¿Recuerda el anuncio del Superbowl de 2011 con el niño disfrazado de Darth Vader, que intenta usar La Fuerza para encender una lavadora y despertar al perro?
La Fuerza sólo le funciona al intentar encender un Volkswagen Passat, después de que su padre – escondido detrás de una ventana- usa el control remoto. Nos fascina que la imaginación de un niño se pueda disparar desde un control remoto: el video tiene más de 60 millones de visitas.
Esa fascinación es aún más aguda con las máquinas que nos permiten compartir, divertirnos e incluso aprender macroeconomía.
Con una computadora, uno puede googlear casi cualquier cosa, aprender el teorema de Pitágoras en la Academia Khan o incluso encontrar ese viejo clip de los 50 que prácticamente inventó la animación por computador.
Todo lo que se necesita es una computadora portátil, o una tableta, o un teléfono y una conexión a la web.
Si todo lo que el niño necesitaba era La Fuerza (y un control remoto), a lo mejor lo que necesitan los escolares es un portátil.
Así que ¿por qué no dar laptops gratuitos a todos los niños y niñas en edad escolar en Uruguay?
One Laptop Per Child (OLPC) estima que ha llegado a 2,4 millones de niños y maestros de los cuales 860.000 se encontraban en Perú.
Ya hay resultados para Uruguay, por lo que ahora hay resultados para casi el 60% del programa en el mundo. Aunque hemos explorado el impacto del Programa sobre los resultados educativos aquí, aquí, y aquí, subsistían dudas sobre si estos resultados para el Perú eran suficientes para llegar a conclusiones más generales sobre el impacto de este tipo de intervención sobre los resultados educativos.
El “Plan de Conectividad Educativa de Informáticas Básica Para El Aprendizaje en Línea” (Plan CEIBAL, para abreviar) fue creado en 2007 como la versión uruguaya de OLPC.
Para el 2012, se habían distribuido 570.000 laptops, llegando a todos los estudiantes y maestros. Su costo total de propiedad se estima en aproximadamente $400 por 4 años, o $ 100 por año por niño.
El presupuesto de inversión anual de educación total para 2013 fue de aproximadamente $150 millones.
Un nuevo documento de trabajo (otra versión más completa aquí) publicado por investigadores del Instituto de Economía de la Universidad de la República en Uruguay muestra algunos resultados preliminares del Plan CEIBAL.
La evaluación utiliza dos conjuntos de datos. En primer lugar, usa cuatro exámenes de aprendizaje escolar de finales de 2006, mediados de 2009, finales de 2009 y mediados de 2012. El segundo conjunto de datos son los datos del despliegue de CEIBAL, que comenzó la distribución de computadoras portátiles en las escuelas a finales de 2007, y lo amplió geográficamenete. Los datos permiten la identificación de la fecha exacta de cada entrega.
La variable de tratamiento se define como el número de días desde la entrega del computador portátil, mientras que la variable dependiente es la calificación en pruebas individuales de lenguaje y matemáticas. Se utiliza una estrategia de Diferencias en Diferencias.
La principal conclusión del estudio es que los resultados no muestran impacto del programa OLPC en los resultados de lectura y matemáticas. Este resultado es consistente con estimaciones para Israel, Perú, Rumania, Nepal, y los EE.UU. (Carolina del Norte).
Entonces, ¿por qué no tienen ningún impacto en el aprendizaje en Uruguay?
En primer lugar, la evidencia muestra que el uso del computador cayó dramaticamente. Mientras que en 2009 el 41% de los estudiantes informaron haber usado las computadoras portátiles “todos” o “casi todos” los días, en 2012 esa cifra habia bajado a 4,1%, y casi el 70% dijo haberlo usado menos de una vez durante la semana.
Si los portátiles se usaron muy poco en clase, es razonable pensar que los profesores no los integraron en el currículo porque “los insumos que proporcionan beneficios directos a los educadores (como los salarios) están sobre-utilizados en relación con insumos que contribuyen directamente (y sólo a eso) al producto educativo (como libros o materiales de instrucción).
En segundo lugar, su uso fue principalmente recreativo. En el 44% del tiempo se usa para descargar información, el 26% para navegar por Internet y el 14% para jugar en línea. Sólo el 8% de la actividad era para “escribir un texto”.
Tercero, los resultados muestran que la OLPC no mejoró la capacidad de navegar en línea: el programa no tuvo ningún efecto sobre la capacidad (auto-percepción) de bajar juegos, música o crear un blog.
En conclusión, al igual que el niño está convencido de que La Fuerza está con él y no tiene en cuenta que su padre está detrás de la ventana utilizando el control remoto para encender el auto; la evidencia muestra que los computadores por sí mismos no tienen ningún efecto en el aprendizaje y lo que realmente importa es el entorno institucional que hace posible el aprendizaje: la familia, la maestra, el aula, las compañeras.
Así como no hay Fuerza que funcione sin padre, sin maestra (e instalaciones y recursos adecuados, padres con control remoto etc.) no hay aprendizaje.
Con o sin portátil.
A M Dice
Resulta gratificante un análisis tan bien elaborado, el cual que invita a la reflexión, más aun si proviene de la recopilación expresada en el mejor sentido por la propia fuente de realización, siendo así, se hace imprescindible, resaltar la generosidad y amplitud de sus comentarios.
El desarrollo y la adquisición de herramientas, necesarias para la mejora de la educación, el trasporte, la seguridad ciudadana, la igualdad de géneros, el empoderamiento femenino, el desarrollo de las ciudades emergentes, la sostenibilidad y el escalamiento como coadyuvantes del crecimiento y desarrollo económico de la juventud, las ciudades y países son componentes relacionados entre sí, y, si, son inherentes a nuestra naturaleza y formación. Como producir un acercamiento y lograr esto en mejor tiempo y condiciones; es el tema de mayor atención hoy en día para todo ciudadano responsable.