Dos mil millones de personas en todo el mundo vivirán en asentamiento informales en 2030. Invertir en saneamiento seguro en esas poblaciones es imprescindible para lograr los objetivos de desarrollo sostenible.
Hypolitte es una adolescente haitiana de 16 años, le gusta estudiar y jugar al futbol con sus amigas. Vive con su madre en un bidonville de la ciudad de Puerto Príncipe cerca del mar llamado Bicentenaire. Bidonville es la palabra utilizada en los países francófonos para definir los asentamientos informales y que en otros lugares tienen nombres como favelas en Brasil, pueblos jóvenes en Perú. Se trata de una definición compleja pero que en todos los casos refleja una realidad espacial de hacinamiento y de falta de servicios básicos como el agua y el saneamiento.
Lo anterior no nos debe llevar a pensar que estas zonas son homogéneas, nada más lejos de la realidad. Cada asentamiento constituye una unidad sociocultural con características bien diferenciadas. Se trata de una realidad espacial donde no necesariamente todos sus habitantes son pobres, pero si comparten un ambiente físico común.
El número de personas viviendo en asentamientos informales en el mundo no ha cesado da aumentar pasando de los 668 millones de 1990, a los 881 millones en el año 2014 y estando previsto que alcancen la asombrosa cifra de 2 billones para el año 2030.
Un aspecto común a estos asentamientos es su enorme densidad poblacional incluso si la comparamos con áreas tan urbanizadas como Tokio o como Manhattan. En Dharavi, un asentamiento de Bombay donde se hacinan más de 700,000 personas en un área ligeramente superior a los dos kilómetros cuadrados se llega a la cifra de 3,300 habitantes por hectárea, valores superiores a los peores asentamientos de la Inglaterra de la época victoriana.
Daravhi es un caso extremo pero los más de 200,000 asentamientos informales que se calcula hay en el mundo cuentan en general con la característica de la alta densidad. Junto con la falta de servicios sobre todo de saneamiento hace que sean lugares ideales para la transmisión de enfermedades infecciosas con tasas de diarreas infantiles superiores incluso a las zonas rurales.
La densidad también constituye un reto para la selección de tecnologías de saneamiento dado que las letrinas que bien gestionadas suponen una solución para las áreas rurales no lo son en estas áreas porque simplemente no hay donde meterlas.
Hablando con Hypolite, enseguida me vino a la mente el excelente artículo “All we want are toilets inside our homes!” (¡Todo lo que necesitamos son baños dentro de nuestras casas!) de la investigadora Anupama Nallari sobre el papel clave que juega el saneamiento o más bien su ausencia en la vida de un grupo de adolescentes indias residiendo en un asentamiento informal de la ciudad de Bangalore. La falta de un lugar donde poder llevar su higiene, incluyendo la higiene menstrual o el peligro que supone ir hasta la letrina por la noche son problemas comunes tanto para Hypolitte como para millones de otras adolescentes viviendo en barrios precarios. De ahí la preferencia generalizada por contar con el inodoro en el interior de las casas por la mayoría de la población mundial, más marcado aún en el caso de mujeres, ancianos y ancianas y personas con dificultades de movilidad.
Hoy durante la mesa redonda sobre el asentamiento en barrios informales que ha organizado el BID en la conferencia “Water and Health” en la universidad de Carolina del Norte hemos escuchado las experiencias de dos operadores brasileños de las ciudades de Salvador de Bahía y Brasilia y de un operador africano el de la ciudad de Kampala.
Las tres ciudades cuentan con una buena parte de su población viviendo en asentamientos informales. Sin embargo, en el caso de Salvador y de Brasilia las inversiones realizadas en saneamiento condominial y un enfoque social centrado en la vivienda han permitido que los pobladores de estos barrios cuenten con el mismo nivel de servicio que los barrios más ricos de estas ciudades, al menos en cuanto al saneamiento.
En ese sentido, la plataforma de SaniBID dentro de la iniciativa de saneamiento optimo del BID incluye como uno de sus grandes objetivos el saneamiento de los asentamientos informales con un enfoque centrado en el servicio de forma que nadie se quede fuera. No cabe duda de que invertir en saneamiento en estos barrios es una excelente inversión.
Bicentenaire, el barrio de Hypolitte, no siempre fue un asentamiento informal con los elevados grados de violencia que presenta en los últimos meses. En ese mismo lugar tuvo lugar la exposición universal de 1949 que festejaba los 200 años de la capital haitiana. De ahí el nombre de bicentenario, que contó con la participación de numerosos artistas internacionales de la talla de Celia Cruz o de Bebo Valdés.
Imagínense poder asistir a un recital de un joven Miles Davis en la época en que componía ¨Birth of the Cool. No sería de extrañar que la cultura haitiana le hubiera inspirado para los tiempos más relajados del llamado “cool jazz”. Hoy estamos lejos de esa realidad. Pero me gustaría pensar que entre los estrechos corredores del bicentenario corre una melodía de cambio por el derecho de un baño digno para todas las personas.
Excelente enfoque a esta realidad que necesita urgentemente decisiones políticas y el uso de soluciones técnicas adecuadas. La resolución de los problemas de saneamiento en Salvador de Bahía demuestra que podemos hacer mucho con el uso de tecnologías apropiadas como el sistema condominial
Excelente inicio y uso de tecnicas adecuadas en un futuro podran ver los resultados aki en Nicaragua hicieron un gran trabajo y poco a poco estamos viendo los resultados Dios les bendiga y tengan muchos mas excitos en todo el mundo felicitaciones Ingeniero Monforte