México como la mayoría de los países en Latinoamérica y el Caribe enfrenta sobreexplotación de los recursos hídricos en las zonas con mayor población y de mayor productividad económica del país. Esta situación provoca, no solo la pérdida de biodiversidad, sino un gran reto para la gestión del agua ya que limita el desarrollo económico y hace vulnerable a la sociedad ante las incertidumbres del cambio climático.
Por Eugenio Barrios | Director Política y Desarrollo | WWF-México
La asignación y recuperación de agua para el ambiente se plantea como un camino costo-eficiente para adaptarse al cambio climático y alcanzar una condición de seguridad hídrica para los países de la región. En el caso de México, este proceso inició hace varios años, oficialmente a partir de la publicación de la Norma Mexicana de Caudal Ecológico (NMX-AA-159-SCFI-2012) y de una estrategia de implementación que consistió en identificar 189 cuencas como reservas potenciales de agua para el ambiente, por sus condiciones de alta disponibilidad de agua, baja presión por el recurso e incuestionable importancia ecológica, por la presencia de alrededor de 97 áreas naturales protegidas y 55 humedales de importancia internacional (Ramsar).
A partir de las experiencias y resultados en seis zonas piloto se estableció el Programa Nacional de Reservas de Agua que tiene por objetivo asegurar el agua para el ambiente en todo el país. En una primera etapa se abarcarán 189 cuencas, como meta del Programa Sectorial de Medio Ambiente y Programa Nacional Hídrico 2013-2018. El Programa es coordinado por la Subdirección General Técnica de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), con la cercana colaboración de la Alianza Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF)-Fundación Gonzalo Río Arronte, y con la participación de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas y el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
A la fecha, los resultados muestran la factibilidad técnica, legal y económica de las reservas de agua; así como sus beneficios para el fortalecimiento de la gestión integrada del agua. En este 2018, se trabaja para la expedición de los decretos de reservas de agua que cubrirán alrededor de 200 cuencas del país, para cubrir la primera etapa de trabajo y superar la meta originalmente establecida.
Dada la relevancia del tema para la región, el BID y WWF han iniciado un proceso de réplica de la experiencia en Latinoamérica y el Caribe. A partir de un análisis de factibilidad, se identificó que Perú, Ecuador, Colombia y Bolivia representan, en mayor o menor medida, condiciones favorables para su réplica. Este proceso se ha planteado como una iniciativa para facilitar la transferencia de conocimientos y experiencias en la región para la estimación de caudales ecológicos y la asignación de agua para el ambiente, y contribuir así a la construcción de condiciones de seguridad hídrica en la región. Esta iniciativa busca también fortalecer a otras ya en curso promovidas por el Banco, tal como el proceso de desarrollo de capacidades y adopción de la herramienta Hydrobid en la región.
Asegurar el agua para el ambiente, en un río fluyendo, es una acción fundamental para garantizar la funcionalidad de la cuenca y los servicios que proporciona a los gestores del agua. Las soluciones basadas en la naturaleza, para el abastecimiento de agua en cantidad y calidad, la asimilación de contaminantes, la recarga de acuíferos, el control de inundaciones y la capacidad de resilencia a eventos extremos, por mencionar algunos ejemplos, dependen de la gestión de un régimen hidrológico sano que mantenga ecosistemas funcionales. Algunos ejemplos de la experiencia y México muestran por ejemplo, que en el caso del río San Pedro Mezquital en los estados de Durango y Nayarit, la reserva de agua mantiene la conectividad del río y un régimen hidrológico que con cauces libres en la mayoría de la cuenca que transporta nutrientes y sedimentos a la Reserva de la Biosfera, Marismas Nacionales. Este flujo mantiene una amplia cobertura de manglar, barrera natural contra huracanes y sistemas lagunares con importante productividad pesquera. En el caso de la cuenca Copalita en el estado de Oaxaca, la conservación de régimen hidrológico mantiene condiciones de acceso y distribución de agua de alrededor de 400 poblaciones dispersas a lo largo y ancho de la cuenca. En el río Usumacinta, el río libre más importante de Mesoamérica y la reserva de agua para el ambiente más grande del país, el régimen natural de la cuenca mantiene una capacidad de control de grandes inundaciones en una superficie de humedales que crece más de diez veces en superficie entre la temporada de estiaje y lluvias, en la cuenca media.
Esta experiencia ha demostrado que una cuenca sobrexplotada se encuentra limitada para ofrecer estos servicios, lo que se traduce en altos costos para cualquier entidad operadora y gestora del recurso. El Programa de Reservas de Agua establece las bases para internalizar las soluciones basadas en la naturaleza en la gestión del agua, con un impacto muy positivo en la conservación de ecosistemas y sus beneficios directos para los habitantes de las cuencas.
Accede a la publicación sobre el Programa de Reservas de Agua en México: https://publications.iadb.org/handle/11319/7316
Este artículo ha sido publicado en el marco del Foro Mundial del Agua, realizado en Brasilia del 19 al 23 de marzo del 2018, donde el BID es coordinador regional de las Américas.
HABLAR DE ESCENARIO DE PROBLEMAS, CRISIS DEL AGUA, SOBRE EXPLOTACIÓN Y UNA MALA GESTIÓN DEL RECURSO, LOS IMPACTO SON EN TODO EL PLANETA. ACÁ EN EL PERÚ TENEMOS PROBLEMAS EN LA CIUDAD DE LIMA CASI EL 20% NO TIENE ACCESO AL AGUA, LA REGIÓN NORTE CON LOS PROBLEMAS DEL AÑO PASADO POR EL FENÓMENO DEL NIÑO…….EN VERDAD ES PREOCUPANTE PARA AMÉRICA LATINA.