Turistas de todo el mundo salen de Fortaleza, capital del estado de Ceará, para visitar playas como Beberibe, Morro Branco y Fontes.
Sin embargo, aquellos que pasan por la ruta CE-040, el camino a estos lugares paradisíacos, no se imaginan de qué es capaz un buen proyecto de pavimentación.
Si una carretera suave y bien señalizada facilita la vida de los turistas, imagine lo que puede suceder en la vida de quienes viven en esa región.
Por ejemplo, en el perímetro de Tabuleiro de Russas, un área de agricultura de riego que cubre parte de los municipios de Russas, Limoeiro y Morada Nova, es fácil observar la relevancia de las carreteras que conectan el Estado. Sin estas, no sería posible comprar insumos para la producción, ni deshacerse de todo lo que se plantó y cosechó de manera oportuna y a precios competitivos. Por otro lado, no sería factible contratar mano de obra para trabajar en cultivos pequeños y medianos, ya que las ciudades están a kilómetros de distancia.
Hoy, más de cinco mil personas trabajan en los campos de Tabuleiro de Russas.
La producción alcanza aproximadamente 58 mil toneladas por año de productos como plátano, papaya, sandía, melón, guayaba, cacao, entre otros. De este total, se exportan 35 mil toneladas a países europeos.
Considere el ejemplo del proyecto llevado a cabo por el BID en el Estado de Ceará. Cerca de 1.400 kilómetros de caminos fueron pavimentados, entre autopistas y accesos urbanos. A lo largo de la ruta CE-040, por ejemplo, pequeños pueblos, ingenios azucareros, desarrollos inmobiliarios, empresarios en el segmento turístico, artesanos, entre otros, ganaron calidad de vida y generaron un nuevo movimiento después de mejoras con pavimentación, pasos de peatones, paradas de autobús, señalización y los medidores de velocidad instalados allí.
Los caminos también trajeron beneficios regionales, como una reducción en el éxodo rural y una mejor calidad de vida para las personas de los alrededores, ya que actualmente es posible buscar salud, educación, productos y suministros en la región, sin la necesidad de viajar por casi 200 kilómetros para llegar a la capital del Estado, Fortaleza.
El papel transformador de las inversiones en infraestructura de transporte es incuestionable. Es común pensar y valorar los beneficios inmediatos producidos por las intervenciones destinadas a mejorar las condiciones, como el tiempo, el costo y la seguridad de los viajes realizados. Estos beneficios son ciertamente importantes y significativos para los usuarios del sistema de transporte, pero hay muchos otros que también pueden contribuir al desarrollo regional y nacional.
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