La pandemia de COVID-19 aceleró el ritmo de la economía bajo demanda.
Los consumidores hacen cada vez más pedidos pequeños todos los días, mientras esperan entregas inmediatas o al día siguiente, lo que aumenta la cantidad de vehículos en las áreas urbanas con un impacto severo en la calidad de vida de las ciudades.
El transporte de mercancías representa alrededor del 25 % del tráfico en las ciudades, pero genera el 40% de las emisiones relacionadas con el transporte [1].
Según el Foro Económico Mundial [2], las emisiones urbanas relacionada a la logística de última milla están en camino de aumentar en más del 30% hasta el 2030 en las 100 ciudades más importantes del mundo (por población).
Sin intervención, las emisiones de estas ciudades podrían alcanzar los 25 millones de toneladas de CO2 anuales para 2030.
Por el lado de la oferta, las innovaciones y las tecnologías digitales están contribuyendo a que esto sea posible: entregas a domicilio realizadas por conductores individuales, por ejemplo, generalmente los mismos conductores que trabajan para las Empresas de Red de Transporte (TNC por su sigla en Ingles) como Uber.
Las trazabilidades proporcionadas por teléfonos móviles y GPS están generando más visibilidad a los camioneros y clientes, lo que permite una mejor planificación de los pedidos y las entregas.
Sin embargo, no deja de tener consecuencias el hecho que la logística de la última milla se está volviendo más activa e importante.
El transporte de pequeñas unidades con mayor frecuencia está aumentando el número de vehículos en las calles y por tanto la congestión y las emisiones.
Probablemente no podamos revertir esta tendencia ya que el comportamiento del cliente podría haber cambiado permanentemente, sin embargo, podemos mejorarlo y usar las mismas tecnologías que están habilitando estas tendencias, para hacerlo más eficiente y sostenible. Esta es la idea principal que queremos compartir en esta publicación.
Desde nuestra perspectiva, la oportunidad es ampliar el uso de tecnologías más allá de la solución de problemas específicos, hacia la mejora de la logística de la última milla en su conjunto.
El menú de innovaciones digitales que pueden contribuir a esta tarea es amplio: Internet de las Cosas, Blockchain, Inteligencia Artificial, Computación en la Nube son algunas de las tecnologías que, juntas, pueden mejorar el sistema logístico urbano.
Aquí está nuestra propuesta:
El concepto propuesto para ULaaS (Logística Urbana como Servicio) es la “Integración de diversas formas de servicios y activos de logística urbana en una única plataforma digital accesible bajo demanda y basada en el concepto de economía colaborativa”.
La integración de los diferentes servicios y grupos de interés de la Logística Urbana en una única plataforma permite la prestación del servicio bajo demanda, y al mismo tiempo, constituirse como una “torre de control” para las autoridades de tráfico, los hacedores de políticas y para los propios cargadores; mejorando la eficiencia. de movimientos logísticos y reduciendo la congestión y las emisiones.
No necesitamos ir muy lejos para ver cómo un enfoque integrado para el transporte basado en la tecnología puede ser disruptivo. El conocido concepto de Mobility as Service (MaaS) se basa en esta visión e inspiró nuestra propuesta. El concepto clave detrás de MaaS es ofrecer a los viajeros soluciones de movilidad basadas en sus necesidades de viaje [3]. Esto se logra mediante la combinación de servicios de transporte de proveedores de transporte públicos y privados, a través de una plataforma que crea y administra el viaje, que los usuarios pueden pagar con una sola cuenta. Los usuarios pueden pagar por viaje o una tarifa mensual por una distancia limitada.

El concepto de ULaaS incluye varias dimensiones y cada una puede priorizarse según las necesidades de una ciudad o zona, a saber: los principales objetivos del sistema de logística urbana (por ejemplo: reducir la congestión o aumentar la seguridad), las partes interesadas, los procesos a gestionar y la tecnología a aplicar
Las dimensiones se agrupan en dos niveles, estratégico y de sistema y componentes. El nivel estratégico tiene un fuerte vínculo con las políticas y regulaciones, y el nivel de sistema con las diferentes actividades que se desarrollan en la logística de la última milla.
Para comprender la propuesta de valor de ULaaS, revisemos algunos de los mayores desafíos de la última milla y cómo nuestra solución los resuelve.
- Variedad de partes interesadas y objectivos (¡todos se reúnen en la última milla!) Incluidos los transportistas, minoristas y la población que consume los productos y utiliza el sistema de transporte). ULaaS constituirá una plataforma digital para integrar a los actores de la logística urbana.
- Escasez de espacio e infraestructura en áreas urbanas. Componentes de IoT implementados en la infraestructura, los vehículos y la carga (cuando corresponda) para sincronizar las entregas y permitir la planificación y el ajuste en tiempo real.
- Utilización deficiente de la capacidad del vehículo. Gestionar transportistas “a pedido”, incluidos no solo los conductores de camiones, sino también los conductores de viajes compartidos y los mensajeros independientes que utilizan scooters, bicicletas u otros medios de transporte.
- Decisiones complejas en poco tiempo. Utilización de conceptos de ciencia de datos e inteligencia artificial para guiar las decisiones de los responsables políticos y las partes interesadas
- Falta de Sostenibilidad de las soluciones de Logística Urbana. Financiado por el sector público y desarrollado con startups locales; idealmente integrado con las actividades de gestión del tráfico en la ciudad para garantizar la sostenibilidad; y, en el mediano plazo, explorar alianzas público-privadas.
- Desconexión entre políticas e implementaciones de soluciones. Utilización de los laboratorios de políticas para transformar la información en políticas y regulaciones.
- Externalidades ambientales de la Logística Urbana. La plataforma UlaaS permite incorporar el transporte no motorizado al portafolio de servicios disponibles bajo demanda; utilizando la infraestructura disponible y apalancando la economía colaborativa, al tiempo que se reduce la huella de carbono de los movimientos logísticos en la ciudad.
El concepto no es completamente nuevo. Se están implementando iniciativas similares en Europa mientras hablamos, como ULaaDS; pero nuestra propuesta es depender en gran medida de la tecnología para agilizar los procesos e integrar a las partes interesadas.
Tenemos la oportunidad de desarrollar una solución a medida de América Latina y el Caribe y, lo más importante, a la medida de cada ciudad.
Finalmente, creemos que la plataforma ULaaS puede ayudar a los gestores públicos a aprovechar la tecnología para organizar el sistema de logística urbana; mientras se acelera la participación de pequeñas empresas y nuevas empresas en esta tarea. Al utilizar los principios de la economía colaborativa, la plataforma contribuirá a aumentar la eficiencia al mismo tiempo que genera nuevas oportunidades comerciales.
¡¡Lanzamos la idea!! En nuestra próxima publicación de blog, profundizaremos en cada componente de la solución ULaaS y discutiremos una hoja de ruta para su implementación.
[1] “Framing Sustainable Urban Logistics in Cities – ICLEI Sustainable Mobility.” https://sustainablemobility.iclei.org/framing-sustainable-urban-logistics-in-cities/.
[2]“The Future of the Last-mile Ecosystem analysis”. World Economic Forum, January 2020 http://www3.weforum.org/docs/WEF_Future_of_the_last_mile_ecosystem.pdf
[3] Glasco, Jon. “Mobility as a Service: A Blueprint for Disruption?” Accessed May 5, 2021. https://hub.beesmart.city/en/solutions/smart-mobility/mobility-as-a-service-a-blueprint-for-disruption.
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