De la estación a casa: innovando en la última milla
Imagina que terminas tu jornada laboral y debes regresar a casa. Tomas el transporte principal de la ciudad, pero al llegar a tu parada final, todavía te queda un tramo por recorrer. Este trayecto se conoce como la última milla y representa en muchas ocasiones el mayor reto en los desplazamientos urbanos.
La movilidad urbana no es solo una cuestión de infraestructura y tecnología, sino también de bienestar, seguridad y equidad. La integración modal, es decir, la conexión efectiva entre diferentes medios de transporte puede hacer la diferencia entre un viaje eficiente y uno que se vuelve una barrera o que incluso lleve a evitar el viaje por tiempos o sobrecostos.
Un ejemplo reciente que aborda este desafío es la iniciativa de UpGirl Mobility en Chile, que conecta puntos clave de la ciudad como la estación intermodal Los Libertadores, Mall Plaza Norte y Ciudad Empresarial. Este servicio, en fase de prueba, y busca ser un modelo replicable en otras ciudades de Chile, así como de América Latina y el Caribe.
Mujeres líderes para repensarlas soluciones de transporte
Uno de los aspectos más innovadores de este proyecto es como beneficia a las mujeres. No sólo se limita a integrar mujeres como conductoras, sino que se centra en la construcción de un sistema de transporte que responda a sus necesidades, preocupaciones y preferencias.
Kim Maturana, CEO y fundadora de UpGirl Mobility, nos demuestra que es clave diseñar soluciones de movilidad pensadas por mujeres para mujeres. “Lo más difícil no es solo integrar a más mujeres como conductoras, sino construir un sistema que realmente les permita trabajar de manera más eficiente y segura”, señala.

La importancia de la última milla y su relación con el cuidado
Uno de los mayores retos en la movilidad urbana es la movilidad del cuidado, que engloba los trayectos realizados para el bienestar de otras personas, como llevar a niños a la escuela, cuidar de adultos mayores o hacer compras para el hogar. Estos desplazamientos suelen ser más complejos y demandan mayor flexibilidad en los sistemas de transporte.
La última milla es crucial en este contexto, ya que muchas de estas actividades requieren conexiones rápidas y seguras entre distintos puntos. En América Latina y el Caribe, un alto porcentaje de los trayectos de última milla se realizan a pie. Sin embargo, las encuestas de movilidad aún no miden con precisión estos desplazamientos, lo que deja un vacío en la comprensión de las necesidades de seguridad y accesibilidad en estos recorridos.
Por ejemplo, en Santiago, se estima que el 35% de los desplazamientos diarios se realizan caminando. No obstante, estos trayectos no siempre se consideran dentro de la planificación modal integral, lo que dificulta la implementación de soluciones que realmente respondan a las necesidades de quienes más dependen de ellos. En muchas ocasiones, estos desplazamientos son asumidos generalmente por mujeres en su rol de cuidadoras, lo que resalta la urgencia de diseñar estrategias que garanticen su seguridad y eficiencia.
Soluciones como la implementada en Chile buscan cerrar esta brecha, ofreciendo opciones de transporte que consideren estas necesidades al implementar sellos preferenciales tanto para mujeres como para hombres, asegurando la inclusión, la redistribución y reducción la carga de la movilidad del cuidado, asegurando que quienes realizan estas tareas tengan alternativas más seguras y eficientes.

Una alternativa segura, eficiente y sustentable
El plan de movilidad incluye una ruta de acercamiento que conecta la estación intermodal Los Libertadores y Ciudad Empresarial en la primera fase y con Mallplaza Norte en su segunda fase, con salidas programadas cada hora durante el día. El servicio está diseñado para ser una alternativa de transporte más segura, eficiente y accesible, mejorando la conectividad en áreas urbanas y reduciendo barreras de movilidad.
Adicionalmente, la ruta busca además ser sostenible y reducir el impacto ambiental utilizando un bus 100% eléctrico.
La última milla es una oportunidad latente en nuestros sistemas de transporte
Este tipo de iniciativas demuestran que es posible repensar el transporte público desde una perspectiva que integre a distintos usuarios y a sus necesidades específicas. La última milla no puede seguir siendo un eslabón débil en la movilidad urbana que se limita a la espontaneidad de la ciudad. La integración modal y el diseño centrado en el usuario mejoran la eficiencia del transporte y contribuyen a ciudades más equitativas, seguras y con mejor calidad de vida para todos.
Pensar en la última milla es pensar en el derecho a movernos de manera segura, eficiente y accesible. Garantizar que cada persona tenga opciones de transporte confiables hasta su destino debe ser el objetivo final de la movilidad urbana en toda nuestra región.
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