En las últimas tres décadas, Chile ha sobresalido al llegar al mayor ingreso per cápita en América Latina y el Caribe, además de alcanzar la posición más alta en el Índice de Desarrollo Humano, en sintonía con la media de los países pertenecientes a la OCDE. Asimismo, ha liderado avances en relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, situándose en el puesto 30 a nivel global.
A pesar de estos logros, Chile aún enfrenta desafíos significativos en las áreas fiscales, sociales y económicas. Estos desafíos se hicieron evidentes en 2019 cuando la población salió a protestar. Sin embargo, esta situación impulsó transformaciones importantes en el país.
Según el informe “BIDeconomics Chile: panorama de oportunidades” del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), las reformas de los años noventa han situado a Chile en una posición favorable para avanzar hacia un desarrollo integral. El informe también identifica siete áreas en los cuales Chile podría enfocarse para lograr este objetivo de manera definitiva. Siguiendo las recomendaciones del estudio, se estima que Chile podría realizar avances lo suficientemente significativos en una década para parecerse a naciones altamente desarrolladas como Australia.
Las 7 áreas con mayores oportunidades para la transformación son:
- Cerrar las brechas de desigualdad. Con el propósito de erradicar las disparidades de inequidad, se enfrentan desafíos inmediatos como retomar la senda de superación de la pobreza, proporcionar capacitación para empleos de alta calidad, fomentar viviendas con servicios urbanos adecuados y promover un entorno de seguridad y convivencia mejorado.
- Fortalecer la protección social. El bienestar de los ciudadanos chilenos a lo largo de sus vidas, incluso en su vejez, puede lograrse mediante reformas al sistema de pensiones, la optimización de la gestión del sector de la salud y el refuerzo en el cuidado de las personas dependientes.
- Promover equidad de género y diversidad. La generación de oportunidades para aquellas comunidades que aún las carecen, como las mujeres en los ámbitos educativo y laboral, es un objetivo alcanzable. En el camino hacia la igualdad, es esencial la contribución activa de los hombres. En este desafío, también se debe prestar especial atención a las necesidades de los pueblos indígenas, la comunidad LGBTQ+, las personas con discapacidad y los migrantes.
- Afrontar el cambio climático. En la última década, Chile ha enfrentado la peor sequía en 60 años y ha experimentado una disminución del 37% en la disponibilidad de agua en tan solo cinco años. Aunque se han establecido cimientos para abordar este y otros desafíos del cambio climático, es necesario avanzar aún más en políticas que fomenten el uso eficiente del agua, la preservación del entorno natural, la adopción de energías renovables y la promoción de estrategias de resiliencia climática.
- Impulsar una matriz productiva avanzada. El progreso requiere apoyar a las pequeñas y medianas empresas, así como a sectores ya consolidados como el turismo y la agricultura. Además, es vital apostar por las industrias emergentes con gran potencial, como el hidrógeno verde. Ya sea en sectores tradicionales o nuevos, la innovación se convierte en una responsabilidad ineludible.
- Desarrollar infraestructura para conectar sectores productivos. La mejora de los sistemas de transporte de carga representa uno de varios desafíos para lograr el objetivo último: la expansión de los mercados globales. Para alcanzar este propósito, se debe dar prioridad a la ejecución de proyectos de infraestructura, fortalecer los sistemas y establecer acuerdos de integración regional.
- Optimizar la administración pública. Siempre existe espacio para un Estado más eficiente. Chile ha avanzado en este sentido, pero aún enfrenta retos en términos de gobernanza, autonomía de los gobiernos locales y un marco normativo que favorezca la actividad privada. Para lograrlo, es esencial fortalecer la colaboración entre entidades gubernamentales y servicios ciudadanos, impulsar la toma de decisiones descentralizadas para impulsar el desarrollo a nivel local y reforzar el marco normativo para fomentar la competitividad empresarial.
Chile tiene una oportunidad significativa para lograr un desarrollo pleno y sostenible. Para ello, es fundamental reconstruir el pacto social que garantice acceso a la salud, educación, vivienda y pensiones dignas, nivelando el terreno para aprovechar tanto el abundante capital humano como los recursos naturales del país. Al mismo tiempo, se debe facilitar el despliegue del potencial del sector privado, la innovación y el emprendimiento para estimular el crecimiento económico.
Para acceder a detalles adicionales sobre las recomendaciones e instrumentos que permitirán que Chile lidere el camino hacia un desarrollo definitivo en América Latina y el Caribe, te invitamos a hacer clic en el siguiente enlace para descargar la publicación: “BIDeconomics Chile: Panorama de Oportunidades“.
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