El año pasado, millones de latinoamericanos tuvieron que llevarse el trabajo a casa… literalmente. En los primeros meses del 2020, la tasa de descargas de aplicaciones para el teletrabajo en nuestra región incrementó un 3.340%. El sector público no fue una excepción. Con la pandemia, las instituciones públicas de todo el mundo tuvieron que moverse a trabajo remoto de emergencia. Hubo que adaptarse rápidamente, pero gracias a los avances en conectividad y alfabetización digital de los funcionarios públicos, una parte de ellos pudo continuar con sus funciones desde casa. Ejemplos hay desde la prestación de trámites burocráticos hasta servicios tan sensibles como la impartición de justicia –que en algunos casos hasta llegaron a reportar ahorros e incrementos en la productividad.
¿Qué hemos aprendido de este año de trabajo remoto en el sector público?
- El teletrabajo es diferente al trabajo remoto por emergencia. Teletrabajo implica el trabajo no-presencial de forma sostenida en el tiempo por razones de mayor efectividad, eficiencia y mejor prestación de servicios al ciudadano de una institución pública. Con la irrupción del COVID, lo que hemos visto es trabajo remoto por emergencia, que no es sino una respuesta de continuidad de negocio a una crisis sanitaria. Si, una vez que la pandemia esté superada, una institución pública decidiera organizarse internamente para que algunas funciones se desempeñen de manera no presencial, entonces podríamos empezar a hablar de teletrabajo en el sector público.
- Es posible pasar de la cultura del “presentismo” al trabajo por objetivos. El teletrabajo implica un (bienvenido) nuevo paradigma de gestión de los recursos humanos del Estado. Se pasa de un énfasis en el presentismo físico a una supervisión de los productos o logro de metas de los funcionarios públicos. En este contexto, los gerentes públicos deben aprender a gestionar mejor el talento humano. Experiencias recientes en Chile, de los pioneros Instituto Nacional de la Propiedad Intelectual (INAPI) y la Superintendencia de Seguridad Social (SUSESO), realizadas y evaluadas antes de la pandemia, sugieren que los efectos sobre la productividad suelen ser mediados por los cambios en la satisfacción laboral, la motivación para trabajar y la autonomía para organizar tiempos y tareas, así como por los cambios en la cultura laboral asociada a la producción por objetivos.
- Debido a las complejidades de supervisar de forma remota, el teletrabajo se da mejor con algunos tipos de puestos. Algunos factores determinantes son el mandato de la entidad, las características del cargo, y las competencias digitales de cada funcionario. ¿Puede hacerse un programa de trabajo con objetivos y metas concretas, cuantificables y medibles que estén alineadas con la actividad del puesto? Si la respuesta es afirmativa, entonces el puesto puede ser un buen candidato para teletrabajo.
- Se necesita una normativa general con criterios específicos y comunes para definir qué puestos serían elegibles para el teletrabajo, pero en la práctica cada institución pública debe ser responsable de gestionar los detalles del teletrabajo de su personal. Una política con guías generales, como la del Gobierno Federal de Brasil, se debe complementar con las especificidades del mandato de cada institución y a su vez de cada puesto al momento de evaluar si el teletrabajo contribuye a un mejor servicio al ciudadano y hacen que tenga mucho más sentido que cada institución pública gestione el teletrabajo de manera autónoma
- .Al no ser conveniente para todos los puestos, el teletrabajo no debería convertirse en un derecho para cualquier función. Si bien es una alternativa de organización del empleo que da flexibilidad y puede ser beneficioso para algunos, lo importante es que no afecte el cumplimiento de los objetivos institucionales y el bien público. Por ejemplo, se ha observado que, si bien en el corto plazo el teletrabajo bien configurado puede mejorar la productividad, todavía no está claro si la reducción de interacción humana puede no ser tan beneficiosa para aquellos roles donde la innovación es un factor fundamental. Bajo criterios generales comunes a todo el sector público, cada institución debe mantener la prerrogativa de en qué circunstancias y en qué puestos el teletrabajo es beneficioso para la operación de la institución.
- En principio no parece factible que pueda ser establecido como una obligación para todos los puestos ya existentes. La transición al teletrabajo es normalmente voluntaria (salvo situaciones de emergencia donde es inevitable), pues el impacto en la vida de las personas es variado y se puede entrar en conflicto con otros derechos laborales. Para las nuevas posiciones que se vayan a crear parece más factible.
- Cuando el teletrabajo sigue un proceso de evaluación del desempeño adecuado, puede mejorar la productividad o al menos mantenerla constante, a la vez que mejora el compromiso de los servidores públicos. El nivel de desarrollo digital de las entidades y la calidad del soporte TIC son factores clave para brindar las condiciones necesarias para que el teletrabajo pueda realizarse en condiciones que mejoren la productividad.
- Teletrabajo no es solo una cuestión de tecnología. Un teletrabajo efectivo requiere contar con estaciones de trabajo virtuales que permitan igual desempeño en la oficina, en casa o en cualquier otro lugar donde se encuentre el trabajador. En la actualidad existe un gran elenco de plataformas tecnológicas, desde aplicaciones comerciales hasta desarrollos específicos liderados por determinadas instituciones (como las herramientas desarrolladas por instituciones públicas, con códigos fuente y manuales disponibles online) que han dado muy buenos resultados. Varias instituciones utilizan también las plataformas de gestión para medir productividad y la actividad laboral. Pero al final, es necesario formalizar una metodología y procesos que deben diseñarse viendo el tipo de ocupación de los funcionarios en teletrabajo.
- Si bien especialmente en una primera fase puede traer algunos ahorros fiscal es debido a menores gastos en transporte, alquileres de oficinas, muebles y servicios públicos, el teletrabajo no necesariamente tendrá costo cero para el Estado. Las entidades deben invertir en dotar de equipamiento adecuado a los funcionarios, así como en sistemas de información y comunicación (gestión documental, firma electrónica, ciberseguridad, control de productividad, telefonía IP, plataformas para trabajo colaborativo, para reuniones virtuales por videollamada, etc.). Muchas familias han experimentado incrementos en gastos de energía, equipamiento, adecuaciones físicas en el hogar, y otros derivados del trabajo en casa, por lo que habría aparentemente una transferencia de costos del empleador al empleado. A nivel social, el teletrabajo ayuda a reducir las emisiones por transporte de los empleados desde sus casas a las oficinas. Sin embargo, también perjudica la economía que surge alrededor de las oficinas (el café de la esquina, la librería, el restaurante saludable, el bar, etc.).
- ¿Es el teletrabajo el futuro? ¿Volveremos a los espacios de trabajo centralizados o seguiremos trabajando desde casa? ¿Implantarán los gobiernos otras alternativas intermedias, como las oficinas satélites, que son espacios de trabajo compartidos organizados por el mismo empleador, pero más cerca de casa? No sabemos que nos depara el futuro, pero ciertamente al menos de forma parcial el teletrabajo parece haber llegado para quedarse.
María Luisa Gamero Arce dice
Muy interesante, lo felicito , no podría estar más de acuerdo,
Edie Rafael Alvarez dice
El concepto de teletrabajo, seria muy interesante relacionarlo con la planificación estratégica el resultado del trabajo en casa se puede medir a través de ciertos indicadores, en el caso especifico de Venezuela, el texto constitucional consagra principios como la transparencia, la eficiencia, la eficacia y la rendición de cuenta que necesariamente hay que considerar cuando se desarrolla cierta actividad publica a través del teletrabajo..
Mayra Mestizo Sosa dice
La adaptación de roles es fundamental en un mundo cambiante, e invita a buscar el desarrollo de la versatilidad profesional e integral. Por naturaleza el ser humano es social así que la oferta es vivir con éxito en el entorno que corresponde. El teletrabajo si será parte fundamental del futuro, pero no el todo, ahorrar es la oferta.
Federico Eduardo Flores dice
El articulo es muy interesante…cuantos ejes para trabajar para gestionar, para articular, en cuanto a la capacitación de los empleados de la administración publica, cuanto para articular con las escuelas, en la interrelación de distintas areas del estado para establecer políticas publicas, da para analizar como gestionar y digitalizar muchos tramites para sostener la labor de los empleados en el Estado, ya sea a nivel local, provincial o nacional, Gracias es dinamizador de otros niveles de gestión, impulsor de muchas ideas.
Rodolfo Javier Flores Bolaños dice
Felicidades, en unas cuantas líneas se describe la realidad que estamos viviendo con el trabajo de emergencia, el cual se ha hecho extensivo para la empresa privada con gran éxito
ANGIE PAOLA JUNCO TAPIA dice
el teletrabajo brinda muchas oportunidades desde casa, como también es una forma flexible de organización del trabajo sin necesidad de la presencia física del trabajador, implica también el uso frecuente de métodos de procesamientos electrónicos de información y las nuevas tecnologías y de algún medio de telecomunicación para el contacto entre el teletrabajador y la empresa.
Elizabeth Barón dice
El papel que han jugado las empresas durante este último año ha sido importante, su responsabilidad social ha contribuido a garantizar la seguridad y la salud de sus empleados a pesar de la crisis por la que muchas de estas pueden están enfrentando, las medidas de distanciamiento han obligado a cerrar los lugares de trabajo de manera física y uno de los beneficios realmente bondadoso fue el de poder trabajar en casa.
Para millones de personas en el mundo el trabajo remoto ahora es una forma de vida,
Lorena Rodriguez Rodriguez dice
Muy interesante este articulo y totalmente cierto, desde mi punto de vista por temas de la pandemia muchas empresas tanto publicas como privadas han tomado medidas para mitigar los contagios dentro de sus empresas y han asignado puesto a teletrabajo. En relación con el sector público hay puestos específicos que pueden cumplir con este rol y depende también mucho del nivel de adaptabilidad y compromiso de los colaboradores. Gracias a la efectividad que se a tenido en este nuevo modo de trabajo, pienso que se puede ir generando una mejor reglamentación para futuros puestos, teniendo en cuenta el éxito que esto a tenido en algunas instituciones.
Tatiana Andrea Doza Gueerero dice
El teletrabajo en nuestra actualidad genera una gran ventaja y una desventaja ya que el avance tecnológico nos ha dado mayor uso a lo que era antes de la pandemia, en lo que genera transparencia, eficacia, eficiente y efectividad
JENNIFER ANDREA CASTRO PRIETO dice
Me gusta mucho este articulo ya que vemos reflejado toda la situación que hemos estado viviendo desde que inicio la pandemia, vemos como el teletrabajo se ha aumentado en la mayoría de empresas y también en el sector publico, que aunque ha sido algo bueno para todo el mundo, también ha traído sus dificultades, ya que en algunos casos no se han facilitado las herramientas correspondientes, en otros han habido abusos laborales, en otros los tiempos de respuesta de las entidades no ha sido el mejor se ha visto talvez un retroceso en los procesos y así entre otras situaciones, es algo a lo que nos debemos ir acoplando poco a poco e ir mejorando en cada aspecto porque por lo visto es algo que quizás dure un poco mas de tiempo y como lo decía en el articulo quizás haga parte de nuestro futuro.