Escrito por Claudia Díaz, Martin Sosa, Eduardo Café y Julian Gonzalez
El Grupo BID implementa la Visión 2025 como estrategia para avanzar en el desarrollo económico y social de la región después de la crisis de la pandemia. Por ello, trabajamos para propiciar mejoras estructurales y duraderas que propicien un hemisferio más competitivo, incluyente y sostenible.
Los siniestros de tránsito impactan en el desarrollo económico y social de las poblaciones. Reducir el número de víctimas es imperativo para alcanzar las metas tanto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como del Decenio de Acción 2021-2030 para la seguridad. Si bien en la primera década (2011-2020) se avanzó en la desaceleración de fatalidades por siniestros viales, y se inició un trabajo mancomunado mundial, aún hay materias pendientes que, aunque fueron señaladas como prioritarias en el primer decenio, continúan siendo un problema en distintos países.
Es el caso de la conducción bajo efectos de alcohol y otras sustancias psicoactivas; incluido en el cuarto pilar del primer plan del decenio: “Uso seguro de las vías de tránsito”, por su impacto en las fatalidades y lesiones graves en siniestros viales, derivada de la disminución de capacidades motoras, visión, reflejos y atención; condiciones indispensables para conducir un vehículo.
La investigación
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) “El uso nocivo del alcohol desafía al desarrollo social y económico de muchos países, incluidos los de las Américas. El consumo de alcohol en las Américas es de aproximadamente un 40% mayor que el promedio mundial”.
La ingesta de alcohol en América Latina y el Caribe (ALC) es uno de los principales factores de riesgo, al estar relacionado con más de 200 trastornos de la salud. La seguridad vial no es ajena a esta problemática, ya que se ha determinado que el riesgo de lesión por siniestros viales (LSV) se incrementa cuando la víctima ha consumido bebidas alcohólicas previamente al evento vial.
El BID, en colaboración con la OPS, publicó recientemente el estudio “Alcohol, drug use, and road traffic injuries – A multi-site collaborative study of emergency departments in the Dominican Republic and Perú”, que muestra el incremento causal de un siniestro vial por el consumo de alcohol y cómo este riesgo es de especial preocupación en la región.
Asimismo, se aborda el consumo de drogas y su impacto en las lesiones por siniestros viales. Aun cuando en países de altos ingresos se evidencia la importancia del consumo de alcohol y drogas en las lesiones y muertes por siniestros viales, en ALC la información es escasa.
Este estudio se implementó durante 2018 y 2019 en dos hospitales de ALC, uno en República Dominicana y otro en Perú. Con consentimiento se tomaron muestras de sangre a pacientes involucrados en siniestros viales y se determinó el nivel de alcohol en la sangre, así como uso de drogas. Posteriormente se realizaba una entrevista a los pacientes para determinar las características de los eventos, así como las características de las respuestas dadas por las personas ante un siniestro vial bajo la influencia del alcohol y otras sustancias psicoactivas.
Resultados
Dentro de los resultados relevantes se menciona que 15,3% de la muestra informó consumo de alcohol previo al evento y 2,5% consumo de cannabis. El incremento de la probabilidad de tener una LSV era más del doble para los conductores que consumían alcohol y para los que mezclaban alcohol con cannabis el riesgo aumentaba a casi ocho veces.
En general, los pacientes de República Dominicana tenían más probabilidad de informar sobre el consumo de altas cantidades de alcohol antes de la lesión, así como de informar estar intoxicados y de relacionar esta condición con la LSV.
Entre los pacientes que informaron haber consumido drogas antes de la lesión, 58,3% informó estar al menos un poco afectado en el momento de la LSV y 66,7% creía o no estaba seguro de que la LSV hubiera ocurrido si no hubieran estado usando drogas.
En síntesis, el estudio, además de evaluar el riesgo de LSV bajo el influjo de alcohol, profundizó en el efecto catalizador del riesgo que tiene la combinación de alcohol con cannabis y otras sustancias psicoactivas para los conductores, pasajeros y peatones.
Aunque se ha podido evidenciar que el riesgo de consumo de alcohol en las LSV disminuyó con respecto a estudios anteriores, se concluyó que sigue siendo una conducta de especial cuidado en ALC y que es fundamental fortalecer las acciones preventivas de esta conducta.
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Le invitamos a leer más sobre el estudio, descargue la publicación completa en idioma inglés.
![]() | Alcohol, Drug Use, and Road Traffic Injuries: A Multi-site Collaborative Study of Emergency Departments in the Dominican Republic and Peru |
Autores invitados

Eduardo Café. Ha trabajado como Consultor de la División de Transporte del BID por cuatro años y, ahora, es consultor independiente, trabajando en proyectos para el sector de transporte aéreo y movilidad urbana segura.

Julian Gonzalez. Consultor externo de seguridad vial del BID y consultor de la Agencia Nacional de Seguridad Vial de Colombia. Ha trabajado como asesor de seguridad vial para la Secretaría Distrital de Movilidad de Bogotá y Transmilenio S.A (Sistema de transporte masivo de Bogotá – Colombia). También ha realizado proyectos de movilidad urbana segura con la oficina de UNOPS y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF). Julián es Ingeniero en transporte y vías de la UPTC de Tunja – Colombia, Magister en ingeniería y especialista en gerencia de proyectos en ingeniería.
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