Proveer servicios universales de agua y saneamiento es una meta que todos los países comparten en América Latina y el Caribe. Para lograrlo, necesitamos recolectar datos que permitan medir con claridad los avances y los vacíos por cubrir.
Por Analia Gomez Vidal y Jesse Madden Libra*
La meta de alcanzar servicios universales de agua y saneamiento es un objetivo común en todos los países de América Latina y el Caribe. Pero esa meta no tiene, por ahora, un claro punto de llegada. En la nota técnica “Servicios de Agua y Saneamiento en América Latina y el Caribe: Un Panorama de las Fuentes de Datos y las Brechas de Información”, escrita por el equipo de conocimiento de la División de Agua y Saneamiento del BID, encontramos que solo 4 de las 22 encuestas nacionales de hogares de la región examinadas incluyen opciones de respuesta que permitan clasificar fuentes de agua y saneamiento mejoradas según la categorización del Joint Monitoring Programme. Solo el 41% de las encuestas de hogares examinadas preguntan específicamente sobre fuentes de agua potable, mientras que el 68% de las encuestas preguntan si las instalaciones sanitarias son de uso exclusivo para el hogar.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 (ODS 6) establece garantizar la universalidad de agua y saneamiento y su gestión sostenible, pero ¿cómo podemos medir los indicadores asociados si no recolectamos los datos necesarios?
Existen dos obstáculos importantes para mejorar la medición de este objetivo. Estos son la variedad de (heterogeneidad) de las definiciones de lo que constituyen en sí los servicios, y las limitaciones en las fuentes existentes. Nuestro equipo escribió esta nota para responder a estos obstáculos. En este trabajo, identificamos las fuentes de datos y las brechas de información actuales y establecemos lineamientos específicos que respondan a los indicadores necesarios para medir los ODS.
Nuestro equipo diseñó y administró un módulo original en agua y saneamiento que hizo parte de la encuesta AmericasBarometer 2018-2019, del LAPOP de la Universidad Vanderbilt (LAPOP), en un esfuerzo para recolectar datos originales que ayuden a cerrar las brechas de información identificadas. El ejercicio de comparación de encuestas de hogares, y las lecciones aprendidas en este proceso, informaron el diseño de esta encuesta, y su siguiente iteración en 2021.
La publicación incluye recomendaciones para futuras aplicaciones en otras encuestas en América Latina y el Caribe, incluyendo encuestas de hogares.
La mayor dificultad para cuantificar acceso a agua y saneamiento mejorado es la complejidad de los indicadores. Para contar con agua para beber manejada de manera segura, es esencial contar con fuentes de agua mejorada. En el caso de fuentes de agua mejorada, la categorización incorpora cuatro dimensiones: el agua debe provenir de una fuente mejorada, disponible en premisas, disponible cuando sea necesario, y estar libre de contaminación fecal y química. Cada una de estas dimensiones tiene sus propias definiciones y sub-definiciones, haciendo necesario recolectar datos específicos para clasificar la información apropiadamente. Pero también es difícil por motivos complementarios, como incorporar el tipo de uso que se le da al agua o cuanto tiempo toma disponer del agua.
De manera similar, la definición de saneamiento manejado de forma segura requiere acceso a saneamiento mejorado, que incluye tres dimensiones: acceso a instalaciones mejoradas, acceso exclusivo (es decir, sin compartir con otros hogares) y facilidades que manejen los desechos de manera apropiada, ya sea a través de tratamiento y eliminación in situ, o de transporte a través de alcantarillado con aguas residuales y tratamiento posterior fuera del sitio. A su vez, una dimensión importante que no se incluye es que las instalaciones de saneamiento no pueden ser compartidas con otros hogares. Un último factor en agua y saneamiento que usualmente se ignora, pero es de gran importancia en el contexto de pandemia, es la existencia de instalaciones higiénicas.
El primer paso para escribir esta publicación fue identificar las fuentes oficiales disponibles para datos sobre agua y saneamiento, y como miden estas definiciones. Para cada país, se utilizó la encuesta de hogares más reciente que incluyera un módulo de agua y saneamiento, junto a otras dimensiones importantes para hacer análisis estadísticos complementarios. La mayoría de las encuestas incluidas datan de 2018, aunque existen excepciones que cubren desde 2014 hasta 2019. La Tabla 1 ilustra el resumen de nuestro análisis en las categorías más importantes.
El ejercicio de comparación demostró una alta variación regional en el diseño de preguntas. Esto impide la comparabilidad y consistencia en el análisis de indicadores. En el documento, nuestro equipo destaca indicadores y preguntas específicas que replican o se acercan a diseños modelo para implementar en todas las encuestas, incluyendo encuestas de hogares, que se enfoquen en agua y saneamiento.
A su vez, incluimos cinco estrategias que nuestro equipo implementó en el diseño del módulo original en el AmericasBarometer 2018-2019. Estas estrategias fueron:
- diferenciación de uso de fuentes de agua,
- distinción de tipos de fuentes,
- medición de continuidad de servicio,
- diferenciación de instalaciones y destino de excretas, y
- medición de exclusividad de instalaciones.
Los datos obtenidos a partir de esta encuesta complementan actualmente la información provista por el Observatorio para América Latina y el Caribe de Agua y Saneamiento (OLAS) y estarán disponibles en la plataforma en los próximos meses.
Nuestra publicación refleja un ejercicio empírico multianual en el que nuestro equipo ha estado trabajando para identificar las fuentes de datos disponibles y responder a las brechas de información en el sector de agua y saneamiento. Está claro que aún queda mucho por hacer para medir rigurosamente los ODS y proveer un diagnóstico refinado de las necesidades actuales y futuras. Esta publicación ofrece lineamientos claros, informados por el JMP y nuestras lecciones aprendidas. Creemos que este trabajo es una oportunidad de crecimiento para nuestro sector, y los invitamos a implementar estos lineamientos en el diseño de cuestionarios sobre agua y saneamiento a nivel local, nacional, y regional.
Recolectar datos comparables, confiables y consistentes es esencial para definir donde estamos, y hacia donde vamos, en el camino a alcanzar el ODS 6. Más y mejores datos significan políticas públicas mejor informadas, y más efectivas. Necesitamos que esos datos, que ahora caen como gotas, se conviertan en caudales, para que sigamos cerrando las brechas de información.
*Las autoras son consultoras de la División de agua y saneamiento del BID, basadas en Washington.
Leave a Reply