Como reseña a un artículo recientemente publicado en Foreign Affairs Latinoemérica, en un post anterior analizamos cuatro factores que ayudan a explicar por qué, en los últimos años, han salido a la luz más escándalos de corrupción en Latinoamérica. Ahora intentaremos mirar para adelante, presentando las principales tendencias que marcan el futuro de la región con respecto a los escándalos de corrupción.
En primer lugar las estructuras actuales de gobierno seguirán siendo sacudidas en diversas direcciones a lo largo y ancho de nuestra región y del mundo. Impulsada por el “internet de las cosas”, la ola a favor de la transparencia llegó para quedarse. Hoy en día los ciudadanos pueden expresar de manera instantánea y directa sus demandas y frustraciones. Los gobernantes, por su lado, también utilizan las nuevas tecnologías para llegar con mayor rapidez a los ciudadanos, sea para servirlos mejor o para conseguir más votos. De cualquier manera, es indiscutible que la política actualmente baila al compás de tweeter y facebook, lo cual al final del día es un gran acicate para que los gobernantes actúen.
Si hay algo que caracteriza a las redes sociales es su espontaneidad y su capacidad de irrupción. Buen ejemplo de ello es la Ley 3de3 en México. Esta norma nace de una iniciativa de la sociedad civil impulsada por la Plataforma Ciudadana y el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), para hacer que los servidores públicos mexicanos divulguen tres declaraciones: su declaración patrimonial, declaración de intereses, y declaración fiscal. También define reglas claras de comportamiento y ejemplaridad para los servidores públicos, y establece sanciones más duras para los corruptos. Por último, establece 10 tipos de corrupción incluyendo actividades como la obstrucción a la justicia, el uso de información confidencial, y el nepotismo.
Lo interesante de este caso es la rapidez y efectividad con la que se pasó de una iniciativa ciudadana a una propuesta de ley. Gracias al eco generado por las redes sociales, más de seiscientos mil ciudadanos mexicanos sumaron su firma a la iniciativa en menos de tres meses. Esto llevó a la toma en consideración y aprobación de la Ley General de Responsabilidades Administrativas por parte del Congreso Mexicano, que fue incluida en el primer paquete de medidas que del Sistema Nacional Anticorrupción en junio de 2016.
Como segunda tendencia, podemos anticipar que las reacciones de las clases dirigentes ante estas sacudidas seguirán siendo muy diversas. No todos los gobiernos de la región tienen la voluntad política y el entramado institucional necesario para navegar de manera efectiva los cambios que acompañan a la ola de la transparencia. Las reacciones que pueden esperarse de los políticos se cristalizarán en tres grandes escenarios: (i) los que se suban a la ola y la aprovechen para promover políticas que tengan el objetivo de brindar mejores servicios al ciudadano; (ii) los que intenten esquivarla, esfumándose de la esfera política y refugiándose en el sector privado; y (iii) los que quieran frenarla, ahogándose en el intento.
El caso de Uruguay es paradigmático para explicar cómo se puede vincular transparencia y mejoría de los servicios públicos, poniendo al ciudadano en el centro de la toma de decisiones. Con el apoyo del BID, la actual administración se ha comprometido con la digitalización del 100% de los trámites públicos para el final de este quinquenio presidencial (2014-2019). Y ya se están dando pasos concretos para cumplir con este objetivo, a partir de un conjunto de metas medibles. Esta experiencia, además de ser muy importante para todos los uruguayos, ya constituye una fuente inspiración para otros países en la región.
En tercer lugar, podemos esperar que haya una creciente atención a las debilidades institucionales que facilitan la corrupción en los niveles sub-nacionales de gobierno. El foco pasará a estar en las ciudades. Una encuesta de opinión pública realizada por el BID en cinco grandes urbes latinoamericanas, Megaciudades e infraestructura en América Latina: lo que piensa la gente, para conocer la percepción que tienen los ciudadanos acerca de la calidad de vida, las necesidades de infraestructura urbana y los estándares de los servicios públicos arrojó que la seguridad ciudadana y la transparencia son las prioridades centrales para los habitantes de grandes urbes. Por ello, no es de extrañar que municipalidades como Quito en Ecuador o Bahía Blanca en Argentina ya están apostando fuertemente a la apertura de datos, creando portales web para transparentar su información.
Como última tendencia, podemos esperar que la corrupción sea progresivamente aceptada como uno de los principales frenos a que los ciudadanos tengan mejores oportunidades y servicios públicos. Y en este sentido anticipamos una notable ampliación del concepto de corrupción ante la mirada de los ciudadanos —la cual incluye, por ejemplo, la evasión de impuestos, que se trata de otro delito tipificado como tal—. Según la encuesta Latinobarómetro 2016, la corrupción es percibida como uno de los principales problemas en trece países de la región, y en cuatro de ellos —Bolivia, Brasil, Chile y Perú— es uno de los dos mayores problemas que impacta la población. Varios estudios académicos recalcan que la corrupción en América Latina puede erosionar el apoyo a la democracia y también la eficiencia de servicios como la salud o la educación, entre otros.
En otras palabras, los ciudadanos en nuestra región asocian a la corrupción con la baja calidad y limitado acceso a los servicios públicos. Es tiempo de que veamos a esto como una gran oportunidad.
Puedes leer el artículo completo de FAL aquí, y seguir a Juan Cruz Vieyra @jcruzvieyra y Alejandro Barón @abarongg en Twitter.
Excelente artículo. Considero, que es de suma importancia que todos los países bailen la misma canción.
El Banco (aunque su negocio es alquilar capital) tiene la autoridad de presionar a los gobernantes (previo desembolso) avances puntuales que permitan eliminar la corrupción del planeta, y que solo les quede el camino de trabajar en el bienestar de sus conciudadanos.
Es una ironía que países calificados por Transparencia Internacional como altamente corruptos, pretendan aplicar esquemas de recaudación tributaria opresivos.
Excelente aportación a un tema tan difícil y complejo de analizar el de erradicar la corrupción de cada país en Latinoamérica, en mi país estamos experimentando exactamente lo mismo, pero por lo que veo hay esperanzas para mañana. gracias !
el fortalecimiento de las instituciones publicas sin ningun tilde politico en america latina sera fundamental para eliminar cualquier tipo de corrupcion en las instituciones podemos aprobar cualquier tipo de proyecto con el mismo fin como las leyes recientemente aprobadas por el gobierno mexicano si dicho proyecto no va de la mano con el fortalecimiento de las instituciones sera mas papel y burocracia en nuestros pueblos ejemplo claro mi pais venezuela.
Estuve en un programa de desarrollo económico y social para altos funcionarios del gobierno de Perú, en Corea del Sur, y ahí surgió una pregunta del Profesor del curso del curso: Donde creen ustedes que se inicia la corrupción en un país?. Una de las respuestas fue “en el Palacio de Gobierno” y por qué, pues el presidente designa a los ministros de su confianza, los edecanes,al secretario, los porteros, etc. Esto también se replica en los gobiernos subnacionales, debilitando la democracia en nuestros países de América latina. Creo importante, estudiar la situación de aquellos gobiernos que tienen bajos niveles de corrupción y aplicarlos en nuestros países. Se puede crear un Programa “CERO CORRUPCION”.
El ciudadano vinculado a la lucha por alcanzar la vinculada a la transparencia por la mejora de los servicios públicos, poniéndolo en el centro de la toma de decisiones me parece algo perfecto.
Me parece que con estas aportaciones se puede ir consolidando y haciendo realidad un cultura de la trasparencia de forma sistematica y que vaya dejando lecciones aprendidas para todas y todos…
En mi país la corrupción ha llegado a tocar con su manto a tres expresidentes de gobierno nacional, de gobiernos su nacionales y locales; la población no encuentra salidas porque observa un manto protector a los involucrados y se pregunta si no existen experiencias exitosas de países latinoamericanos que pudiera replicar para frenar las prácticas corruptoras públicas-privadas y que se disfrazan como lobies, que de manera muy sutil se presenta como prácticas sanas.
Quisiera leer el artículo completo pero no encuentro el link para acceder a el. podrían facilitármelo . Gracias
En mí país, ARGENTINA, es lamentable el estado de cosas. Se habla y habla de corrupción, pero no hay ningún tipo de solución al problema. Este año nos encontramos atravesando “las arenas movedizas” de la pérdida de poder adquisitivo de toda la población, especialmente de los que tienen menor poder económico que se encuentran atados al devenir de las cosas, creando resentimientos cada vez más fuertes hacia “la casta política” que se ha llenado los bolsillos a costas de los esfuerzos de los más pobres. Se aplica un ajuste sobre los servicios esenciales, y se reduce el ingreso de forma desmedida y arbitraria. Se miente de manera descarada, y se impulsa al conflicto día a día. Dicen que se busca TRANSPARENCIA y lo único que se observa es “TIMBA FINANCIERA”.