La universalización del saneamiento básico solo se alcanzará si abarcamos las áreas donde el déficit persiste y las soluciones son complejas, como las zonas rurales
En América Latina y el Caribe (ALC) todavía existen muchos grupos poblacionales que no tienen acceso a servicios de agua y saneamiento gestionados de manera segura. Se estima que 164 millones de habitantes de la región carecen de acceso a servicios seguros de abastecimiento de agua, mientras que 435 millones carecen de servicios de saneamiento gestionados de forma segura.
La falta de acceso a servicios de saneamiento básico afecta directamente al medio ambiente y a la salud de la población. Según la Organización Mundial de la Salud, en 2019 se registraron 22.405 muertes por enfermedades diarreicas en la región, de las cuales el 52% se atribuyeron a la falta de acceso adecuado a agua, saneamiento y higiene.
En deuda con las zonas rurales
En este contexto, los grupos poblacionales más impactados y olvidados de esta región son los que viven en áreas rurales, donde solo el 53% de la población tiene acceso a agua potable gestionada de forma segura. Para el saneamiento, ni siquiera existen datos para evaluar la seguridad de la gestión de los servicios, pero se sabe que 3 de cada 4 personas que practican la defecación al aire libre en la región viven en zonas rurales.
La falta de oferta de servicios de agua y saneamiento en estas áreas implica la dependencia de soluciones precarias sin garantía de calidad y sostenibilidad, lo que sobrecarga a las familias más vulnerables, no solo por los costos financieros, sino también por el tiempo dedicado al suministro de agua, entre otros.
La falta de acceso a los servicios de agua potable y saneamiento debido a la incapacidad de pago de los usuarios es considerada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como una violación de los derechos humanos. Más específicamente, en lo que se refiere al criterio de “accesibilidad económica” utilizado por esta organización para evaluar el cumplimiento de los derechos humanos en el contexto de la prestación de estos servicios.
Y aunque este es un aspecto clave para mejorar el acceso de la población a servicios adecuados de agua potable y saneamiento, evaluar el cumplimiento de este criterio es altamente complejo debido a las diferentes dimensiones que abarca, especialmente en el contexto rural. Históricamente, la accesibilidad económica ha estado vinculada a la definición de estructuras tarifarias, centradas en garantizar la sostenibilidad financiera, sin profundizar en la evaluación de la capacidad de pago de los usuarios.
Sin embargo, en el contexto rural, donde las tasas de pobreza y pobreza extrema son dos o tres veces mayores que en las áreas urbanas, y considerando el déficit significativo de saneamiento básico, es inviable cubrir todos los gastos de operación, mantenimiento e inversiones solo con el pago de tarifas. Por lo tanto, es esencial buscar la equidad, igualdad y sostenibilidad a través de la implementación de subsidios objetivos y transparentes.
Equidad, igualdad y sostenibilidad para lo rural
Esta fue una de las conclusiones durante el taller “DIÁLOGOS SIRWASH: Políticas públicas para la accesibilidad económica a los servicios de agua y saneamiento rural en el contexto de los países de América Latina y el Caribe”, que se llevó a cabo en Brasilia – Brasil, los días 4 y 5 de junio de 2024, y en el que participaron más de 100 profesionales de saneamiento básico, representando a más de 10 países.
El evento promovió el diálogo sobre políticas públicas y el intercambio de experiencias, destacando la necesidad de considerar la accesibilidad económica como un factor fundamental para el acceso y la sostenibilidad de los servicios de saneamiento básico en los contextos rurales de los países de ALC. También se discutieron los beneficios de incorporar en este debate aspectos como la inclusión de género, la innovación, modelos productivos, participación de las comunidades locales, la intersectorialidad, entre otros.
Si tienes interés en saber más sobre las discusiones que se dieron en el evento, accede al enlace con las grabaciones de las sesiones técnicas que tuvieron lugar en los dos días del evento.
Sobre SIRWASH
Este taller fue una de las iniciativas del Programa SIRWASH, una cooperación del BID con la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE), con un enfoque especial en Brasil, Bolivia, Haití y Perú, aunque también opera a nivel regional y global. En Brasil, el programa SIRWASH fue firmado con la Fundación Nacional de Salud – Funasa y tiene como objetivo impulsar la implementación del Programa Nacional de Saneamiento Rural – PNSR en el país.
Previo al evento, se realizó un mapeo de experiencias de políticas de saneamiento rural, centrado en la accesibilidad económica y su adecuación a los contextos rurales de los países de ALC. A partir de los resultados, se produjo un Resumen Ejecutivo, que fue enviado previamente a los participantes del evento y que compartimos en este enlace, en caso de que tengas interés.
Además, es importante destacar que la propuesta del taller fue solo el inicio del debate sobre la accesibilidad económica en los contextos rurales de la región, ya que a partir de las discusiones del evento se está elaborando una serie de documentos que se publicarán próximamente, entre ellos:
- Policy Brief centrado en la accesibilidad económica de los servicios rurales de WASH;
- Guía práctica para la formulación, implementación y monitoreo de políticas de saneamiento rural centradas en la accesibilidad económica y adecuadas a los países de ALC;
- Propuesta de política pública de saneamiento rural con enfoque en subsidios y mecanismos que viabilicen servicios de saneamiento económicamente accesibles y adecuados a las diversas ruralidades en Brasil.
Los desafíos existen, pero son superables. La universalización del saneamiento básico solo se logrará si abarcamos las áreas donde el déficit persiste y las soluciones son complejas, como las zonas rurales. Necesitamos romper paradigmas y planificar mejor el saneamiento rural, implementando soluciones apropiadas para convertirlo en un sector saludable, sostenible y productivo.
Es bajo esta lógica que el BID lanzó un llamado a la acción para que todos los países definan metas y planes estratégicos para mejorar los servicios de agua, saneamiento e higiene en las zonas rurales, de manera integrada al sector productivo, a la gestión de recursos hídricos y con resiliencia climática.
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