Gaby es el nombre del gavilán maromero recién nacido que se convirtió en el símbolo del compromiso medioambiental del proyecto de la Primera Línea del Metro de Bogotá (PLMB). El nido de esta ave fue detectado en el terreno donde inicia la vía, y para proteger el ambiente no fue retirado hasta que realizó su primer vuelo.
Comprometidos con preservar la fauna silvestre y la flora, el concesionario MetroLínea 1 S.A.S contrató a un equipo de biólogos para garantizar el proceso fisiológico y anatómico de las aves en la zona de construcción.
Por dos meses monitorearon a Gaby desde su nacimiento hasta su vuelo definitivo fuera de su hogar, que estaba en el Patio Taller de Bosa donde se realizará el mantenimiento, reparación y pernoctación de los trenes, al sudoeste de Bogotá.
Todos los nidos que se detectan en las zonas de construcción no pueden ser retirados, sino se aíslan y monitorean para garantizar el nacimiento y crecimiento de las aves, como lo indica la ilustración elaborada por el Metro de Bogotá la identificación y seguimiento de nidos de aves.

Figura 1: Protocolo de protección de los nidos

Un protocolo específico para la gestión de la fauna salvaje
El Plan de Manejo Ambiental y Social de la PLMB establece un protocolo muy rigoroso de identificación, rescate y monitoreo de la fauna:
Los biólogos permanecen en el terreno en diferentes frentes para vigilar a los animales. Ranas, ratones e inclusive una serpiente guardacaminos se han recogido en una carpa de atención extraordinaria ubicada en Patio Taller —el área verde donde más fauna se encuentra— para dar seguimiento diario que garantice la preservación de las especies. En cada frente de obra hay un punto en el que los obreros o cualquier persona pueda contactar a un biólogo.
Los especialistas en biología se encargan de identificar zonas aledañas al Patio Taller donde pueda transportarse la fauna rescatada, y brindarle las condiciones ecológicas y de hábitat parecidas a sus zonas de origen.
La presencia permanente de estos científicos y la especial atención a la gestión de la fauna es innovadora e inusual para un proyecto urbano que, por definición, tiene pocas zonas florales y poca biodiversidad.
“El metro de Bogotá puede aportar una importante contribución en términos de legislación específica para rescate de fauna en la ciudad. Esto apenas existe hoy en día y esta experiencia puede servir para generar protocolos para otro tipo de proyectos urbanos”
Equipo del proyecto del BID.
Figura 2: Protocolo de protección de la fauna

Una compensación ambiciosa
Casi 3.300 árboles y arbustos fueron identificados en el corredor de la PLMB durante el Estudio de Impacto Ambiental y Social. según el tipo de especie, Parte de estos árboles son talados, pero muchos otros son trasladados de acuerdo a los permisos otorgados por la autoridad distrital y la validación del Jardín Botánico de Bogotá.
La Empresa Metro de Bogotá (EMB) y la Banca Multilateral propusieron como política de compensación que por cada árbol talado, se replantarán 5 en otro lugar, lo que representará casi 3.000 árboles nuevos.
“Estamos realizando una serie de consultas con la autoridad distrital para permitir que el proyecto utilice los terrenos vacíos para reforestarles y aplicar la compensación”
Equipo del proyecto del BID
Basándose en la experiencia del metro, la proporción de 1 a 5 se adoptó legalmente para todos los proyectos urbanos de Bogotá: “El metro se adelantó en esto y la normativa local la reconoció”, explica el equipo del proyecto del BID. Los estudios del proyecto también han mejorado la atención prestada a la protección de las especies, ya que el Plan de Reforestación da prioridad a las especies nativas y no invasivas.
El BID junto con la Empresa Metro de Bogotá están comprometidos con el cuidado de la flora y la fauna en los proyectos de transporte. Se demuestra en las redes sociales del EMB, en sus cuentas de Twitter, Facebook, Instagram, Youtube, LinkedIn y en la página del metro. En estas plataformas puede que te sorprendas leyendo sus buenas noticias, como el hallazgo de esta serpiente de pantano encontrada en el Patio Taller: ¡una especie que no se había visto allí desde hacía una década!
Autora Invitada

Dickel Schweitzer es Consultora en apoyo a la División de Transporte del BID, en la ejecución y documentación de la implementación de la Primera Línea del Metro de Bogotá, Colombia. Dickel posee una Maestría en Estudios de Desarrollo Urbano por Sciences Po París y lleva varios años trabajando en el campo de la cooperación internacional. Ha sido Encargada de Proyecto para la Agence Française de Développement (AFD) en Francia, Jordania y Uzbekistán sobre infraestructuras urbanas, movilidad, energía y gobernanza. Colaboró con ICLEI África para acompañar a varias ciudades en la elaboración de sus Planes de Acción para el Acceso a Energía sustentable y el Clima, antes de trabajar en el sector privado como Coordinadora Técnica en una Consultoría de Ingeniería social en Guinea.
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