El mundo cabe en la palma de una mano. La comunicación es instantánea. Trasladarse de un punto a otro del globo es cuestión de horas. Pisamos la luna y buscamos vida en otros planetas. Y todo esto es posible gracias a la energía, que hoy nos enfrenta a un nuevo reto.
Fuente: Nasa. Publicada en Unsplash.
El 21 de octubre se celebra el Día Mundial del Ahorro de Energía, una jornada que desde hace dos años invita a reflexionar sobre los dilemas a los que nos enfrenta el desarrollo y el consumo de energía en nuestra vida cotidiana.
Pero para pensar en los desafíos de hoy vale la pena un breve repaso por el uso de la energía a lo largo de los siglos, porque desde antes de la historia el ser humano se sirve de las fuerzas de la naturaleza para redoblar las propias.
El organismo humano está diseñado para generar su propia energía que transforma en calor y movimiento. Y el hombre utilizó las cualidades similares que advirtió en los animales para trasladarse y compartir las cargas y el trabajo, y duplicó así sus posibilidades, antes limitadas exclusivamente a las propias fuerzas.
Nuestros ancestros le temían al fuego, porque seguramente lo conocieron a través de su poder destructor. Muchas culturas lo consideraron un elemento sagrado. Pero pronto descubrieron que esa fuente de la naturaleza podía proveerles luz y calor si lograban dominarla. Y entonces aprendieron a generarlo. Y cuando lo hicieron, también vieron que ese calor era capaz de alterar las propiedades físicas y químicas de alimentos y objetos, como la arcilla, y así construyeron ladrillos y vasijas. Esos usos del fuego siguen tan vigentes hoy como entonces; aunque sí evolucionó la forma de producirlo, desde frotar piedras hasta la combustión de gases. La llegada de la máquina a vapor fue la revolución que marcó el comienzo de una era.
Sopla el viento
También el viento es energía que la humanidad hizo propia. Y nació así la navegación a vela, y el desarrollo de máquinas que funcionaron insufladas por esa fuerza invisible, como los molinos que, al girar sus aspas, trituran granos o succionan el agua de las entrañas del suelo. Ese mismo vigor es capaz hoy de producir electricidad en campos eólicos erigidos en aquellos rincones donde su velocidad es constante.
Un rayo de luz
Y llegó el día en que la humanidad logró conquistar la fuerza de los rayos, convirtiendo esas descargas intermitentes en energía continua.
Antes de convertirse en unidades de medida, nombres de empresas trasnacionales o marcas comerciales, Gilbert, Guericke, Galvani, Volta, Oersted, Ampère, Faraday, Gramme, Siemens y Edison fueron mentes inquietas que, en un diálogo que superó las barreras del tiempo y del espacio, relacionaron casualidades con electricidad y magnetismo, y probaron con azufre, bronce, cobre, hierro, cinc e imanes. Hoy, comparten la paternidad de la electricidad tal como la conocemos, esa poderosa y democrática energía que está al alcance de cualquiera, con solo un un clic del interruptor.
A través de la electricidad fue posible todo lo que el viento y el fuego no eran capaces de producir: la radio, la televisión, internet… sobran los ejemplos.
De estos hallazgos a explorar la fuerza de los átomos hubo solo un paso.
Moraleja
El tiempo es aprendizaje, así que toda historia tiene una moraleja, y esta no será la excepción. Este repaso, más poético que riguroso, no buscar hurgar en las infinitas posibilidades que nos ofrece la energía en todas sus formas, sino hacer foco en el hilo conductor que atravesó los siglos y las transformaciones para darle coherencia al relato: la inteligencia humana, esa chispa que nunca se extingue.
Fue la capacidad de observar, relacionar, imaginar y crear la que le permitió a la humanidad multiplicar sus propias energías para hacer su entorno más confortable, trabajar con menos esfuerzo, trasladarse a rincones imposibles, comunicarse sin barreras.
Esa misma inteligencia hoy se enfrenta con un nuevo reto, quizás más desafiante que los anteriores: la utilización eficiente y racional de los recursos que supo conquistar. Porque las reservas se agotan. Porque es preciso reducir la hulla de nuestro paso por el planeta. Porque es imperioso pensar en el presente pero sin agotar las chances de las generaciones futuras.
Por eso el 21 de octubre el mundo alzará la voz para que la eficiencia y el ahorro energéticos ocupen un lugar prioritario en la agenda de los gobiernos, sean una regla básica para cualquier empresa y una premisa viva en la cotidianeidad de cada hogar. Podemos hacerlo, basta poner la mente en acción.
Interesante abordaje. Quizás se puede decir que hay como una ecuación:
EnergÍa + Inteligencia y información = Constante
Mientras más inteligencia se aplica, mientras más información se utiliza, menos energía se requiere.
Si bien es cierto hay un día en el calendario para reflexionar sobre este tema, el ahorrar energía parece que es un tema de todos los días y que nos hace responsables a todos. Reducir las emisiones de dióxido de carbono y el efecto invernadero se vuelve uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos como sociedad, sobre todo porque demanda de nuestra parte, una serie de cambios en hábitos y comportamientos. Parece tan simple nuestra contribución, por ejemplo tender o colgar la ropa al sol y usar menos las secadoras, no dejar conectado el celular al toma corriente, utilizar bolsas de tela para hacer el supermercado, usar menos el auto, entre otras cosas. Sencillo verdad! ¿No lo creen? ¿Por qué la resistencia a extender estas prácticas?
Claro está, que estas pequeñas acciones ayudan a reducir nuestra huella de carbono, pero paralelamente a nivel de nuestros gobiernos deben hacerse todos los esfuerzos por reducir la dependencia a los combustibles fósiles.
Desde el 2015 Costa Rica, el país donde vivo es considerado un ejemplo para el mundo por generar el 98% de la energía que consumimos con energías renovables a partir de plantas hidroeléctricas, energía eólica, geotérmicas o paneles solares. Un gran ejemplo, no hay duda, sin embargo en nuestra transportación somos aun altamente dependientes a los hidrocarburos.
Este es un tema que actualmente nos ocupa como estudiantes de la Maestría en Comercio y Mercados Internacionales de la Universidad Lead en Costa Rica. Hemos creado en nuestro curso de Gestión de Proyectos una página web llamada Energías que marcan tendencias, que está dirigida a todas las personas que desean leer posiciones actualizadas, innovadoras e incluso controversiales del tema de las energías alternativas y las energías tradicionales.
Los invitamos a visitarnos y a contribuir con sus valiosos comentarios
http://sites.google.com/view/energiasquemarcantendencias/debate-energ%C3%A9tico
El hombre tiene la capacidad de evolucionar y claramente de crear elementos que sean cada vez mejores tanto en el uso y rendimiento. Es ahora cuando se evoluciona la energía y de crean nueva manera de obtener movimiento, luz, funcionalidad, entre otras cosas, teniendo mejores resultados. Feliz día del ahorro de energía.