Por Carina Solmirano
Es conocido que América Latina y el Caribe sufren una epidemia de inseguridad, manifestada en tasas que promedian los 25 homicidios por cada 100.000 habitantes en Centroamérica, cuatro veces más alta que el promedio mundial, y entre 16 y 24 por cada 100,000 habitantes en Sudamérica y el Caribe.
Los gobiernos nacionales y subnacionales de la región han abordado el reto con importantes aumentos en las partidas presupuestarias del gasto en seguridad. Un estudio del Instituto Internacional de Investigaciones para la Paz (SIPRI, por sus siglas en inglés) mostró que en Centroamérica y México, el gasto de los ministerios de seguridad pública aumentó un 131% en términos reales entre 2006 y 2012. Estos aumentos, sin embargo, no han sido acompañados por mejoras sustanciales en los indicadores de seguridad.
Frente a este panorama, si los presupuestos de seguridad aumentan, pero el crimen y la violencia no disminuyen, es evidente que hay un problema.
¿Se necesitan mayores recursos humanos? ¿Mejor infraestructura en las cárceles? ¿Mejor tecnología para saber dónde ocurre el crimen? ¿Cómo podemos saber si el gasto en seguridad es eficiente en base a los resultados obtenidos?
Hasta ahora, se han hecho pocos análisis sobre la relación entre el gasto en seguridad ciudadana y los resultados obtenidos en el sector.
Por ejemplo, México triplicó su gasto en seguridad pública desde el 2001, según un informe de la consultora Ethos. No obstante, la violencia sigue elevada, con importantes retos especialmente en el sector de justicia, donde uno de cuatro delitos a nivel federal y uno de cada diez a nivel estatal deriva en una sentencia. El informe sugiere una serie de acciones para mejorar la eficiencia del gasto en seguridad.
De manera similar, un estudio del Banco Mundial en El Salvador señala que pese a tener el nivel de gasto en seguridad más alto en Centroamérica (2,8% del PIB en 2011), falta coordinación y complementariedad entre las instituciones que componen el sector de seguridad y justicia, entre otros temas. El 45% del presupuesto se dedica a tareas de patrullaje y vigilancia policial, y solo el 3% para la prevención del delito. En Chile, un estudio de la Fundación Paz Ciudadana destaca que menos del 10% del presupuesto de seguridad se destina a la prevención.
Los estudios mencionados sirven como un antecedente importante en la generación de una agenda para estudiar la eficiencia del gasto en seguridad que la unidad de seguridad ciudadana del BID llevará a cabo en los próximos meses.
Para que los gobiernos puedan asignar mejor sus recursos a la seguridad ciudadana es necesario no solo debatir las prioridades estratégicas del sector, sino también considerar los costos y beneficios de llevar a cabo ciertas políticas, las que deberían estar informadas por la evidencia y conocimiento disponible. El BID ha empezado a generar este conocimiento a través de su nueva agenda (para más detalles, ver este post anterior) y espera poder contribuir en sus futuras operaciones con mejores diagnósticos sobre la mejor utilización del gasto público para la seguridad ciudadana.
Crédito foto: Flickr CC (Policía Federal México)
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Hugo Dice
La pregunta esta bien planteada al comienzo Que sabemos?, y la respuesta es es esta muy sencilla No sabemos.
El hombre es producto de lo que conoce y víctima de lo que no conoce, cuando tenemos un determinado problema recurrimos a nuestros conocimientos para buscar una solución, si conocemos el problema conocemos la solución.
Pero si no conocemos el problema no sabemos la solución y en esto ahí que diferenciar entre el problema y la causa del problema, solucionar el problema es paliativo, solucionar la causa del problema es definitivo. Esto es lo que ocurre con tantos estudios, proyectos, consultas y estadísticas, sabemos cual es el problema pero no sabemos la solución y recurrimos a soluciones que sólo son paliativos porque no nos concentramos en las causas que los provocan.
América Latina sin duda es diferente a otros continentes, la criminalidad esta asociada a las clases sociales y no sólo a uno de ellos, la clase baja por necesidades básicas de subsistencia y consumo de drogas, y la clase alta por ambiciones desmedidas, falta de escrúpulos, delitos de las empresas capitalistas, y los grandes y verdaderos traficantes de drogas y sus poderosos e influyentes lavadores de dinero quienes hasta entran en la política para tener aún más protección y poder.
Estos aspectos tienen relación, el capitalismo genera desigualdad social, un delincuente que genera otro. Un poderoso narco vende drogas y el que se dedica a lavar su dinero lo ayuda a que le sea rentable y pueda disfrutar de su dinero como si lo obtuviera de forma legal y pueda gozar de la vida en la clase alta, mientras sus clientes o víctimas delinquen para comprar drogas.
EL HOMBRE SIN DUDA ES PRODUCTO DE LO QUE CONOCE Y VÍCTIMA DE LO QUE NO CONOCE.
Son por estas causas mencionadas lo que no importa cuanto se gaste en seguridad ciudadana, porque toda esta industria de las drogas y ambiciones inescrupulosas de algunos empresarios, genera CORRUPCIÓN es aquí donde todos estaremos de acuerdo esta es la causa de todos los males de la sociedad, uno no puede existir sin el otro, existe corrupción en la justicia y principalmente en la Policía.
Nadie sabe realmente cuál es la capacidad real que tienen para controlar la criminalidad es ahí donde tienen sus mejores pretextos, por que cuando más aumenta los crímenes más recursos se les dan pero no brindan resultados y lo transfieren a las faltas de política sociales y económicas.
Aquí en Paraguay se habla de la falta de agentes de policía, pero es algo común ver a policías de uniforme o de particular trabajando como guardia privado, falta de patrulleras pero mismo así ahí gran cantidad de delitos en donde no faltan patrullas, eso sin mencionar que el negocio de los guardias privado sigue en aumento cada año todos los negocios desde los más pequeños tienen uno y vecinos de barrios también tienen que contratar guardias privados por cada calle, es como si en paraguay no existiera la policía nacional.
Cuando se contrata el servicio de un profesional nos fijamos en su presentación o por referencias de otro trabajo realizado y de acuerdo a eso sabemos cual es su capacidad.
Pero en cuanto a la Policía por más equipos, recursos y apoyo que se les brinde no ahí forma de saber cual es su capacidad por que no tienen un antecedente de resultados aceptables de lo que realmente se espera, y pensamos que están haciendo un buen trabajo al bajar un poco los índices de criminalidad cuando en realidad con los recursos que ya tienen pudieron haber logrado un resultado mucho mejor a eso me refiero al decir que no sabemos cual es la verdadera capacidad que tienen para combatir la criminalidad.
ESE MISTERIO SE DEBE A LA CORRUPCIÓN POR LAS CAUSAS YA MENCIONADAS.
FREDDY SALAS Dice
HUGO, BIEN POR TUS COMENTARIOS,
FELICITACIONES POR TU ACERTACION EN RESPUESTA A LA INFORMACION DEL BLOG, CON BASTANTE DETALLE Y REALIDAD POLITICA DESCRIBES EL GRAN PROBLEMA EN MATERIA DE SEGURIDAD QUE VIVIMOS EN NUESTROS PAISES, SOLO PALIATIVOS O PAÑITOS DE AGUA TIBIA COMO DICEN EN CRIOLLO.
FREDDY SALAS Dice
HUGO ME GUSTARIA QUE ME DEJARAS TU CORREO A email:quehagoyoporvzla@outlook.com, podemos compartir mas temas para aportar mas en la sensibilizacion de corresponsabilidad que nos toca desempeñar para cambiar el mundo o mejorar el entorno donde por determinacion universal tuvimos la fortuna de nacer……gracias