drones en levantamientos de superficies para diseño de infraestructuras. Presentación 1er Congreso Nacional de Drones & Expo 2023.
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