Escrito por Nelyn Ramirez, Leonellha Barreto, Alejandro Minatta, Francisco Manjarres y Marcello Basani
Hablar de gestión de integridad en agua y saneamiento (AyS) parece ser una tarea monumental, dadas las especificidades propias del sector: un bien público, caracterizado por monopolios naturales, que demanda inversiones cuantiosas en proyectos poco visibles en tanto suelen tratarse de tuberías enterradas y plantas de tratamiento alejadas de la población.
Bajo tales condiciones, el sector es propenso a actos que ponen en riesgo su integridad. La falta de transparencia, el no rendir cuentas, el no brindar espacios para la participación ciudadana, y la debilidad o ausencia de mecanismos efectivos para prevenir la corrupción, pueden tener consecuencias devastadoras en la prestación de servicios de AyS, afectando el acceso al agua y el saneamiento, y el bienestar de la población.
En el marco de la gobernanza sectorial de muchos países de América Latina y el Caribe, la agencia reguladora de los servicios de AyS, además de definir la normativa y asegurar su cumplimiento, es quien está mejor posicionado para contribuir a asegurar la integridad de los prestadores y mejorar su desempeño y niveles de servicio. Este es el caso del Ente Regulador de los Servicios de Agua Potable y Saneamiento de Honduras (ERSAPS), creado el en año 2003 por el Decreto 118-2003; su gestión cubre todo el territorio nacional, alcanzando a 298 municipios y a más de 10,000 prestadores de servicio urbano y rural.
A mediados de la década pasada, el sector de AyS de Honduras se caracterizaba por un escaso énfasis en la gestión de integridad, lo que se manifestaba en aisladas o quizá casi ninguna iniciativa para asegurar la transparencia en el quehacer diario, la rendición de cuentas, la participación ciudadana y el establecimiento de medidas de anticorrupción en las organizaciones del sector; en especial, los prestadores de servicio de AyS desconocían la temática de integridad y no contaban con herramientas prácticas para gestionarla internamente. No solo faltaban instrumentos claves de buena gobernanza, tales como una política organizacional con énfasis en la rendición de cuentas o una estrategia de transparencia y participación ciudadana, sino también elementos básicos de gestión organizativa, tales como definición de roles, responsabilidades y auto control contable. Todo esto, se traducía en la insatisfacción de los usuarios, quienes manifestaban quejas y desconfianza en conversaciones informales, ya que tampoco se contaba con canales formales para la atención de reclamos.
Por tal motivo, con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en 2017 el ERSAPS lanzó el programa de Gestión de Integridad, logrando incorporar conceptos, acceder a herramientas, determinar roles internos así como disponer de buenas prácticas para impulsar su gestión interna. De esa forma, se identificaron riesgos de integridad y medidas para mitigarlos, que fueron plasmados en un Plan de Acción, con hitos específicos de cumplimiento. Este proceso se llevó a cabo en el marco del programa “Gestión de Integridad en Agua y Saneamiento”, desarrollado e implementado con el apoyo del Consorcio por la Integridad, conformado por la Red de Integridad del Agua (WIN), el Centro de Emprendimiento en Agua y Saneamiento (CEWAS) y el Instituto Internacional de Agua de Estocolmo (SIWI).
Gracias a la capacitación recibida y a los lineamientos y herramientas preparados especialmente para Honduras, a partir de 2018 el ERSAPS comenzó a fomentar programas de Gestión de Integridad en los prestadores de servicios de AyS, multiplicando así el impacto. Uno de ellos fue el programa de fortalecimiento a la Junta de Agua de JAPOE, que cubre a más de 1,865 usuarios en el Municipio de Jesús Otoro, Departamento de Intibucá. Allí, Maribel Márquez, que cumple el rol de administradora del prestador de servicio, asumió el desafío de poner en práctica la gestión de integridad. En sus palabras, ello permitió: “…incluir la temática en su Plan Operativo Anual, contar con un rol claro sobre las actividades y funciones que tiene un prestador de servicio, disponer de un presupuesto asignado al tema, así como, entre otros importantes avances, disponer de un canal formal para recoger la opinión de sus usuarios…” En tal sentido, en el presente año y con el apoyo de ERSAPS, JAPOE está revisando nuevamente su modelo de negocios y generando una nueva hoja de ruta actualizada para los próximos años.
Según la experiencia del equipo de trabajo de la Gestión de Integridad en ERSAPS, con base en las lecciones aprendidas durante la puesta en marcha y los avances logrados por el Programa de Gestión de Integridad en los prestadores de servicio, los factores clave de éxito de este tipo de iniciativas consisten en el desarrollo perseverante de:
- Un fuerte liderazgo de la directiva del regulador, traducido en compromisos formales, como por ejemplo: la inclusión de integridad en el plan estratégico anual del ente.
- La participación del personal del regulador, como por ejemplo: en la definición del programa de Gestión de Integridad.
- Un responsable asignado a la Gestión de Integridad, logrando activar y mantener el acompañamiento a los programas de los prestadores de servicios.
- Un equipo humano, insumos técnicos y recursos financieros necesarios para accionar la Gestión de Integridad en los prestadores.
- Un sistema de monitoreo obligatorio a los prestadores de servicios a efectos de que reporten indicadores de integridad.
A futuro se prevé que los programas de Gestión de Integridad sean escalados a todos los prestadores urbanos con más de 5,000 conexiones en Honduras. La meta es fortalecer a los operadores, asegurando una gestión más eficaz y mejorando su desempeño, lo que contribuirá al acceso universal, asequible, de calidad y sostenible a los servicios de AyS en el país, y la calidad de vida de sus ciudadanos.
La experiencia del ERSAPS muestra que, aun cuando la tarea de gestionar la integridad en el sector es desafiante, es posible comenzar y avanzar de manera perseverante. Invitamos a los demás reguladores de la región a conocer más de esta experiencia y sumarse a la misión de sembrar la integridad en el sector de AyS en América Latina y el Caribe.
Autora invitada
Nelyn Yadira Ramirez Lagos. Desde 2008 ocupa el cargo de Oficial de Transparencia en el Ente Regulador de los Servicios de Agua Potable y Saneamiento, (ERSAPS) de Honduras. Es responsable del portal único de transparencia institucional, da respuesta a solicitudes de información de los ciudadanos. A partir del 2017 ha implementado la caja de herramienta de gestión de la integridad a diversos prestadores de servicio de agua potable del país centroamericano. Actualmente está en el proceso de implementación de indicadores de integridad a 7 prestadores de servicio. También ha apoyado al área de Control, en la Supervisión, Vigilancia y Asesoramiento a prestadores de agua urbana y rural, en la coordinación de actividades de capacitación y asistencia técnica.
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