Fortalecer las capacidades del estado para recaudar y proveer bienes y servicios públicos de manera eficiente permanece un desafío crucial en los países en desarrollo en general, y en América Latina y el Caribe (ALC) en particular. Si bien la construcción de “capacidad estatal” es un proceso de largo plazo, ¿puede la tecnología agilizar dicho proceso?
Para responder este interrogante, podemos considerar tres problemas de política pública presentes en la región para los cuales la tecnología se ha ofrecido como solución en distintos países y en donde comienza a emerger evidencia robusta sobre sus impactos.
El problema de la evasión impositiva
Si bien los determinantes de la evasión son múltiples, un factor clave destacado en la literatura son los sistemas de información que le permiten a las administraciones tributarias conocer mejor a sus contribuyentes y por lo tanto, limitar las oportunidades de evasión.
En un experimento en Dinamarca que comparó declaraciones de ingreso antes y después de auditorías implementadas de manera aleatoria, se encontró que la tasa de evasión (ej. la cantidad de dinero que falta de la declaración original cuando se hace la auditoría) oscila entre el 1,1% de los ingresos para ingresos personales y un máximo de 14,9% para los ingresos por cuenta propia. ¿A qué obedecen estas diferencias? Los datos de trabajadores por cuenta propia están subreportados porque solo el 11% depende de sistemas automatizados (nutridos de información de terceros), comparado con un 95% de los ingresos personales. Este estudio, así como otros relacionados (incluyendo evidencia para países de la región), muestran el potencial que tiene la inversión en tecnología para desarrollar sistemas de información cada más completos y fortalecer de esta modo las capacidades de las administraciones tributarias para combatir la evasión fiscal.
El problema de las filtraciones (o leakages) en los programas sociales
Esto sucede cuando los beneficios destinados a los hogares pobres terminan en las manos equivocadas, ya sea por problemas técnicos o logísticos (ej, dificultades para identificar hogares elegibles) o bien por problemas de captura o fraude (donde autoridades intermediarias desvían los fondos públicos para su propio beneficio). Este último era el problema que enfrentaban las autoridades de un estado en la India para implementar dos programas nacionales de lucha contra el desempleo y la pobreza rural. En particular, el proceso de pago de los beneficios era vulnerable al problema de sobre-registro, por el cual oficiales locales reportaban mayor trabajo del realizado por los beneficiarios, embolsando la diferencia en el pago. Una forma extrema de sobre-registro ocurría cuando se reportaban beneficios para trabajadores “fantasma” (trabajadores inexistentes o que habían migrado, pero que recibían pagos a cambio) o “cuasi fantasmas” (trabajadores que no recibían pagos, a pesar de haber trabajado).
Para enfrentar el problema, las autoridades estatales implementaron un sistema biométrico de identificación para entregar los beneficios de los programas sociales. Como el proyecto se fue ampliando en etapas, existió la posibilidad de establecer aleatoriamente el orden en el que las localidades dentro del estado adoptaban la nueva tecnología. La evaluación de impacto del sistema mostró resultados prometedores: no solo se redujo el nivel de filtraciones en más de 40%, sino que el sistema facilitó mayor acceso a los programas sociales en los distritos tratados (la proporción de hogares participando aumentó 17% en relación al grupo control) además de hacer más predecibles los pagos a los beneficiarios a través del tiempo.
Los problemas endémicos a los contratos de inversión pública en ALC
Entre los problemas típicos, se destacan los de oferta limitada de contratistas calificados, colusión entre contratistas, y corrupción. Para responder a estos desafíos, muchos gobiernos se encuentran adoptando los sistemas de compra electrónica (e-compras): esto es, plataformas tecnológicas orientadas a facilitar las transacciones entre el sector público y privado para la compra de bienes y servicios. Dichos sistemas cuentan con el potencial para mejorar los resultados de la inversión a través de diversos canales: al publicar los documentos de licitación en línea, e-compras facilita la licitación a distancia, y también restringe las oportunidades para negar acceso a determinados proveedores. Sin embargo, la medida en que estos cambios afecten mejoras en calidad de la inversión y precios es en última instancia una cuestión empírica.
Un estudio reciente aprovechó el escalonamiento en la entrada en producción del e-compras en los estados de la India y las provincias en Indonesia para estimar los efectos de dicha plataforma tecnológica sobre tres dimensiones de interés: precios de los contratos, nivel de atraso en la ejecución de los proyectos de inversión, y calidad física de los mismos. Los resultados de la evaluación muestran que si bien no se observaron reducciones significativas en los niveles de precios en ambos países, sí se encontraron impactos sobre la oportunidad y calidad de los proyectos de infraestructura. Por ejemplo, el porcentaje de proyectos tardíos se redujo en 20% después de la adopción de e-compras en Indonesia, y la calidad física de las rutas (medida a través de reportes independientes del sistema nacional de monitoreo) aumentó en 12% para proyectos gestionados a través de dicho plataforma en India. La explicación para estos resultados se basa en un efecto selección: el sistema e-compras facilitó en ambos países la entrada de nuevos proveedores y de mejor calidad que la oferta existente bajo el sistema manual anterior.
Mejor capacidad estatal a través de la tecnología
En síntesis, los resultados de estas tres intervenciones nos muestran que la tecnología puede ser puesta al servicio de la construcción de capacidad estatal, con retornos inmediatos y de magnitud relevante, ya sea en el ámbito impositivo como del gasto público. Sin embargo, antes de pasar a elaborar conclusiones simplistas, es importante tomar en consideración que la tecnología no trabaja en un vacío: las innovaciones tecnológicas, si no están acompañadas de cambios más profundos (cambio en las reglas, procedimientos, e incentivos adecuados para gestionar los impuestos y el gasto de manera eficiente) quedarán reducidas al ámbito de la reforma parcial, con efectos limitados sobre los resultados de política que nos interesan en última instancia.
Por lo tanto, es importante complementar las inversiones en dichas herramientas en el corto plazo con fortalecimiento institucional de mediano y largo plazo, de manera de lograr capacidad estatal sostenible.
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