En 2021, se implementarán y evaluarán intervenciones innovadoras en las estaciones de TransMilenio, en Bogotá, para incentivar usuarios evasores a pagar su pasaje. Las ciencias del comportamiento y sus aprendizajes serán la base de acciones comunicativas de alto impacto y de “empujoncitos” diseñados para impactar positivamente el comportamiento de los ciudadanos. De acuerdo con los resultados de la primera fase, se podrían escalar a todo el sistema, ayudando a solucionar un problema persistente en la ciudad.
Los costos humanos y reputacionales de la evasión son invaluables. En 2018, 12 personas perdieron la vida intentando colarse en el sistema.
Además, se estima que la evasión concierne el 15% de los viajes en Transmilenio, y representa pérdidas estimadas de COP$ 222 mil millones de pesos anualmente (cifras 2019). Los bogotanos atribuyen las principales causas de la evasión a factores de orden estructural (valor del pasaje, condiciones económicas de la población, problemas de la operación), cultural (falta de apropiación y de identidad frente al Sistema, falsas creencias frente a la propiedad y financiación del Sistema), e incluso político y social (asociación del Sistema con alguna administración distrital, con algún político, o el sistema de transporte como medio de desahogo en el marco de la protesta social).
Las soluciones implementadas buscan ir más allá de los métodos tradicionales de barreras físicas, control y fiscalización, para entender el porqué del comportamiento de los “evasores”. Soluciones nuevas requieren ideas innovadoras. Y en efecto, para diseñar estas soluciones, la alcaldía recibió el apoyo de equipos de investigación de universidades colombianas especializadas en ciencias del comportamiento. Todo esto fue posible gracias a la nueva dinámica de co-creación en la ciudad impulsada por el Plan Distrital de Desarrollo y materializada por el laboratorio MoviLab Bogotá de la Secretaría Distrital de Movilidad y al trabajo en sinergia con el equipo de TransMilenio, la Dirección de Cultura Ciudadana y el Grupo de Ciencias del Comportamiento del BID.
El MoviLab Bogotá: laboratorio de innovación pública en movilidad de Bogotá.
La nueva administración distrital en Bogotá impulsó el MoviLab. Se creó en 2020 como un laboratorio de innovación en movilidad en Bogotá con la idea fundamental de que “la ciudad la movemos todos”. En otras palabras, el trabajo colaborativo, la participación ciudadana y la inteligencia colectiva son la base para encontrar soluciones innovadoras para la movilidad en Bogotá.
El MoviLab tiene como objetivos:
- Impulsar una cultura y desarrollar herramientas para el uso de datos para el diseño de soluciones de movilidad
- Crear e implementar métodos de experimentación ágil para desarrollar servicios de movilidad apalancados en tecnologías digitales
- Articular los actores públicos, privados, académicos y ciudadanos para consolidar el ecosistema de innovación en movilidad de la ciudad-región.
Un equipo de la Secretaría de Movilidad de Bogotá se dedica a desarrollar alianzas a través de la publicación de “retos” (concursos). Van dirigidos a diferentes grupos de interés: emprendimientos, centros de investigación y desarrollo o universidades. Se trata de encontrar soluciones innovadoras a problemas complejos de la movilidad en Bogotá.
Los retos son variados:
- mejorar la seguridad y accesibilidad de los biciparqueaderos,
- georreferenciación de señales de tránsito,
- uso de analítica para la transformación y gobierno digital,
- ciclo-logística, incentivos al uso compartido del vehículo,
- mejora de la experiencia para los ciclistas a través de información para planear y disfrutar sus desplazamientos y
- reducción de comportamientos antisociales en el transporte público como el acoso y la evasión.
Para este último reto, el MoviLab, Transmilenio, la Dirección de Cultura Ciudadana y el BID lanzaron la convocatoria Mobility Challenge. Recibió propuestas de 5 grupos de investigación de las universidades de La Sabana, los Andes y el Rosario en Bogotá y la Universidad ICESI.
Aportes de las ciencias del comportamiento para diseñar soluciones de alto impacto
Las ciencias del comportamiento consisten en reconocer que los humanos no somos siempre racionales y a veces nos “equivocamos” en nuestras elecciones, prefiriendo opciones que no son las óptimas desde un punto de vista económico. Por esto, es importante integrar estos “sesgos” de comportamiento de los humanos en el diseño de modelos económicos y políticas públicas para maximizar su impacto.
Por ejemplo, las ciencias del comportamiento nos enseñan que los humanos tendemos a (entre otros):
- estimar la probabilidad de un evento futuro con base en ejemplos inmediatos que llegan a la mente. Una persona que conoce casos concretos de acciones sancionadoras por moras en el pago de impuestos (por experiencia propia o de su entorno) evaluará el riesgo de ser sancionado como más alto que una persona que no tiene ninguna referencia concreta de personas sancionadas. Este sesgo es conocido como la heurística de la disponibilidad.
- centrarnos en asuntos o informaciones que son más prominentes e ignorar aquellas que lo son menos. Por lo tanto, es importante conseguir que los aspectos clave de los mensajes sean visibles y prominentes y mostrarlos en el lugar y momento adecuados.
- elegir una ganancia menor en el presente a favor de un beneficio mayor en el futuro. Estea actitud está relacionada con la preferencia por una gratificación inmediata. Este sesgo es conocido como el sesgo del presente.
- subestimar la probabilidad de que nos ocurrirán eventos negativos y sobreestimar la probabilidad de eventos positivos. Por ejemplo, puede que los usuarios evasores de Transmilenio subestimen la probabilidad de que la Policía los coja delinquiendo y/o los sancione. Este sesgo es conocido como sesgo al optimismo.
Los nudges (“empujoncitos”), son aspectos de diseño (diseño físico de un objeto, vocabulario, estilo gráfico, tipo de información proporcionada, etc.). Toman en cuenta estas características y sesgos sistemáticos de las decisiones humanas para influir sobre el comportamiento de una forma predecible.
Las intervenciones de ciencias del comportamiento son diseñadas para incitar cambios comportamentales, y no para imponerlos, lo que muchas veces resulta más efectivo.
Para ello, algunas reglas básicas son:
- Usar una comunicación positiva (evitar mensajes de miedo, vergüenza o división)
- Informar e invitar a la gente a hacerse preguntas (no dar respuestas)
- Promover la auto-observación (conllevar a la gente a reflexionar sobre su propio comportamiento)
- Proponer soluciones divertidas y lúdicas (“gamification”)
Para profundizar: https://www.iadb.org/behavioral
Las 5 propuestas fueron evaluadas por un jurado compuesto por TransMilenio, la Dirección de Cultura de Ciudadana de la Alcaldía, la Secretaría Distrital de Movilidad de Bogotá, NUMO, Despacio y la División de Transporte del BID. En los próximos meses, los diseños y metodologías de evaluación serán refinadas con apoyo del Grupo de Ciencias del Comportamiento del BID y el Ámbito de Movilidad y Cultura Ciudadana de la Secretaría de Cultura. Posteriormente, se testearán como pilotos en el campo. Los resultados permitirán identificar qué propuestas tienen mayor impacto en el problema de la evasión en Transmilenio. Las más efectivas serán escaladas por Transmilenio. ¡Rendez-vous en 2021 para conocer el resultado de las experimentaciones!
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