
El mundo financiero se encuentra al borde de un cambio de paradigma a medida que intenta desprenderse del dominio del London Interbank Offered Rate, o LIBOR (Tipo interbancario de oferta de Londres), que ha definido el mercado del crédito desde al menos los años ochenta. Como se describe en una entrada de blog reciente, el LIBOR desaparecerá pronto y todo el mercado se está moviendo para encontrar una nueva tasa de referencia.
La UK Financial Conduct Authority (FCA) declaró recientemente que, para el dólar de Estados Unidos, la mayoría de los plazos dejarán de ser representativos o de ser publicados a partir del 30 de junio de 2023. Este anuncio recibió un apoyo generalizado, incluyendo el del Alternative Reference Rate Committee (ARRC), un grupo de participantes del mercado privado convocados por la Junta de la Reserva Federal y el Banco de la Reserva Federal de Nueva York para contribuir a asegurar la transición exitosa hacia una nueva tasa de referencia. Con este anuncio, el destino de la tasa LIBOR está sellado.
La tasa que la sucederá, avalada por el ARRC, es el Secured Overnight Funding Rate (SOFR), que se basa en billones de dólares de acuerdos de recompra a un día entre las mayores instituciones financieras globales. Por otro lado, los participantes en el mercado de derivados adhirieron mayoritariamente a un nuevo protocolo, que contempla sustituir LIBOR por la tasa SOFR en casi todos los contratos existentes y los nuevos. La transición fuera de LIBOR ha realmente comenzado.
La transición de LIBOR está cobrando velocidad, pero también la incertidumbre
Si bien las cosas se están realmente moviendo con rapidez, los participantes del mercado están ansiosos de una tasa a plazo que posibilitará saber con antelación el costo de endeudamiento. Una carencia importante del SOFR es que está determinado por plazos vencidos, al final del período a lo largo del cual se paga la tasa de interés. Esto se parece algo a conocer el costo de un procedimiento médico sólo después de que ha tenido lugar. Comprensiblemente, los prestatarios se muestran vacilantes cuando se trata de firmar estos contratos.
Quizá la solución vendrá del mercado de derivados. El CME Group, el mercado de derivados más grande del mundo, informó sobre una tasa a plazo derivada de los contratos a futuro de la tasa SOFR. También se observa una naciente liquidez en los contratos swaps a corto plazo, cambiando un monto flotante basado en la tasa SOFR ex-post por un monto fijo determinado con antelación. Este monto fijo, por ejemplo, una tasa swap a tres meses, podría convertirse en la nueva referencia para los contratos flotantes.
De modo que, aunque actualmente se perfila un sucesor en el horizonte, hay todavía mucha incertidumbre con respecto a cuán rápidamente los innumerables participantes del mercado se arrodillarán ante un heredero potencial del trono del LIBOR, y cómo los posibles retrasos pueden influir en la dinámica del mercado
Un escenario de análisis sigue proporcionando perspectivas útiles
Para el BID, este contexto de incertidumbre se ha traducido en una necesidad de mirar hacia delante y planear para serie de escenarios sobre cómo puede evolucionar la transición para alejarse del LIBOR. En un escenario base, la transición sería fluida, y los participantes del mercado aceptarían una tasa de sustitución única y la adoptarían rápidamente. En este escenario, el número de contratos que aplican la nueva tasa aumentaría fluidamente y el mercado minorista acogería de buen talante la nueva tasa y actualizaría los contratos heredados sin resistencia de parte de los prestatarios.
El escenario base se resume en este video. Aunque se trata de una línea de base ideal, ignora diversos problemas reales existentes, motivo por el cual también desarrollamos escenarios adversos que incorporan retrasos potenciales y, en particular, una adopción limitada de la nueva tasa en el mercado de crédito. Probar estrategias institucionales en contraste con estos escenarios complejos puede ayudar a las instituciones financieras a mejorar la toma de decisiones estratégicas.
El actual proceso de transición a una nueva tasa de referencia seguramente tampoco se alineará completamente con ninguno de nuestros escenarios. Podemos acabar vislumbrando un futuro que combina elementos de varios de ellos. A medida que vemos evolucionar la dinámica, nuestro enfoque nos permite incorporar nueva información y escenarios actualizados.
Tres grandes fuentes de incertidumbre se mantienen como la base de nuestros escenarios
Los escenarios del BID están construidos en torno a tres factores que siguen impulsando la transición del LIBOR: (i) el diseño operativo de las tasas de sustitución; (ii) las características de liquidez y rapidez de la adopción de esas tasas; y (iii) las preferencias de los prestatarios durante la transición.
El plazo de 2023 establecido por la Financial Conduct Authority (FCA) es una clara señal para que el mercado comience a acordar una tasa de sustitución para los contratos vinculados al LIBOR. Los escenarios de diseño operativo consideran que, si bien la tasa SOFR ha sido nombrada formalmente sucesora del LIBOR, los usuarios finales se mostrarán reacios a adoptarla como nueva tasa de referencia y pueden cambiar su manera de operar y utilizar lo que podría describirse como una tasa de solución subóptima, o experimentar con alternativas.
En cuanto al segundo factor considerado en nuestros escenarios, la presión para una adopción rápida creada por el anuncio de la FCA también está sacudiendo el mercado y provocando la migración de la cartera de derivados existente a una nueva tasa acordada y en busca de más consenso y liquidez. Esto aumentará el número de contratos con la tasa SOFR, aun cuando algunos productos financieros son difíciles de migrar a una tasa de plazos vencidos y tendrán que encontrar una alternativa o modificar sus características intrínsecas.
Por último, creemos que los prestatarios están avisados de que el LIBOR está llegando a su fin, aunque las tasas seguirán siendo publicadas durante un tiempo más largo de lo pensado inicialmente. Todavía queda por verse cómo el mercado de crédito aplicará el lenguaje de la nueva tasa de referencia y qué tasa de referencia se utilizará para los productos nuevos. Puede que algunos participantes del mercado acepten la tasa SOFR retrospectiva, mientras que otros quizá aprovechen la oportunidad para encontrar una alternativa que se adapte mejor a sus negocios.
Si bien hay menos incertidumbre ahora que hace sólo unos meses, la transición a una nueva tasa de interés de referencia todavía podría evolucionar por una entre varias vías. El análisis de los escenarios nos ayuda a planear por resultados robustos bajo cada desenlace potencial.
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