En el Día Internacional de las Mujeres destacamos a mujeres que día a día trabajan por mejorar la calidad de vida de sus comunidades, ayudando o trabajando directamente en proyectos de agua, saneamiento y residuos sólidos.
Escrito por Paul Constance
Laura Guanoluisa empieza cada día superada en número por los hombres. Es la única mujer en un hogar con cuatro hijos y un marido, “mis cinco chicos”, como los llama cariñosamente. Pero es esta costumbre de convivir con sus “muchachos” la que le permite liderar en un ambiente altamente masculinizado, como presidenta de la Red Nacional de Recicladores de Ecuador (RENAREC).
RENAREC representa a unas 50 organizaciones de reciclaje y a miles de personas que se ganan la vida como trabajadores de los residuos y el reciclaje. Dirigirla sitúa a Laura en el centro de complejas negociaciones sobre seguridad laboral, prestaciones de la seguridad social, salarios y derechos laborales. Ella es la cara pública de un sector que acaba de salir de la sombra gracias a una generación de trabajadores informales del sector de los residuos que han luchado durante las dos últimas décadas por dignificar y mejorar las condiciones de su profesión.
Laura se inició en el reciclaje gracias a su abuelo. “Cuando tenía cinco o seis años, empecé a acompañar a mi abuelo a las obras donde reciclaba. Recuerdo que encontré muchos peluches y muñecas, algunos de los cuales aún conservo”, cuenta.
Eventualmente, Laura siguió los pasos de su abuelo y se unió a las filas de los trabajadores de Quito que clasifican los residuos en los vertederos municipales para recuperar los materiales que pueden venderse a los recicladores. El trabajo era peligroso y desagradable, pero proporcionaba unos ingresos fiables. Con el tiempo, empezó a hablar con compañeros de trabajo que estaban enfadados por los riesgos que implicaba manipular residuos hospitalarios y animales desechados de forma incorrecta. También se preguntaban por qué su trabajo no era debidamente reconocido y valorado por las autoridades gubernamentales o la industria del reciclaje.
En 2008, Laura se unió al recién creado RENAREC y empezó a intervenir en las reuniones. Pronto le pidieron que empezara a visitar los vertederos municipales de todo Ecuador para entrevistar a los trabajadores y estudiar sus problemas y preocupaciones particulares. En 2014, Laura formó parte del equipo que consiguió una reunión con el entonces presidente de Ecuador, Rafael Correa. Este acontecimiento histórico produjo un acuerdo para reconocer a los recicladores como trabajadores formales y sentó las bases para reformas que podrían permitirles recibir mejores compensaciones y beneficios gubernamentales.
Aunque las mujeres constituyen un gran porcentaje de los trabajadores del sector del reciclaje y los residuos de Ecuador, al principio no fueron bien acogidas en los puestos directivos de RENAREC. “Cuando me convertí en líder por primera vez, fue un reto para mí”, cuenta Laura. “Mis compañeros me decían: ‘¡Pero si eres mujer! ¿Cómo vas a tener tiempo para las reuniones? ¿Cómo vas a viajar para intercambiar experiencias con otros países?’. Uno de mis compañeros, con el que me llevaba muy bien, me decía: ‘Laura, tienes hijos’. Y yo le decía: ‘No te preocupes por eso… ¡podré viajar!’”.
De hecho, en su calidad de presidenta, Laura ha visitado Italia, Indonesia, Argentina y Colombia, entre otros destinos, para hablar en conferencias y compartir experiencias con otros líderes de las industrias del reciclaje y el saneamiento. “He podido mostrar a mis colegas masculinos y femeninos [lo que podemos conseguir]”, afirma. “He trabajado con ministros, con el Presidente. Han aprendido que no pueden cerrarnos la puerta”.
Laura reconoce que en este camino cuenta con el apoyo de su marido y sus hijos, pero también ha sido importante capacitarse para mejorar día a día. Se ha beneficiado de talleres de formación en liderazgo financiados por la Fundación AVINA y otras organizaciones. Se ha convertido en una eficaz oradora pública y defensora de la responsabilidad compartida para gestionar mejor los residuos, aumentando la visibilidad de RENAREC en los medios de comunicación. “Cuando la gente clasifica adecuadamente la basura empezando por sus casas, cuida mejor de la naturaleza, porque así podemos evitar enviar toneladas de residuos a los vertederos y asegurarnos en cambio de que vuelven a la cadena productiva de materiales reciclables”, afirmó.
Aunque las reformas que ha reclamado RENAREC aún no se han implantado del todo, Laura cree que los trabajadores de la basura y los recicladores han logrado importantes avances. “Me siento muy orgullosa del trabajo que hemos realizado para dar mayor visibilidad a la contribución de los recicladores informales”, afirma.
“Seguiremos defendiendo nuestros derechos, y seguiremos trabajando para mejorar la calidad de vida de nuestras compañeras y compañeros. Poco a poco, estamos ayudando a la gente a entender que nuestro trabajo es muy importante, que también contribuimos a la ciudad, al medio ambiente, a la economía y a la nación, mientras nos ganamos la vida”, dice.
Laura tiene ahora seis nietos y espera que al menos uno de ellos estudie ingeniería medioambiental o un campo relacionado. “Mi sueño es que alguno de ellos acabe contribuyendo a todo lo que hemos hecho en el campo del reciclaje”, afirma.
Serie: Mujeres Aguas Arriba
Sigue cada historia para aprender más sobre la vida de mujeres que han trabajado en beneficio de su comunidad con tenacidad, perseverancia y adquiriendo liderazgo en espacios que solían ser solo para hombres.
Cada quince días subiremos un nuevo perfil. Para conocer más sobre “Mujeres aguas arriba” suscríbete a nuestro blog aquí.
Equipo de Mujeres aguas arriba:
Coordinación: Anamaría Núñez, María Augusta Olmedo y Leticia Ortega
Especialistas de género BID: Naiara Martínez
Contenido: Andrea Ortega Carreño y Paul Constance
Ilustración: Verónica Alvarado y Carolina Curbelo
Producción audiovisual: Adriana Loeff
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