El 8 y 9 de octubre de 2024, Quito, Ecuador, se convirtió en el punto de encuentro para discutir el futuro del transporte en la región durante el Diálogo Regional de Políticas (RPD) de Transporte 2024, titulado “Conectando Vidas: Construyendo un Nuevo Paradigma para el Transporte”. Este evento reunió a 74 participantes, entre ellos autoridades de 17 países miembros del BID, expertos de organizaciones internacionales, la academia y representantes del BID.
El DRP es un espacio para abordar los retos actuales del transporte en América Latina y El Caribe y tuvo como propósito abordar los tres objetivos estratégicos del Banco: reducir la pobreza y la desigualdad, enfrentar los desafíos del cambio climático y promover un crecimiento regional sostenible.
Un triple desafío para el sector transporte
La estrategia del BID para el sector transporte se basa en atender un triple desafío que, a su vez, genera un triple impacto en la vida de millones de personas en la región.
1. Reducir la pobreza y la desigualdad
En América Latina y el Caribe los sistemas de transporte son esenciales para que más personas accedan a servicios básicos como salud, educación y empleo. Actualmente el 30% de los gastos familiares se destinan al transporte y un 20-30% de la población rural carece de acceso a estos servicios, resulta fundamental desarrollar sistemas inclusivos y seguros que coloquen al usuario en el centro. En la región, el 15% de las personas vive con alguna discapacidad, y uno de cada cuatro se encuentra en situación de pobreza. Aunque se han logrado avances significativos, como la implementación de sistemas de BRT, ciclovías y la inclusión de mujeres como conductoras, persisten enormes desafíos.
2. Mitigar el cambio climático
El sector es responsable del 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Si el transporte no se descarboniza, alcanzar los objetivos del Acuerdo de Paris para 2050 será imposible en ALC, incluso las emisiones podrían aumentar. Por otra parte, es necesario adaptar la infraestructura de transporte para disminuir la vulnerabilidad de la región al cambio climático. Las inundaciones y deslizamientos que ya afectan al 30% de las vías en América Latina y Caribe seguirán interrumpiendo la movilidad, limitando oportunidades económicas y profundizando las brechas sociales.. En este sentido, el BID está comprometido a movilizar inversiones para la adaptación y mejora de la infraestructura de red rural y nacional, para mitigar los efectos del cambio climático y asegurar la resiliencia del sistema de transporte, priorizando la transición hacia un sistema de transporte más limpio y adoptando tecnologías innovadoras como la electromovilidad.
3. Fomentar un crecimiento sostenible
El desarrollo de infraestructura de transporte es clave para impulsar un crecimiento regional sostenible e integración comercial. América Latina y el Caribe requiere una inversión en infraestructura de transporte equivalente al 1.4% del PIB para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, mientras que actualmente se destina apenas un 0.84%. El desarrollo de infraestructura sostenible permitirá el fortalecimiento del comercio intrarregional, dinamizar las economías, promover la integración regional. Para hacer realidad estos objetivos, es esencial contar con mecanismos de financiamiento que vinculen el sector privado para superar las brechas de infraestructura.
Este es el momento de cambiar el modelo de transporte para diseñar un nuevo paradigma que priorice a las personas y el transporte público sobre los vehículos privados, colocando al ciudadano en el centro de la planificación y asegurando que los recursos se asignen adecuadamente para cumplir con los objetivos de reducción de pobreza y desigualdad, abordar el cambio climático e impulsar un crecimiento regional sostenible.
Resultados y lecciones
Entre los resultados más destacados del diálogo, se mencionó:
- Integración del transporte con la planificación urbana y energética
Esta sinergia permite diseñar entornos urbanos crear ciudades más sostenibles y eficientes que prioricen el acceso y la movilidad, faciliten la conexión entre áreas residenciales, comerciales y servicios esenciales, a la vez que puede reducir los tiempos de traslado y mejorar la calidad de vida. Además, al alinear el transporte con las estrategias energéticas fomenta el uso de energías renovables y promueve la electromovilidad, lo que contribuye a la disminución de emisiones y al cumplimiento de los objetivos climáticos. Esta planificación integrada optimiza los recursos y crea comunidades más resilientes y conectadas.
- Priorizar las necesidades del usuario
Al comprender y atender las preferencias y requerimientos de los pasajeros, se pueden diseñar servicios de transporte más convenientes, cómodos y seguros. Mejorar la frecuencia de los servicios, ofrecer tarifas asequibles y garantizar la accesibilidad para personas con discapacidad incrementa el uso del transporte público y promueve una movilidad más eficiente. Al priorizar la experiencia del usuario, no solo se aumenta la demanda, sino que también se contribuye a la reducción del tráfico y las emisiones, promoviendo una movilidad más eficiente y sostenible.
- Explorar nuevos mecanismos de financiamiento
Innovar en el financiamiento, es crucial para transformar los sistemas de transporte y garantizar su sostenibilidad a largo plazo. Explorar modelos como tarifas por congestión o impuestos sobre emisiones puede generar ingresos adicionales que se destinen a mejorar y expandir el transporte público. Asimismo, los subsidios cruzados pueden ayudar a equilibrar los costos y asegurar accesibilidad para todos. Al incluir la contribución de los usuarios de vehículos privados se logra un enfoque más equitativo y se incentiva la transición hacia un uso más responsable de la movilidad urbana, en beneficio de la infraestructura y el medio ambiente.
- Fortalecer las alianzas público-privadas (APPs)
Las APPs han demostrado ser un mecanismo eficaz para abordar desafíos en el sector del transporte, y aprender de casos exitosos es fundamental para replicar buenas prácticas. Diversos proyectos que han evidenciado cómo estas colaboraciones pueden impulsar la inversión en infraestructura, mejorar la eficiencia operativa y fomentar la innovación. Por ejemplo, en ciudades que han implementado APPs para el desarrollo de sistemas de transporte masivo, se ha observado un aumento en la calidad del servicio y una reducción en los costos para los gobiernos. Estas experiencias resaltan la importancia de establecer marcos regulatorios claros y garantizar una comunicación efectiva entre las partes involucradas. Al estudiar y adaptar lecciones de éxito, se pueden diseñar APPs que mejoren la infraestructura de transporte, a la vez que contribuyan a un desarrollo urbano más sostenible y equitativo.
- Impulsar la integración regional y la sostenibilidad
Crear redes de transporte eficientes no solo mejora la conectividad entre países y regiones, sino que también promueve un desarrollo económico inclusivo y equilibrado. Por ello,
la integración regional y la sostenibilidad son pilares fundamentales en el desarrollo de proyectos de transporte que buscan fortalecer la productividad y la cooperación comunitaria. Estos enfoques permiten crear redes de transporte más eficientes que no solo mejoran la conectividad entre países y regiones, sino que también promueven un desarrollo económico inclusivo y equilibrado. Facilitar el movimiento de personas y bienes optimiza las cadenas de suministro y estimula el comercio intrarregional, lo que a su vez genera empleos y oportunidades económicas. Además, al incorporar principios de sostenibilidad en el diseño y la ejecución de estos proyectos, se minimiza el impacto ambiental, asegurando que el crecimiento económico no comprometa los recursos naturales. En este contexto, la colaboración entre gobiernos, sector privado y comunidades se convierte en un motor clave para alcanzar un desarrollo integral y armonioso.
Metro de Quito
Durante el evento, los participantes hicieron una visita al Metro de Quito, un proyecto que está transformando la movilidad en la ciudad y mejorando significativamente la calidad de vida de sus habitantes. Este proyecto no solo facilita un transporte más eficiente y sostenible, sino que también reduce notablemente el tiempo de desplazamiento para miles de personas. Al ofrecer una alternativa rápida y confiable, el Metro de Quito contribuye a descongestionar las vías, disminuir las emisiones de gases contaminantes y fomentar un sistema de transporte más accesible e inclusivo. Sin duda, es un ejemplo de cómo la planeación adecuada de trasporte es fundamental para tener una ciudad más conectada y dinámica.
Este compromiso con el desarrollo de la región se reafirma con la alianza establecida entre el BID y el Foro Internacional del Transporte (ITF) para llevar a cabo el próximo Diálogo Regional de Política en 2025. El evento será un espacio para profundizar las conversaciones sobre el futuro del transporte, integrando nuevas estrategias de sostenibilidad y fortaleciendo la cooperación regional.
Este diálogo marca el comienzo de un cambio profundo en el sector transporte de América Latina y el Caribe. El BID reafirma su compromiso de acompañar a los países en su transición hacia un futuro más justo, inclusivo y sostenible, siendo el transporte clave para ello. Conectemos vidas y construyamos juntos u nuevo paradigma de transporte para mejorar la vida de millones en América Latina y el Caribe.
Leave a Reply