Los entes de investigación y consultoría especializada de la región, pueden jugar un papel clave dentro del ecosistema de innovación sectorial, no solo en el apoyo al desarrollo de tecnologías, sino también como entes catalizadores y rectores dentro del denominado “triángulo de oro” en el modelo de innovación triple hélice que, además de universidades e institutos de investigación y desarrollo, incluye relaciones con el sector público y privado.
Para ello, los institutos necesitan incrementar su capacidad de adaptación continua a los cambios en su entorno, en los modelos de gestión y el rol de los actores dentro de los ecosistemas de innovación locales y regionales. Esto requiere de la adopción de una estrategia de gestión de la innovación basada en una visión sistémica de los retos de seguridad hídrica, acompañada por una cultura de innovación que haga operativos incentivos para la cooperación entre disciplinas y la toma de riesgos, entre otros.
Gestión Estratégica y Cultura de la Innovación
Es en este contexto que, el Instituto Nacional del Agua (INA), con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo y de la Organización de Estados Americanos (OEA), decidió fortalecer sus capacidades y su rol como referente en temas hídricos, contribuyendo al desarrollo de la región en procesos innovadores del sector. Con este objetivo, se diseñó la formación en “Gestión Estratégica y Cultura de la Innovación”.
El curso combinó metodologías de Pensamiento Sistémico con la de Pensamiento de Diseño y Cultura de Innovación, además de herramientas enfocadas al sector hídrico, como lo es el Marco de Financiación de la Seguridad Hídrica (que brinda los elementos referentes a la financiación y adquisición de infraestructura, diseño de pilotos de demostración y maduración de tecnologías en el sector hídrico, incluyendo las Soluciones basadas en la Naturaleza). El diseño, la combinación de métodos y la facilitación fueron evaluados positivamente.
El proceso resultó en una ruta de trabajo para la gestión estratégica y la cultura de la innovación, con el fin de impulsar el desarrollo de nuevas ideas y prácticas en el sector hídrico. Adicionalmente, el curso fortaleció las capacidades de los participantes, con una alta participación de mujeres, incluyendo directoras de centros regionales, de trabajar de forma multidisciplinaria. Los participantes empezaron a aplicar los métodos aprendidos a sus propuestas y proyectos existentes, invitando a otros centros y disciplinas a ser parte del proceso.
La experiencia ha motivado a este grupo a poner en marcha procesos de reorganización internos de ideación de nuevas soluciones tecnológicas, el desarrollo de propuestas competitivas y el diseño de pilotos de demostración; todos desde una visión holística de los retos de seguridad hídrica y la provisión universal de agua y saneamiento. De esta manera se potencia al máximo el impacto socioeconómico del conocimiento interno.
“Los temas del agua necesitan enfoques colaborativos e innovadores. Este curso nos dio herramientas para apoyarnos en la inteligencia colectiva y encontrar soluciones más eficientes a problemas complejos.” (Melina Devercelli, Directora Centro Regional Litoral, INA)
“La gestión del agua en América Latina, y en particular en Argentina, requiere de soluciones que identifiquen y apliquen acciones estratégicas que objetiven superar las múltiples barreras existentes (conflictos, fragmentaciones, falta de participación de actores, etc.), como también abordar las crecientes amenazas (cambio climático, erradicación de la pobreza, pérdida de hábitas, etc.). Para que dichas estrategias se afiancen en el tiempo es primordial la apertura, sin demoras, hacia una cultura de innovación permanente, tanto en los organismos públicos como en las organizaciones de la sociedad civil. (Juan Carlos Bertoni, Presidente del Instituto Nacional del Agua, INA)”.
En tanto la presidencia del INA se comprometió a formalizar la creación de un programa transversal liderado por el grupo de referentes en innovación capacitados. Con la idea de reforzar algunas áreas específicas, la dirección en el próximo futuro se propone también organizar un intercambio con otros centros o entes referentes en la región, como la Agencia Nacional de Aguas (ANA) en Brasil. Dada la complejidad de los desafíos de seguridad hídrica para llevar planes e innovaciones hacia la implementación y luego tener un impacto efectivo, la colaboración multidisciplinaria y la toma de riesgos no es negociable. La implementación a escala de las innovaciones, incluidos los aspectos de financiamiento y adquisición, deben considerarse desde el principio del desarrollo de proyectos, así como de los procesos de planificación estratégica. También es esencial que se incluyan múltiples disciplinas y las expectativas de clientes, beneficiarios e instituciones financiera. Solo así lograremos cerrar la brecha de implementacion tanto de innovaciones como de planes de seguridad hidrica y asegurar accesso universal a los servicios básicos de agua y sanemiento.
Barreras en la adopción de innovación
La adopción de la innovación, esencial para implementar la agenda de desarrollo sostenible y climática, se ve con frecuencia obstaculizada por las siguientes barreras:
- normativas y regulación del sector,
- casos de negocio y de inversión empresarial poco desarrollados,
- falta de mecanismos de financiación,
- brechas en expectativas, entre industria e investigadores,
- industria con gran aversión al riesgo y
- falta de capital humano y habilidades.
En América Latina y el Caribe (ALC), en particular, el sector de agua y saneamiento (AyS) enfrenta una serie de desafíos para poder innovar, los cuales se concentran en tres ámbitos:
- ecosistema de innovación sectorial,
- prestación del servicio de AyS
- gobernanza sectorial, incluyendo a los rectores de las políticas públicas.
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Sobre Fuente de Innovación
Fuente de Innovación es financiado por el Gobierno de Suiza a través de su Secretaría de Estado de Asuntos Económicos (SECO), la Fundación FEMSA, la República de Corea a través de su Ministerio de Medio Ambiente, el Gobierno de España a través del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa (MINECO), el Gobierno de Israel, y la Fundación Coca Cola. La alianza también se complementa con contribuciones directas de BID Lab y la División de Agua y Saneamiento del BID.
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