Es usual escuchar comentarios de que el gobierno está malgastando la plata de los ciudadanos en políticas mal gestionadas. Al mismo tiempo, no es común escuchar que con una política pública en la que se invierten escasos recursos se logren excelentes resultados. Sin embargo, hay veces que esto sucede pero pasa desapercibido. He aquí uno de esos ejemplos.
La elevada reincidencia delictiva es un fenómeno generalizado a nivel global, con tasas superiores al 60%. Cifras similares se observan en Uruguay. La evidencia muestra que gran parte de la reincidencia se produce en el corto plazo, dentro del primer año en libertad.
En una investigación en conjunto con el profesor Rossi de la Universidad de San Andrés –publicada en el Journal of Public Economics – presentamos una metodología original para estudiar la reincidencia de muy corto plazo. Demostramos así que existe una reincidencia inmediata que se produce el mismo día de la liberación y que es muy sensible a intervenciones de políticas públicas.
Liberación de presos
Para entender el mecanismo subyacente detrás de la reincidencia del primer día es necesario detenerse en las características del Complejo Carcelario Santiago Vázquez (ComCar), el perfil de los reclusos y en cómo era el proceso usual de liberación.
El ComCar es la principal cárcel del Uruguay. Aloja el 80% de la población carcelaria de Montevideo y más de un tercio de las personas privadas de libertad de todo el país.
Durante el periodo de estudio, el hacinamiento promedio era 170 presos por cada 100 plazas disponibles –el máximo aceptado por la ONU es de 120–. Las condiciones de vida de los internos eran totalmente inadecuadas. No habían políticas efectivas de rehabilitación y de posterior reinserción social. El 70% de los internos provenían de contextos críticos y el 92% no tenían educación secundaria completa. Casi el 90% eran solteros y el 60% tenían menos de 30 años.
Dado que debe llegar la autorización firmada por el juez, ni las autoridades carcelarias, ni los internos sabían el día exacto de la liberación. Tampoco era comunicada la familia. Los reclusos salían solos y –según códigos carcelarios– con excepción de la ropa que se llevan puesta, debían dejar todas sus pertenencias en la cárcel.
Reincidencia inmediata
Utilizando datos sobre delitos y liberaciones de presos entre 2004 y 2011, encontramos que el número de liberados en un determinado día afectaba los delitos cometidos ese mismo día pero no tenía impacto sobre el delito de los días subsiguientes. Más aún, descubrimos que 1 de cada 4 presos liberados reincidía el propio día en que era liberado.
No hay evidencia previa a nivel internacional que cuantifique esta reincidencia de tan corto plazo, con lo cual no existe un punto de comparación de la magnitud encontrada. Mas allá de eso, lo que nuestros resultados sugieren es que existe algo especial durante el primer día de libertad, un día en el que las políticas públicas deberían, tal vez, prestar un poco más de atención.
Una política tan simple como relevante
En nuestra investigación nos concentramos en el subsidio que reciben los reclusos a la salida: una política pública tan simple como relevante cuando la evidencia criminológica muestra que es más efectivo invertir a la salida que adentro de la cárcel. Demostramos que la reincidencia del primer día puede ser eliminada con un simple aumento de UR$ 30 (US$ 1,2) a UR$ 100 (US$ 4) en el subsidio otorgado al momento de la liberación.
Una interpretación posible de los resultados es que el aumento del pago a la salida permite a los reclusos liberados satisfacer necesidades de consumo insatisfechas. Los datos nos permiten confirmar que la reincidencia del primer día se produce exclusivamente en delitos contra la propiedad (hurtos y rapiñas). El primer día no se producen delitos como lesiones personales o violencia doméstica. Y los que reinciden son los solteros, que no cuentan con la contención familiar –tanto emocional como financiera– al momento de la salida.
Darle a la tecla
Nuestro trabajo no solo aporta evidencia fresca sobre el comportamiento delictivo sino que le quita el velo a una de esas tantas políticas públicas que suceden sin que sepamos si están dando resultado o no.
Resulta impactante saber que el 25% de las personas reincidían el mismo día en que eran puestas en libertad. Igual de impactante resulta ser que esta reincidencia desparezca al aumentar el pago a la salida. Hay que reconocer que esta política que produce un gran impacto a nivel individual tiene un modesto impacto a nivel agregado. La reducción en los delitos en Montevideo es apenas del 1% debido a que son relativamente pocos los liberados a diario del ComCar. A pesar de ello, un simple análisis costo-beneficio muestra que es una política muy eficiente: la inversión es menor al 0,5% del gasto que se realiza en Uruguay para tratar de evitar un delito contra la propiedad.
Este ejemplo demuestra que en materia de políticas públicas se puede hacer mucho con muy poco. La clave es darle a la tecla y afectar el incentivo adecuado. Si eso se logra, nos podemos quedar tranquilos que los resultados van a llegar.
Foto crédito: Flickr CC Ryan
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Hola, les dejo una idea que desarrolle hace un tiempo con la misma finalidad…
En resumen; existen muchos programas en carceles donde los presos trabajan, la idea es que trabajen en producir juguetes de madera… la idea de hacer juguetes busca una finalidad social que se explica en el escrito.
Luego a la salida se el preso ya compro con su trabajo varias herramientas para poder continuar con el oficio aprendido, sumado a que el estado le provee de un credito para comprar lo que le falta, y este le provee de un predio o la garantia para continuar… obviamente que todo esto se mantiene si no tiene reincidencia….
La realidad que hoy por hoy es difícil conseguir empleo, más para un ex convicto, pero si se les genera un oficio noble y se les da la posibilidad de continuarlo esto cambia radicalemnte las oportunidades qe poseen, sumado a todas las bondades del emprendedorismo… saludos, luis les dejo un link al proyecto completo
http://www.pensandomiciudad.blogspot.com.ar/#!http://pensandomiciudad.blogspot.com/2014/05/104-juguetes-para-todos.html
Estimado senhores,
Me parece muy valioso el trabajo que vienen haciendo en este tema.
Los felicito, y pienso que el BID puede contribuir enormemente con la mejora de la seguridad regional desde la mejora del sistema carcelario. Solo un comentario. Creo que no es conveniente metodológicamente hablando hacer una de la siguiente frase:
“…una política pública tan simple como relevante cuando la evidencia criminológica muestra que es más efectivo invertir a la salida que adentro de la cárcel”
Por evidencia criminógica se alude a un conocimiento científico multidisciplinario. En Criminología no podemos afirmar algo como que: es más efectivo invertir fuera que dentro del sistema penitenciario (oferta de tratamiento y demás servicios es lo de dentro), y sugerir que es más efectivo hacerlo a la salida del recluso. No discuto que los datos les digan eso en el cálculo de reincidencia que han hecho. Pero no presentan evidencia de la efectividad de la inversión dentro del sistema para compararlo con la inversión que se realice fuera. Por tanto, si un director nacional de prisiones o un funcionario lee ésto, puede dejarse llevar por la influencia enorme que ustedes producen como BID, y se estaría desnaturalizando el concepto de política basada en evidencia, por la calidad de la evidencia que presentan. Por eso mismo está demostrado y así el artículo del autor lo senhala, que se reduce la reincidencia de ciertos grupos y para ciertos tipos penales. La forma cómo están sugiriendo las evidencias es un poco temeraria. Pienso que valdría la pena revisar evidencia sobre el fenónemo del desistimeinto delictivo para sobre eso, tener una mejor comprensión de cómo ciertas medidas muy puntuales y evidenciables econométricamente, son aparantemente positivas para reducir la reincidencia, pero es una falacia. Para hablar de reincidencia se necesita más tiempo, lo mismo para decir que alguien se ha recuperado o rehabilitado de la delincuencia. En el mismo día de la salida de la cárcel, existe mucha varianza explicada por factores ajenos a la voluntad de la persona, de carácter más situacional, y existe alguna evidencia (en Europa) de que la disposición de dinero puede afectar las decisiones de reincidir o no, pero la meta de la rehabilitación basada en la eficacia correccional está por encima de lo situacional, pues inyectar más dinero subsidiado a la salida es algo que no está al control de todos los sistemas penitenciarios…muchos no lo hacen. Por tanto, la meta es alterar la capacidad de deterinación de la persona ex-convicta para elegir una vida libre del delito, y sobre la base de un tiempo razonable para actuar (no el día de su salida, que además está muy contaminado por variables emocionales y de apoyo social como muy bien sus datos revelaron en el caso de los que no tiene familia), recién es posible hablar de reincidencia o no. Vincular anhadir más dinero para demostrar como una conducta cambia, en este tipo de fenómenos es complejo. En educación y salud es cierto que aumentar el gasto en una cantidad de dinero por alumno puede significar mejor desempenho escolar, es cierto, pero en el campo de la criminología del desarrollo, los fenómenos obedecen a una naturaleza un poco más compleja que la lógica de inputs y outputs. Nuevamente les felicito por todo lo que hacen con este Blog, felicito al prof. colombiano de la Universidad de Los Andes por un estudio tan serio y sin duda riguroso, pero es solo la comprensión de los datos a la luz de la teoría y a la luz de un disenho propio para el tipo de fenéomeno que se observa, que como repito, tiene su propia naturaleza. Un saludo.
La reincidencia y sus variables criminologicas.
La Reincidencia es un tema que ha sido siempre objeto de mucho análisis dentro del ámbito penitenciario y penal en general cuando nos planteamos las fallas del sistema y el tratamiento penitenciario en aras de estudiar y reducir este fenómeno que tanto afecta la sociedad en la que vivimos. Sin embargo, antes de entrar en materia, tenemos que destacar que este flagelo se debe muchas veces a diversos factores como lo son el social, el familiar, el económico (crisis), así como el poco seguimiento logístico (apoyo) que el Estado le brinda a los excarcelados.
Es importante que tengamos en claro la tesis demostrada por diversos estudios de que la cuantía o aumento de las penas no reducen los niveles de criminalidad, ya que estos aumentos carecen de efectividad a la hora de evitar futuros hechos delictivos, porque no tienen el efecto de persuadir en la persona del reincidente la comisión de un ilícito penal, ni siquiera persuade en un infractor primario de cometer un hecho antijurídico.
Soy de los que se circunscriben a la tesis anterior, pues a diferencia del común de los juristas (incluso muy veteranos), psicólogos y diversos sectores de la sociedad, soy de los que me identifico en los estudios realizados con carácter científico y estadístico en aquellos países desarrollados y no tan desarrollados, donde se han incrementado las penas y el crimen ha continuado en su crecimiento vertiginoso y constante.
Tal como diría el profesor Juan Bosch, la fiebre no esta en las sabanas, lo que sucede es que países como el nuestro donde no hay una política criminal bien definida y orientada al origen o raíz de la problemática, siempre será mas cómodo resolver por la vía que resulta mas fácil, que en este caso lo seria legislar, o sea, reformar un ordenamiento o un tipo penal para endurecerlo.
Todo lo anterior se debe a que el Estado no ha cumplido su rol y la política criminal que ha venido desarrollando se ha perdido incluso, en lo que es la noción de los fines de la pena y mas que Prevenir, ha optado por el camino corto que es Castigar, es decir, resulta muy cómodo solo aplicar el Ius Puniendi (facultad de castigar del Estado) y olvidarse de prevenir a tiempo, ya que sale mas tedioso invertir en los valores de la familia, en la educación, fomentar las oportunidades, afianzar la comunicación con nuestros jóvenes y así arrancar el problema de raíz. Siempre saldrá más económico invertir en la familia que pagar el costo diario de un interno en prisión porque le ha fallado a la sociedad.
Pienso que uno de los pilares más importante en materia de reincidencia y sus distintas variables, se encuentra en la ejecución penitenciaria, especialmente en el tratamiento individualizado iniciado sobre el sujeto al momento de entrar a prisión, el cual debe estar acorde con el análisis de las causas que lo han llevado a delinquir tanto personales como sociales, así como analizar todo su historial a los fines de sacar la mayor información posible para tratarlo, y no reformando el marco normativo ni aumentando penas que al final contribuirá a prisionizar mas el sistema de Estado de Derecho.
Los entendidos en la materia, entiéndase la Doctrina, entienden que debe dejar de tomarse en cuenta la figura de la reincidencia como una agravante ya que no tiene fundamento en sí misma, pero lo bien sabido es que los sujetos reincidentes se benefician menos de las reducciones de condena y sufren regímenes de vida más duros.
Un aspecto de suma importancia que aparece como una variable fundamental es la edad de los excarcelados en vista de que mientras más jóvenes salen de prisión más posibilidades de reincidir, es por esto que cuanto mayor sea la edad de excarcelación menor será la reincidencia, estadísticamente hablando. Como variables más relevantes es necesario destacar la edad del sujeto, la de ingreso como la de excarcelación, su historial delictivo previo, el tipo delictivo, así como las causas que lo han llevado a cometer el ilícito penal.
Por suerte en el derecho penal moderno, así como en la criminología y el derecho penitenciario de hoy, hemos superado teorías tales como la de la Retribución Absoluta (Ley del Talión, ojo por ojo) y se esta trabajando mas en el reconocimiento de corrientes como las denominadas de la Prevención Especial y de la Prevención General, es decir, prevenir sobre el mismo sujeto que ha cometido el ilícito para hechos futuros a través del tratamiento penitenciario científico individualizado, y prevenir sobre el colectivo o la sociedad, respectivamente.
Geovanny Vicente Romero
Abogado y Académico de Criminología y Prisiones.
Presidente CPDL-RD @cpdlrd
@geovannyvicentr