Programa para mejorar la calidad educativa en Perú.
Los gobiernos de América Latina gastan miles de millones al año en programas sociales que llegan a millones de personas con acceso precario a los servicios públicos. Pero, ¿pueden los gobiernos identificar estrategias más costo efectivas para brindar estos servicios?
Utilizar datos y evidencia para mejorar el diseño y la implementación de políticas públicas es un modo de asegurar la costo-efectividad. Generar alianzas con organizaciones especializadas que estén familiarizadas con incorporar evidencia empírica al diseño de políticas públicas, puede agregar capacidad adicional y experiencia técnica útil.
En el Abdul Latif Jameel Poverty Action Lab (J-PAL), nos asociamos con investigadores y organizaciones que implementan soluciones costo-efectivas provenientes de la evidencia empírica, a fin de reducir la pobreza.
La Iniciativa de alianzas con los gobiernos (Government Partnership Initiative) de J-PAL se enfoca en crear dichas alianzas de investigación y de políticas con gobiernos abiertos a la innovación y el aprendizaje.
A continuación, delineamos algunos ejemplos de este enfoque en América Latina y destacamos las enseñanzas clave que J-PAL ha aprendido en estos casi 10 años de exitosas alianzas gubernamentales en la región.
MineduLAB: una solución educativa para Perú
En el 2013, el Ministerio de Educación del Perú (Minedu) se asoció con la Oficina de América Latina y el Caribe de J-PAL (J-PAL LAC), Innovations for Poverty Action de Perú, FORGE y el Banco Mundial para lanzar MineduLAB, un laboratorio innovador de políticas educativas.
Ubicado dentro del Ministerio de Educación, MineduLAB diseña, implementa y evalúa la efectividad de intervenciones de bajo costo destinadas a mejorar la gestión de las políticas y los resultados educativos, maximizando el uso de datos administrativos. El ministerio utiliza los resultados de estas evaluaciones para fundamentar sus decisiones de políticas.
A través de estas evaluaciones, el Minedu ha identificado soluciones efectivas y escalables para los problemas educativos en el Perú y, gracias a la publicación de los resultados de las evaluaciones en el sitio web del Minedu, proporciona datos útiles para otros ministerios y organizaciones educativas de todo el mundo.
El Minedu es uno de los socios gubernamentales con los que J-PAL LAC ha trabajado para incrementar el uso de evidencia rigurosa para la toma de decisiones. Nosotros hemos colaborado con gobiernos de toda la región para poner a prueba innovaciones en políticas públicas, escalar programas efectivos y generar capacidad institucional para usar datos y evidencia en sus procesos de diseño de políticas.
Estas alianzas toman muchas formas. En Brasil, nos asociamos con la Escuela Nacional de Administración Pública para desarrollar un curso masivo abierto en línea para capacitar en evaluación de impacto a interesado en este país; y, en el Perú, nos estamos asociando con el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) para identificar y evaluar soluciones respaldadas por la evidencia para reducir la violencia de género.
Nuestras alianzas se diseñan siempre con base en las prioridades de los gobiernos, asegurando que la investigación sea relevante para cuestiones clave de políticas públicas.
Mediante esta labor, J-PAL LAC ha desarrollado una amplia base de conocimiento acerca de cómo apoyar a los gobiernos en sus esfuerzos para diseñar e implementar políticas innovadoras, basadas en la evidencia. A partir de este conocimiento, hemos extraído cinco lecciones clave indispensables para el éxito de las alianzas con los gobiernos.
1.Encontrar y apoyar a un líder dentro del gobierno
En todas nuestras asociaciones con los gobiernos, el apoyo proactivo proveniente de un funcionario público de alto nivel dentro de la institución ha sido clave, especialmente en etapas tempranas de diseño de los proyectos.
Buscamos líderes que tengan la autonomía, la capacidad y la autoridad para aprobar importantes aspectos de la alianza, abrir puertas a otras partes interesadas y hacer notar a otras personas dentro de la institución que la alianza tiene una alta prioridad.
El líder adecuado irá más allá de sus responsabilidades diarias para impulsar la agenda de uso de evidencia en el gobierno.
Además de identificar al menos un líder clave dentro del gobierno, apuntamos a aliarnos con instituciones en las que haya alguna indicación de que la relación durará más allá de un único evento, como un curso de capacitación o una serie de informes de políticas, y cuando el gobierno se comprometa a usar evidencia para fundamentar la toma de decisiones en temas específicos.
Los aliados gubernamentales exitosos están dispuestos a desarrollar una estrategia clara para el uso de evidencia desde el inicio de su relación con J-PAL. También están dispuestos a comprometer parte de sus propios recursos en la alianza, ya sea que esto implique asignar fondos para evaluación, contratar personal de planta cuyo trabajo sea usar evidencia o proporcionar un espacio en sus oficinas donde pueda trabajar el personal de J-PAL.
2. Formar alianzas amplias
Si bien tener al menos un líder clave es esencial para el desarrollo y la sostenibilidad de estas alianzas, la participación de un individuo o un pequeño grupo no es suficiente para llevar adelante cambios significativos cuando se toman decisiones importantes.
En MineduLAB, la alianza se benefició del hecho de que muchos funcionarios públicos del Minedu tenían capacitación previa en economía y métodos de evaluación, y del estímulo activo del liderazgo del Minedu para usar evidencia en la toma de decisiones.
Muchos de nuestros contactos allí han hablado acerca de una cultura organizacional de la evidencia, que posibilitó la alianza. Por ejemplo, el Minedu colaboró con el BID para llevar adelante la primera evaluación de impacto rigurosa del programa Una Laptop por Niño, de donde se desprendieron valiosas enseñanzas sobre los impactos del programa y las posibles estrategias que pueden mejorar el impacto del mismo en el aprendizaje.
A través de nuestras numerosas alianzas con los gobiernos de la región, estamos aprendiendo cómo fortalecer y expandir esta cultura más allá de nuestros líderes clave.
3. Designar un responsable en el gobierno para usar evidencia empírica en el diseño de políticas públicas
Aplicar la evidencia para el diseño de mejores políticas y programas requiere tiempo y recursos; por ello, contratar personal cuyo rol sea identificar oportunidades para el uso de evidencia para fundamentar decisiones, o a partir de la cual se puedan generar nuevos estudios, puede ayudar a los gobiernos a abrir un espacio para esta importante labor. En las primeras etapas de nuestra alizanza con el Minedu, un administrador de políticas de J-PAL ocupó un escritorio del ministerio para ayudar a conceptualizar e implementar MineduLAB. Esta presencia in situ sirvió para asegurar que no se perdieran oportunidades.
4. Usar datos que el gobierno ya recoge
Diseñar gráficos mapas y paneles de control que sean amigables para el usuario puede ayudar a que los funcionarios vean la utilidad de los datos. Los datos administrativos también pueden usarse para conducir evaluaciones de bajo costo que demuestren la utilidad de pilotear y perfeccionar programas.
Los extensivos datos administrativos del Minedu permitieron realizar evaluaciones de bajo costo de las innovaciones que estaban siendo piloteadas por el laboratorio de innovación. Sin contratar empresas encuestadoras ni diseñar nuevos exámenes, el ministerio y los investigadores pudieron aun así medir los cambios en los resultados usando datos que ya tenían.
En organizaciones donde los datos administrativos no estaban bien organizados o disponibles al inicio de una colaboración, hemos ayudado a identificar y vincular bases de datos, y desarrollamos manuales para que el personal del gobierno utilizara los datos de manera eficiente.
5. Priorizar los “triunfos rápidos” que generan confianza y apetito por la evidencia
Comenzar una relación con evaluaciones simples y de bajo costo, análisis descriptivos de datos o cursos de capacitación personalizados puede abrir la puerta para la colaboración futura, demostrando la utilidad de los datos, de la evaluación y de la evidencia existente.
En las primeras etapas del MineduLAB, J-PAL e IPA llevaron adelante revisiones de la evidencia para identificar posibles soluciones costo-efectivas para las prioridades de los ministerios de Educación de todo el mundo, mapearon y vincularon todos los datos administrativos que el Minedu ya había recogido, y se reunieron con 16 unidades implementadoras para ayudarlas a identificar áreas para la innovación basada en la evidencia.
Estas estrategias se describen con mayor detalle en el blog de J-PAL, junto con algunos otros ejemplos de nuestra experiencia en la región.
La misión de J-PAL es reducir la pobreza asegurando que las políticas se fundamenten en evidencia científica. Estamos comprometidos a apoyar a las organizaciones que buscan tomar decisiones de políticas basadas en la evidencia. Para saber más sobre nuestra labor en América Latina y el Caribe o en el mundo, puede contactar a Sam Carter en samcarter@povertyactionlab.org.
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