Otro motivo para apoyar el saneamiento de los ríos urbanos
Hoy, algún dichoso en uno de los veinte arrondissements de la Ciudad Luz se levantó temprano después de una noche calurosa de verano. Esa persona emocionada saltó de la cama, miró por la ventana del siglo diecinueve de sus 15 metros cuadrados (que los parisinos llaman apartamentos) y corrió a ponerse la malla que le esperaba pacientemente entre polvo, libros y otros objetos varios dentro del viejo placard. La afortunada (o afortunado) aceleró las actividades de rutina matutina, y antes de salir de casa se aseguró de tener consigo sus lentes de sol, una toalla de playa, bronceador y un ticket de metro.
En efecto, en Paris, con tan solo tomar el transporte público se puede disfrutar, del 20 de julio al 18 de agosto, de un poco de sol, arena y el Sena. Playas de Paris (o Paris plages en francés) es un programa municipal que se inició en el verano del 2002, impulsado por el alcalde Bertrand Delanoë, conocido (y algunas veces criticado) por emprender proyectos sociales y de infraestructura de gran envergadura.
Como economista, no solo me llaman la atención los conciertos, las actividades acuáticas o de bronceo, aunque no puedo negar que me hubiese gustado ser el afortunado parisino madrugador con su ticket de metro. Me interesan las buenas prácticas y el genio político de las autoridades municipales que han sabido invertir a largo plazo en el saneamiento del Sena y aprovechar su rescate e infraestructura (parte de las riberas del río fueron declaradas patrimonio mundial por la UNESCO) para crear un espacio público de todos los parisinos.
Hace 50 años, el estado crítico del Sena (con menos de 4 especies de peces navegando por sus aguas) y los malos olores eran razones suficientes para calificar cualquier iniciativa de este tipo como insalubre. Hoy en día, Paris plages es una costumbre arraigada en la capital francesa y reproducida en otras capitales y ciudades alrededor del mundo. ¡Imagínense lo que serán esas playas cuando el río este completamente saneado! En la jerga de las políticas públicas, se trata de un programa atractivo dado que tiene dos elementos clave: escalabilidad y replicabilidad.
El programa tiene también sus críticos. Algunos apuntan a costos elevados: este verano, se estima que el costo total de la operación es de 1, 5 millones de euros (y cinco mil toneladas de arena). Otros lo asocian al fenómeno de “gentrificación intramuros” de Paris, y la oposición política la califica de simple operación de comunicación de la Alcaldía. Sin embargo, nadie puede negar el carácter inclusivo y visionario de este tipo de programas que permiten el aprovechamiento de los recursos de agua urbanos y su integración en el entorno económico y social de las urbes.
En el BID estamos trabajando en el rescate de muchos de nuestros ríos, lagos y bahías para ser una región con ciudades de aguas limpias donde toda la población tenga acceso a servicios de agua potable y saneamiento de calidad, con aguas residuales tratadas y residuos sólidos propiamente recolectados. Y algunas ciudades como Medellín, Sao Paulo y Montevideo ya tienen metas concretas y están cerca de lograrlas.
Por mientras seguimos haciendo camino, solo me queda esperar que la próxima vez que escriba sobre playas urbanas, pueda hacerlo debajo de un parasol al lado del río, después de haber tomado el transporte público en alguna ciudad del nuevo continente.
À bientôt.
Procurador en Torrelavega dice
He leido En bikini por Paris | Volvamos a la fuente con mucho interes y me ha parecido interesente ademas de facil de leer. No dejeis de cuidar este blog es bueno.
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