*Por Maria Eugenia de la Peña especialista en Agua y Saneamiento del equipo @BIDagua
Los alemanes son mundialmente conocidos por su sauerkraut y schnitzel, por su variedad de cervezas, por su tecnología automotriz y su increíble puntualidad. Sin embargo, hay también grandes avances en la gestión del agua y la prestación de los servicios de agua y saneamiento que vale la pena considerar.
Para alguien como yo, una enamorada de la cultura alemana, mi simple valoración sería demasiado subjetiva. Por lo que resaltaré algunos datos para ilustrar el punto.
Alemania es el país europeo con mayor nivel de tratamiento de aguas residuales. De acuerdo con la información del Ministerio del Medio Ambiente de Alemania, el 96% de la población está conectada a la red de alcantarillado y el 100% de esta agua es tratada. Estos datos contrastan dramáticamente con los de América Latina y el Caribe, donde se recolecta el 83% de las aguas residuales generadas y apenas se trata el 5%.
Además de los altos niveles de recolección de aguas residuales y tratamiento, en Alemania se ha avanzado de manera acelerada en el uso de energías renovables para la generación de energía en plantas y el aprovechamiento energético principalmente de la descomposición de lodos. Como ejemplo, las plantas de la ciudad de Berlín cubren entre el 30 y 50% de sus necesidades de energía a través de fuentes renovables. En cambio en América Latina no existen datos sobre este tema. En la región la preocupación sigue siendo incrementar las coberturas de alcantarillado y tratamiento; y son pocos los casos donde se emprenden acciones para optimizar el uso de la energía o usar energías renovables en plantas de tratamiento.
¿Cuáles han sido los motivadores para el éxito de Alemania y por qué en Latinoamérica nos falta todavía tanto por hacer?
Sin duda hay aspectos políticos, financieros, económicos e incluso culturales que inciden en este proceso y podría escribir todo un libro haciendo un análisis. Sin embargo, como este blog me limita a unos cuantos párrafos, me gustaría resaltar dos puntos que considero clave.
- Considero fundamental la existencia de la política de transición energética “Energiewende” lanzada en 2011, la cual establece las directrices para el uso de energías renovables, eficiencia energética y desarrollo sostenible en Alemania. La meta para 2050 es que la energía eléctrica provenga al menos en un 80% de energías renovables; el consumo de energía deberá reducirse en un 10% para 2020 y el 25% para 2050 con base en los datos de 2008; y finalmente las emisiones de CO2 deberán reducirse en un 85%, lo que significa que la generación de energía produciría casi cero emisiones. Esta política ha conducido a las empresas y a los institutos de investigación a realizar importantes inversiones en el desarrollo de tecnología para hacer más eficiente el uso de la energía, así como para la generación de energía eólica y solar. Esto ha ocasionado la reducción de costos de producción y la posibilidad de ir incorporando estas fuentes de energía en proyectos de mayor escala.
- Las tarifas de agua. En Alemania, la tarifa de abastecimiento de agua incluyendo el saneamiento es de alrededor de $7 USD por metro cúbico. Esto contrasta fuertemente con las tarifas que existen en la mayoría de los países de Latinoamérica (El promedio regional es 1.40 USD/ m3). Por poner el ejemplo de algunas ciudades grandes de la región: en la Ciudad de México la tarifa es de 0.2 USD/m3; en Sao Paolo, la tarifa residencial promedio es de USD0.68/m3; y en Buenos Aires es de USD 0.26 USD/m3. Estos niveles tarifarios en muchas ocasiones no permiten cubrir los costos de operación y mantenimiento de los sistemas, por lo que las necesidades de inversión son generalmente cubiertas por gobiernos suprarregionales a través de subsidios. En este contexto, la inversión en tecnologías de vanguardia y de punta, resulta un lujo que los países de la región no se pueden dar.
El contexto alemán es muy distinto al latinoamericano y sin duda, el desarrollo del sector tiene barreras particulares en cada uno de los países. Sin embargo, es conveniente mirar más allá de nuestra región para para ir estableciendo metas de largo plazo que nos permitan contar con infraestructura cada vez más sostenible.
Reflexiones derivadas del intercambio BID-GIZ “Laying down the tracks for the future: Germany’s road to sustainable infrastructure”.
MARIO CORAL dice
Estimada Mari, yo también soy asiduo admirador de la cultura alemana, pero creo que las variantes explicativas vienes de mucho más atrás, en su historia,
Saludos
MARIO CORAL
Mario Donoso dice
Muy bueno el artículo. Me gustaría saber si cuentan con datos de gestión comparada entre los distintos paises o empresas, por ejemplo la tasa de obstrucción por Km de red al año y las tasas de renovación de redes de recolección.
Rubén Roman dice
Muy interesante nota, sería bueno contar con más información sobre las enseñanzas que podemos sacar de la gestión realizada en Alemania con respecto al tratamiento de efluentes, por otro lado se tiene alguna referencia de un centro especializado para el Tratamiento de efluentes domésticos e industriales en Alemania?
Karla Suaza dice
Muchas gracias por su nota, quisiera saber si me puede dar un nombre de algún libro de tratamiento de aguas industriales en Hamburgo. Soy ingeniero ambiental y deseo más información al respecto. Gracias