
De forma directa, el sector aéreo es un gran generador de riqueza en el mundo y es un importante creador de empleo directo, indirecto e inducido[1]. Más de 4.200 millones de pasajeros se movieron durante el 2018 en el mundo a través de 40 millones de vuelos, generando 65 millones de puestos de trabajo. En la región de ALC, esta cifra representó 290 millones de pasajeros en 2,6 millones de vuelos al año, contribuyendo 9,3% del PIB.
El sector aéreo es una de las principales vías de entrada de divisas en los países, promueve la realización de negocios, desarrolla la inversión extranjera y genera una relación entre el desarrollo económico y las conexiones internacionales que tiene un país.
Los datos del sector demuestran que la aviación podría ser la 20ª economía más grande del mundo si fuera un país, de ahí su importancia. De acuerdo con la CEPAL, el sector ha venido creciendo sostenidamente un 7% en los últimos años.
Hoy, cuando el mundo se enfrenta a una pandemia en una escala que no se había visto por generaciones, con gran parte de Europa occidental, Estados Unidos, Asia y ALC en varios grados de ‘bloqueo’ para desacelerar la propagación del virus COVID-19, el sector de la aviación también enfrenta un reto sin precedentes, probablemente mayor al que se vivió durante el 9/11. A medida que la pandemia avanza, la situación del sector también cambia. La mayoría de los vuelos han sido cancelados y miles de aviones fueron sacados de circulación. Si se compara con datos de la misma semana del año pasado, a nivel mundial, en la semana que finalizó el 15 de marzo, el número de vuelos programados disminuyó un 29%.
En la semana que finalizó el 22 de marzo, los vuelos habían caído un 60% en Europa, lo que representó 92,000 vuelos menos en el espacio aéreo desde que comenzó la crisis por coronavirus.
Los vuelos a Oriente Medio y Asia Pacífico cayeron un 45% y un 30% respectivamente. Para el 30 de marzo, a nivel global, el número de vuelos programados disminuyó en un 48%.

Al menos 70 aerolíneas alrededor del mundo tienen todas sus operaciones detenidas y sus aviones en tierra. Esto incluye aerolíneas de gran impacto como Emirates y Etihad y gigantes de bajo costo como Easy jet. Otras aerolíneas importantes, como Lufthansa, Cathay Pacific y Singapore Airlines han cancelado hasta el 95% de sus vuelos. Las aerolíneas estadounidenses no se quedan atrás: American Airlines suspenderá el 80% de sus vuelos nacionales y el 90% de sus vuelos internacionales entre abril y mayo; SouthWest ha estacionado 50 de sus 750 jets; United ha reducido su calendario de abril en más del 60% y está planeando recortes más profundos en junio; Delta tiene al menos 600 aviones en tierra hasta el momento.
Durante la epidemia de SARS, el porcentaje de la flota global de aerolíneas que estuvieron en tierra fue de solo el 13%. Los expertos creen que, a este ritmo, esa cifra podría alcanzar el 80%.


Según datos de flightradar24, el portal de la empresa Sueca Svenska Resenätverket AB, que ofrece información sobre el sector aéreo en el mundo, en los últimos 90 días en promedio en el mundo, se movilizaron 160.000 vuelos diarios.
Desde el 16 de marzo, se evidenció una caída, que se intensificó en los últimos 10 días, reportando un total de 57.065[2] vuelos alrededor del mundo el pasado 7 de abril, un 64% menos. Si se tiene en consideración solo los vuelos comerciales, la caída es de un 76%.
Esto representa una pérdida de ingresos importante para la industria. La Asociación Internacional de Transporte Aéreo -IATA, por sus siglas en inglés estimó esta cifra en más de USD250 mil millones (un 44% de los ingresos totales), asumiendo que todo volverá a la normalidad en tres meses. En ALC, las pérdidas se contabilizarían en USD15 mil millones. Las aerolíneas ayudan a generar negocios, si no pueden operar, se podría ver afectada la capacidad de recuperación económica de los países.
Para la región esto revierte mucha importancia, por la alta dependencia que se tiene del sector, pues no se cuenta con muchas opciones diferentes para viajar debido a las limitaciones de infraestructura, como por ejemplo, infraestructura férrea.
¿Hay luz al final del túnel?
Se anticipa que China, que ya se encuentra en una parte más alejada de la curva, muestre signos de recuperación doméstica, es decir, que la frecuencia y la capacidad de sus vuelos internos aumenten progresivamente. Un patrón similar se observa en Corea del Sur. Sin embargo, el crecimiento internacional podría demorarse un poco más, teniendo en cuenta que el Gobierno Chino expidió nuevas regulaciones limitando los vuelos internacionales debido al aumento de casos importados.
¿Cómo y cuándo podría ocurrir la recuperación?
Todavía es demasiado pronto para predecir: diferentes regiones y países se encuentran en diferentes etapas del ciclo ‘contacto-contención-contagio-control’. Actualmente, se están adoptando diversos enfoques para la aviación y los viajes, algunos países han cerrado sus fronteras y no permiten viajar en avión, otros requieren cuarentena a la llegada.
También están surgiendo diferentes paquetes de ayudas financieras de parte de los gobiernos para la industria de la aviación. La Administración de Aviación Civil de China (CAAC) a principios del mes de marzo intervino con una serie de medidas que van desde subsidios financieros como el desarrollo de infraestructura. El gobierno italiano tiene la intención de tomar el control de Alitalia y nacionalizar la aerolínea. Los gobiernos sueco y danés han acordado proporcionar conjuntamente garantías de DKK3 mil millones para permitir que SAS solicite dinero prestado en el mercado comercial. El gobierno noruego ha anunciado la suspensión de los impuestos nacionales de aviación para ayudar a la industria de las aerolíneas y ha confirmado un paquete de soporte de NOK3 mil millones para Norwegian Air. Por su parte, el gobierno de los Estados Unidos a través de la Ley CARES incluyó un paquete de ayuda de USD61 mil millones para aerolíneas estadounidenses.
Sin embargo, los países que están más avanzados en la curva en términos de recuperación encontrarán que las posibilidades de restablecer los viajes internacionales estarán severamente restringidas por el cierre del espacio aéreo en países en que se encuentran en un punto diferente de la curva.
Algo importante para resaltar es que el coronavirus nos está demostrando que trabajar desde casa se está volviendo mucho más realista con los avances tecnológicos en los últimos años, y como conclusión, el impacto en los viajes corporativos puede reducirse significativamente de forma permanente.

[1] aerolíneas, aeropuertos, administraciones relacionadas, servicios de tierra, catering, hoteles, restauración, etc
[2] Vuelos domésticos e internacionales
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