En octubre pasado, realizamos un llamado de investigación sobre “Políticas públicas para la reducción y prevención de la criminalidad urbana en América Latina y el Caribe”. Quedamos conformes con el resultado. Recibimos 26 propuestas de 11 países de la región.
Ya hemos pre-seleccionado las siete propuestas que posiblemente contarán con el apoyo del BID.
El 7 de febrero pasado los investigadores estuvieron en nuestra sede, donde se generó un espacio de diálogo, discusión y retroalimentación con el Comité de Evaluación. La idea era orientar y afinar los proyectos que serán desarrollados en el transcurso del 2014.
Estas investigaciones contribuirán a generar mayor conocimiento aplicado sobre una variedad de temas clave en las agendas de seguridad ciudadana de los gobiernos de la región. A la vez, permitirán examinar distintos enfoques innovadores y estratégicos sobre cómo afrontarlos.
Por ejemplo, al finalizar estos estudios esperamos contar con mejor evidencia sobre programas chilenos relacionados con el tratamiento y la penalización del uso de las drogas, y entender mejor los impactos de los programas educativos en el comportamiento de la sociedad y en la mejora de la convivencia ciudadana en Ciudad de Guatemala. Otra investigación buscará establecer si se logra reducir las agresiones y la violencia contra la mujer, y mejorar la percepción de seguridad a través del programa “Viajemos Seguras”, implementado en el transporte público mexicano.
Las temáticas contempladas en las propuestas, así como los investigadores que las lideran:
- Encarcelamiento Juvenil y Reincidencia: Evidencia de una modificación legal en Uruguay, Néstor Gandelman, Universidad ORT e Ignacio Munyo, Universidad de Montevideo, Uruguay
- Evaluación del impacto del Programa de Tribunales de Tratamiento de Drogas en Chile en la disminución de la reincidencia, Ana María Morales y Nicolas Munoz, Fundación Paz Ciudadana, Chile
- Evaluación de impacto de los Programas de Tratamiento Ambulatorio Intensivo de la Fundación Tierra de Esperanza para jóvenes infractores de ley, Diego Piñol, Karin Zuchel, y Lorena Trujillo, Fundación Tierra de Esperanza, Chile
- Las consecuencias ocultas de la violencia en Colombia: efectos del trauma de la primera infancia en el desarrollo cognitivo y socio-emocional y las implicaciones para el comportamiento social y la criminalidad, Raquel Bernal, Arturo Harker Roa y Andrés Moya, Universidad de los Andes, Colombia
- Los Costos del Crimen, entre ricos y pobres: evidencia en los sentimientos de las víctimas, Rafael Di Tella, Harvard Business School y Ernesto Schargrodsky, Universidad Torcuato Di Tella, Argentina
- Evaluación de impacto de los programas educativos en cultura ciudadana puedan tener sobre los niveles de transgresión a normas socialmente aceptadas, Carlos Mendoza y Diego Aycinena, Universidad Francisco Marroquín, Guatemala
- Análisis y Evaluación del Programa Viajemos Seguras en el Transporte Público en la Ciudad de México, Paula Solo Villagrán, Universidad Autónoma Metropolitana, México.
Los resultados de las investigaciones serán presentados en un seminario internacional, durante el último trimestre del 2014 en la sede del BID.
RAMÓN DIEGO BORJA SÁNCHEZ Dice
Gracias BID por seguir realizando procesos sociales integrales a favor de nuestros pueblos de ALC.
RAMÓN DIEGO BORJA SÁNCHES
ASESOR Y CONSULTOR DE PROYECTOS
CER – FUNDEPAC
PACIFICO COLOMBIANO – http://www.youtube.com/watch?v=WlBmELGlMG8
COMITE INTERNACIONAL DE DDHH CAPITULO COLOMBIA
Alberto Zapata Dice
Me parece interesante las propuestas pero no veo la que planteo la iniciativa pastoral por la paz en El Salvador que conlleva elementos de incidencia ciudadana y participacion comunitaria para la prevencion y control de la viloencia, en municipios libres de violencia, les animo a verla o a analizarla, creo que es una de los mejores intentos que se han abordado9, el pnud y laoea lo avalan, lastimosamente la politica partidarista hizo que fallara en sus intentos de ser modelo regional.
Geovanny Vicente Romero Dice
La reincidencia y sus variables criminológicas.
La reincidencia es un tema que ha sido siempre objeto de mucho análisis dentro del ámbito penitenciario y penal en general, cuando nos planteamos las fallas del sistema y el tratamiento penitenciario en aras de estudiar y reducir este fenómeno que tanto afecta la sociedad en la que vivimos.
Sin embargo, antes de entrar en materia, tenemos que destacar que este flagelo se debe muchas veces a diversos factores como lo son el social, el familiar, el económico (crisis), así como el poco seguimiento logístico (apoyo) que el Estado le brinda a los excarcelados.
Es importante que tengamos en claro la tesis demostrada por diversos estudios de que la cuantía o aumento de las penas no reducen los niveles de criminalidad, ya que estos aumentos carecen de efectividad a la hora de evitar futuros hechos delictivos, porque no tienen el efecto de persuadir en la persona del reincidente la comisión de un ilícito penal, ni siquiera persuade en un infractor primario de cometer un hecho antijurídico.
Soy de los que se circunscriben a la tesis anterior, pues a diferencia del común de los juristas (incluso muy veteranos), psicólogos y diversos sectores de la sociedad, soy de los que me identifico en los estudios realizados con carácter científico y estadístico en aquellos países desarrollados y no tan desarrollados, donde se han incrementado las penas y el crimen ha continuado en su crecimiento vertiginoso y constante.
Tal como diría el profesor Juan Bosch, la fiebre no esta en las sabanas, lo que sucede es que países como el nuestro donde no hay una política criminal bien definida y orientada al origen o raíz de la problemática, siempre será mas cómodo resolver por la vía que resulta mas fácil, que en este caso lo seria legislar, o sea, reformar un ordenamiento o un tipo penal para endurecerlo.
Todo lo anterior se debe a que el Estado no ha cumplido su rol y la política criminal que ha venido desarrollando se ha perdido incluso, en lo que es la noción de los fines de la pena y mas que Prevenir, ha optado por el camino corto que es Castigar, es decir, resulta muy cómodo solo aplicar el Ius Puniendi (facultad de castigar del Estado) y olvidarse de prevenir a tiempo, ya que sale mas tedioso invertir en los valores de la familia, en la educación, fomentar las oportunidades, afianzar la comunicación con nuestros jóvenes y así arrancar el problema de raíz. Siempre saldrá más económico invertir en la familia que pagar el costo diario de un interno en prisión porque le ha fallado a la sociedad.
Pienso que uno de los pilares más importante en materia de reincidencia y sus distintas variables, se encuentra en la ejecución penitenciaria, especialmente en el tratamiento individualizado iniciado sobre el sujeto al momento de entrar a prisión, el cual debe estar acorde con el análisis de las causas que lo han llevado a delinquir tanto personales como sociales, así como analizar todo su historial a los fines de sacar la mayor información posible para tratarlo, y no reformando el marco normativo ni aumentando penas que al final contribuirá a prisionizar mas el sistema de Estado de Derecho.
Los entendidos en la materia, entiéndase la doctrina, entienden que debe dejar de tomarse en cuenta la figura de la reincidencia como una agravante ya que no tiene fundamento en sí misma, pero lo bien sabido es que los sujetos reincidentes se benefician menos de las reducciones de condena y sufren regímenes de vida más duros. Un aspecto de suma importancia que aparece como una variable fundamental es la edad de los excarcelados en vista de que mientras más jóvenes salen de prisión más posibilidades de reincidir, es por esto que cuanto mayor sea la edad de excarcelación menor será la reincidencia, estadísticamente hablando. Como variables más relevantes es necesario destacar la edad del sujeto, la de ingreso como la de excarcelación, su historial delictivo previo, el tipo delictivo, así como las causas que lo han llevado a cometer el ilícito penal.
Por suerte en el derecho penal moderno, así como en la criminología y el derecho penitenciario de hoy, hemos superado teorías tales como la de la Retribución Absoluta (Ley del Talión, ojo por ojo) y se esta trabajando mas en el reconocimiento de corrientes como las denominadas de la Prevención Especial y de la Prevención General, es decir, prevenir sobre el mismo sujeto que ha cometido el ilícito para hechos futuros a través del tratamiento penitenciario científico individualizado, y prevenir sobre el colectivo o la sociedad, respectivamente.
Geovanny Vicente Romero.
Abogado Criminólogo.
@geovannyvicentr
El autor es Abogado y Politólogo por la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Máster en Criminología y Derecho Penitenciario por la Universidad de Murcia. Posee estudios en Función Pública por el Instituto Nacional de Administración Publica INAP (RD). Académico de la UCE. Articulista en diversos diarios. Director de CPDL-RD @cpdlrd
Hugo Dice
Me parece muy buena la propuesta del Abog. Geovanny Vicente Romero, esta es una solución que muy pocos países de América Latina llevarían a cabo, porque les e más fácil construir nuevas penitenciarias que implementar políticas sociales.
La prevención siempre es mejor que la cura, ha esto le añadimos oportunidades laborales a los excarceleros con un seguimiento pos reclusión y sobre todo principalmente eliminar la venta de drogas en las cárceles e invertir en centros de rehabilitación dentro y fuera de las penitenciarias.
Esto saldría siendo más barato que seguir aumentando el presupuesto de seguridad policial que por más que inviertan nunca da resultados esperados, más por la corrupción que por la criminalidad.
Otro factor es la discriminación, que en parte se lleva la sociedad al no brindar oportunidades laborales y la propia policía ya que si tienes antecedentes te pueden hacer lo que quieran sin nada de argumentos.
Una política social de prevención, convertir las cárceles en su rol verdadero que es la rehabilitación más las oportunidades laborales a los ex-reclusos es una muy buena opción.
Erradicar la venta de drogas, Lavado de dinero y la Corrupción Policial es una verdadera solución, pero como lograrlo siendo que uno esta vinculado con el otro, sólo una conciencia ciudadana y la denuncia masiva sin importar las consecuencias podrían disminuir este flagelo que ya perece ser aceptado por el pueblo, policías que defienden a criminales y gobiernos vinculados a estos ya no extraña a nadie.